Con la mejor actitud, vestidos en traje de millonarios, David no se cansaba de observar a Ester, ese vestido pegado a su cuerpo, con un collar que tenía un dije azul como el color de sus ojos, su cabello recogido mostrando su bella espalda y unos tacones negros con algunas pedrerías, sus movimientos sensuales y seguros al mismo tiempo, sus brazos a cada lado mostrando lo que era, una mujer con la seguridad de que por donde pasara, sacará suspiros. David no se quedaba atrás, una camisa blanca y saco negro a juego con su pantalón y zapatos. Su cabello peinado luciendo guapo y millonario, dejando a Ester encantada, él lograba sorprender, aunque no le demostraba cuanto. —¿Dejarás de verme así?— Reclamó Ester, quien hacía lo mismo con él. —¡No puedo! —Exclamó David, se acercó a ella con una sonrisa. —Estás demasiado hermosa, no podré jugar tranquilo viendo cómo llamas la atención de muchos hombres —se quejó dándole una pequeña vuelta. —Pero recuerda que soy tu esposa, no aceptaré a nadi
Después de cuatro días de disfrute, ya era hora de regresar a casa, ya listos en el avión en primera clase, esperaban que el avión tomara vuelo y llegará a su hogar. Horas después, donde solo durmieron, llegaban a su hogar, un largo viaje que aprovecharon para descansar. David debía llegar poniéndose al día con todo los asuntos de la empresa, mientras que Ester ya tenía en mente cómo ayudar a killer. Eso sí sería una noticia para David para nada agradable, pero imposible de hacerle cambiar de opinión. Los empleados los recibieron con mucha alegría, como recién casados, les habían preparado su habitación juntos, con la confianza que se tenían, no tenían problema en dormir juntos. —Esta noche tengo una reunión con killer, ¿me vas a acompañar? —David despegó su mirada de la pantalla de su teléfono y se quedó en silencio viéndole un momento. —Debo ir a otro lugar en una hora, pero ya le hablo a mi secretaria para que me cambie la reunión —Le respondió David. —No, pero puedo acompaña
La escena de celos de Ester dejó a David muy contento, eso le daba un poco de esperanzas a que se formará una relación de verdad, eso hizo que la preocupación que tenía por Aura y Levis en ese momento, se le olvidará, sonreía solo recordar verla molesta, aunque lo seguía negando, él lo disfrutaba. Ambos se ponían de acuerdo para poder hablar con la familia de la chica que fue engañada por su novio, al estar muerto el causante de todo, se les hacía difícil probar su inocencia y aún más, resolver todo rápido y sin peligro. —Estuve investigando y creo que lo mejor, es hablar con tu amiga —Le habló Ester a David. —¿Por qué? —Pregunto sorprendido. —Killer está dispuesto a pagar todo lo que las chicas perdieron, pero estoy segura qué tu amiga no se quedará tranquila hasta ver al culpable tras las rejas y ya sabes que ese joven, no existe y si sigue investigando sabrá que killer lo mató y sabes lo que pasará. —Sí, tratará de meterlo tras las rejas y sería un peligro para todos, killer no
Sin dejar nada atrás, David decidió contarles todo, desde que lo detuvieron sin ser culpable, hasta lo sucedido con la familia de Ester, para sorpresa de ella, no le dolía tanto como meses atrás, empezaba a sanar y el causante de eso, era su esposo. David confiaba en ellos y decidieron contar el plan en marcha para acabar con el culpable, también hablaron de su matrimonio de mentira, que ya eso no era lo mismo. Todo lo contado por ellos, fue algo muy sorprende, pero lo que estaban por decir, eran aún más todavía y David sentía miedo de que algo les pasara por su culpa. —Con todo esto, te quiero pedir que abandones ese caso, gorda —Aura y Levis abrieron los ojos con sorpresa, por lo directo que fue David, pensaron que tal vez pedirían ayuda. —¿A qué te refieres? —Pregunto Aura. —No queremos involucrar más personas en este asunto y si nuestro enemigo se da cuenta de que David tiene alguna relación con ustedes, los pueden usar para llegar a nosotros, es mejor que dejes este caso y to
—¡Ya te dije que no quiero que lo dejes entrar, no tiene nada que buscar en mi empresa! —Gritaba David sumamente molesto al teléfono; Éster que bajaba se preocupó, acercándose lo más rápido posible, no lo había visto actuar de esa forma. Sus movimientos de un lado a otro, esa mano en su cintura, le parecía muy sexi, sus pensamientos eróticos se fueron cuando David gritó fuerte. —¡No es mi amigo, m*****a sea, cómo se atreve a decir eso! —Grito más fuerte, Ester lo tocó para que se diera cuenta de su presencia y se calmara un poco, cosa que logró al instante, pero no colgaba. —Sabes que, detenlo ahí, llego en 20 minutos, —habló David muy molesto colgando al instante. —Yo voy y no acepto un no por respuesta. —Ester subió las escaleras a pasos agigantados, agradece haber estado lista con su maquillaje y peinado, solo le faltaba ponerse ropa y zapatos. Cinco minutos después, bajó con su maletín, David la observó y se acercó. —Estás hermosa, como siempre —le dijo besando su frente, ell
Después del clímax se produce relajamiento físico y mental; Así se encontraban en ese momento, miradas iban y miradas venían, tomando un delicioso desayuno, con una sonrisa que mostraba lo bien que se sentían después del día anterior. Aunque no lo hablaban aún, ninguno se atrevía a decirlo, estaban casados, necesitaban amor y el sexo era algo importante para ambos, sus pensamientos eran parecidos, solo que uno era más capaz de admitirlo. —Ester... —Habló David, pero no pudo decir nada más, sus palabras no salían. —¿Qué pasa? —preguntó Ester al verlo algo nervioso. —Es que, quería decirte que no me arrepiento de nada, ni de hacerte el amor y menos de la forma que pasó, lo haría de nuevo sin decirte, pero como te respeto, no lo haré —explico lo más rápido posible, pero no obtuvo respuesta de Ester, solo su mirada fija en él por unos segundos, termino de tomar su café y se levantó, sin decir nada, David solo veía como subía las escaleras hasta la habitación, nervioso, preocupado p
Finalizando una mañana muy intensa, ya era hora de darse un baño relajante, encendiendo sus teléfonos, cuyos aparatos empezaban a sonar sin parar de todos los mensajes que tenían. Éster ya había hablado con la familia de la chica de la supuesta extorsión, también con las chicas que la acusaban. Llegando así a un acuerdo bueno, solo debía reunirse nuevamente con su cliente y avisar a Killer. —El azul —eligió David al verla ver los vestidos, indecisa por cuál usar. —Resalta tus ojos y cuerpo —afirmó David, Ester sonrió y guardo el negro. —Mañana tenemos audiencia con el juez, —le recordó Ester. —Nena, yo creo que no podré estar, tengo que ir a la ciudad vecina a revisar las farmacias que tengo allá y poner a alguien de confianza a cargo, —confesó algo apenado. —No me hablaste de eso —reclamó Ester. —Lo siento, recién me llegó esa información, no puedo faltar, —se disculpó arreglando un mechón de cabello. —Bien, pondré a Carlos que redacte unos documentos, recuerda dejar t
—Cuídate mucho, no salgas sola —Le repetía David a Ester, antes de salir a la ciudad, donde debía ir urgentemente. —Ya lo sé, me lo dijiste toda la noche —replicó molesta ya, David la acercó, abrazándola por la cintura, besando sus labios repetidamente. —Te extrañaré —le susurró en su oído. —¿Acaso no volverás hoy? —Reclamó. —No te aseguro nada, nena. —Ester se cruzó de brazos, levantó una ceja y esperó que dijera otra cosa más, David se acercó y besó su frente. —Prometo que haré lo posible e imposible para llegar hoy —prometió David, sabiendo que era difícil eso. —Mejor no te vuelvas loco, vuelve cuando termines —lo tranquilizo Ester, David sonrió y beso sus labios. Éster lo vio subir en la camioneta donde iría con su chófer, de esa manera descansaba y repasaba con su secretaria lo que debía hacer. Mientras que Ester, ya se dirigía al juzgado, pero antes de llegar fue interceptada, sus guardaespaldas rápido llegaron a ella, cubriéndola de peligro, apuntando a quien se