Anna toma un baño y a su salida encuentra ropa sobre la cama. La viste y cuando baja las escaleras está Sol en la puerta con Adriel en los brazos.

—¡Bienvenida amiga! —la recibe con su rostro sonrojado.

—Estuve preocupada por qué no llegaste.

—¡Perdón, amiga! El alcohol entró a mis sentidos y me transformó en otra persona.

—¡Solo una pregunta! ¿Disfrutaste?

—Como nunca antes lo había hecho. Bailé, canté a todo pulmón, fui una persona que yo misma no conocía que existía.

—De eso se trata amiga. —responde con una enorme sonrisa.

—¡Pasa adelante y siéntete cómoda Sol! —las recibe Peter, ella rápido lo observa completo y él camina al comedor.

—¡Tuvieron sexo! —grita inmediatamente, él da la espalda.

—¿Qué dices? ¡Estás loca! —toma el niño y Sol se percató de las marcas en su delicada piel.

—¡Ah sí! ¿Qué son esas marcas que ambos traen en el cuello? Me parece increíble que no confíes en mí.

—No es falta de confianza amiga. Siento mucha vergüenza por todo esto.

—¿Lo hiciste ebria y fuera de