Encontrarlo le resultó difícil. Gregory parecía haberse tomado un hiatus de las redes sociales. El chico que no podía estar sin figurar en las redes sociales tenía tres días sin aparecer en ellas, ni una mísera foto de comida de algún restaurante que hubiera frecuentado en esos había subido a su Instagram. ¿Dónde podría estar? Edward no tenía ni idea, solo le quedaba una alternativa, pedir la ayuda de Adrien, algo que sin duda le molestaba mucho tras la pequeña pelea que ambos habían tenido por culpa de Gregory y la pequeña excursión nocturna que ambos habían tenido hacía un par de semanas atrás, apenas había querido hablar con Adrien pese a vivir ambos juntos. No le apetecía hablar con él a causa del trabajo, y menos para encontrar a Gregory.¿Pero tenía otra opción? No, no tenía otra. No tenía ni la más remota idea de donde empezar a buscar al hijo de Enrico.— ¿Adrien, puedes ayudarme? ¿Dónde estás, paso por ti? — Una vez el joven le dio la ubicación de donde se encontraba, Edwa
— Te amo...— murmuró en su boca — ¿Recuerdas qué más pasó en nuestra primera cita aquí Edward?Sin más Adrien llevó una mano discretamente a la entrepierna de su novio haciéndola despertar de golpe con un simple roce — Yo sí que lo recuerdo muy bien. Te espero en el baño, tienes una semana entera que compensarme.— después de decir aquello se separó de él y caminó hasta el baño con el corazón palpitando tan fuerte en el pecho que parecía que se le saldría.Por supuesto que recordaba lo que había pasado, ni siquiera tuvo el cuidado de otras veces de dejar pasar un par de minutos antes de cerciorarse que nadie se diera cuenta de que seguía a Adrien al baño, no bien entraba Adrien al baño, él entró tras el joven cerrando la puerta, asegurándose de poner el seguro en la puerta— También te amo Adrien. — Repitió Edward volviendo a besar a su novio, empujándolo con urgencia hasta el gran lavamanos que había en el baño, si alguien quería ir en ese momento al baño tendría que esperar, no le im
Para ella era peligroso estar así, cuanto más se acercaba a él más parecía meterse poco a poco en su corazón, pero a veces, a pesar de las grandes diferencias que tenían, ver a Gregory era como mirarse en un espejo.Gregory agradeció la forma que Chiara lo reconfortó, era algo único y diferente que no pasaba con nadie más salvó con ella, ese tipo de conexión que iba más allá de lo físico.Beso, la mano de su prometida antes de salir del coche, para abrirle la puerta y no la soltó de su mano hasta llegar con el maitre y decir su nombre.— Pasen, las otras personas todavía no han llegado, se les llevará hasta la mesa una vez lleguen.Gregory le sonrió al maitre, y apretó un poco más su agarre en Chiara. El miedo de que su padre no pudiera asistir, y que su prometida había logrado mitigar un poco, se hizo aún más grande al escuchar que todavía su padre no había llegado — No creo que mi padre tarde en venir. — se dijo en voz baja.Chiara se sentó a su lado y solo entonces le soltó la mano
Además él había hecho la reserva, pero se había olvidado del detalle de la comida y la bebida, sin duda su padre lo sabía, era por eso que había cubierto el error de su hijo. Aun así, no lo perdonaría por dejarlo en medio de Chiara y Melanie, quienes seguían con su intercambio de palabras — ¿Y cuéntame Chiara, que haces tan lejos de Italia? — Le pregunto Melanie a la prometida de Gregory— Estoy de vacaciones. — A Chiara no le inspiraba demasiada confianza, es más, algo en su interior le decía que entre más lejos estuviera de esa mujer mejor. Aunque claro, saber un poco del enemigo no estaba mal, a fin de cuentas sería su futura suegra — y por supuesto también estoy visitando a Gregory, ¿verdad Amor? Es que desde que nos comprometimos y nos conocimos me ha costado mucho separarme de él. — Por otro lado, había algo en esa mujer que la hacía querer marcar territorio, porque podía ser la prometida del padre, pero se notaba mucho el interés que tenía por su prometido.Gregory aprovechó
Alejarse de ese restaurante era todo lo que Gregory deseaba hacer, eso y estar con su prometida a quien seguía sujetando de la mano en espera del auto, su mirada estaba perdida, pero escuchar la suave voz de Chiara era reconfortante, lo hacía sentir seguro y en ese momento era lo que más necesitaba—Iremos a un departamento cercano — fue la respuesta que él le dio, aunque lo más correcto hubiera sido decirle que la llevaría a uno de los departamentos que su padre usaba al quedarse en la ciudad.— Sé que la pizza no estará tan buena como la comida del restaurante, pero es todo lo que me apetece, pizza, una buena botella del vino de la cava Marchetti y, por supuesto, tu compañía, es lo único que necesito está noche. — ¿Por qué te quedarás conmigo está noche, verdad cariño? — le preguntó, atrayéndola hacia sus brazos, aprovechando que el chico del valet parking todavía no llegaba con su auto. —No quiero estar solo está noche.—Ya pensaba hacer eso— aseguró Chiara sin oponer resistencia. C
— Eres la mujer más bella que he visto Chiara.— Así que viene de familia, porque tu padre va a casarse y anda por ahí con una amante y por eso no pudo…— se quedó callada esperando no haber metido la pata y hacerlo sentir aún más mal.En la mente de Gregory resonaron las palabras de Chiara sobre el motivo por el cual su padre no hubiera asistido a la cena, pese a que pudiera tener algo de verdad, no le incomodaron, no de la forma que le incomodaría escucharlas de Amanda o de Melanie, todo lo contrario encontró reconfortante, que ella siguiera picando con la forma libertina que tenía de ser. No sabía los motivos de su padre por no asistir; sin embargo, le consolaba pensar que si había sido por una mujer, esta no fuera Melanie, movió su cabeza porque no era el momento de pensar en su padre, ni en sus motivos para romper la promesa de conocer esa noche a su novia, todo lo contrario debía agradecerle el no haber asistido.En esos momentos los labios de Gregory no hacían más que erizar la
—Relájate — susurró Gregory a su oído, tratando de calmarla, y de calmarse, alzando sus caderas, que los unía a ella en cada movimiento que lo llevaba un poco más a cumplir su cometido y unirse por completo a ella.—Te amo... Chiara — de sus labios salieron esas dos palabras de forma natural. Al igual que de forma natural, sus sexos parecían ansiar más, buscándose por propia naturaleza e instinto hasta sentir como su glande se internaba aún más dentro de ella, resbalando en su interior lentamente hasta quedar completamente hundido en ella. — ¿Te he hecho daño? — fue lo primero que Gregory le preguntó a Chiara, no deseaba hacerle daño, mucho menos al ser su primera vez. Contuvo el impulso de moverse, dejaría que ella se acostumbrara, a sentirlo dentro, pero le resultaba imposibleUn gemido de placer por parte de Chiara acompañó ese instante en el que se sintió tan unida a él, tanto que necesito estar quieta y levantó la vista para verlo a los ojos, no era solo la sensación de plenitud
Todos tenemos secretos que ocultar, secretos que deseamos mantener bajo llave, secretos que se convierten en un lamentable elefante que llora, atrapado en la estrecha abertura de una puerta implorando que alguien se atreva a abrir dicha puerta para que al fin poder salir al mundo exterior.Ella lo sabía, su existencia en ese momento era un secreto oculto, enterrado bajo los secretos de otras personas. Personas que preferían mantenerla alejada. Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte, no la mataron, pero le hicieron algo igual de malo. En esta vida moderna hay varias maneras de matar a una persona, no solo enterrando su cuerpo. ¡Claro que ella lo sabía! Estaba a un par de kilómetros del lugar donde deberían de estar reposando sus adoloridos huesos, junto a su alma. Un alma en pena la llamarían muchos si la reconocieran en ese momento, pero era más que obvio que ella no era ninguna aparición o fantasma, era una persona viva, que respiraba y caminaba, una persona que estaba dis