Sinceramente no sé cuántas rondas llevamos, yo dejé de contar en la séptima cuando pasamos de las cervezas a los chupitos y de los chupitos a los cubatas, estábamos bailando cada canción que sonaba y apoyando a los del karaoke me avisa Kat por señas diciendo que va al baño y asiento para pedir otras dos rondas, me preguntó que hora serán, las 4? Las 5 de la mañana? Tampoco tenía intención de saberlo, hoy estaba siendo una noche de descontrol y paz.

Sobre el chico de sudadera negra nos estábamos mirando todo el rato hasta que desapareció por unos 20 minutos o más no llevaba la cuenta, pero ya no era divertido si no había nadie a quien hechizar, me doy la vuelta mientras maldigo al pensar dónde estará y me lo encuentro en la barra, con un perfil que duele, joder,ni el mismísimo Adonis, me acerco a la barra a pedir las rondas y mientras espero noto que me mira y deja de mirar, me río al notar la excitación y vergüenza de la situación, la camarera me pone las copas.

Justo cuando voy a decirle cualquier cosa un hombre me empuja un poco para el lado bruscamente con una mirada entre pervertido y asesina, no supe cómo tomarme la mirada, me río mientras el misterioso chico de sudadera negra se le tensa la mandíbula al mirarle y después mirarme a mí, sigue con esa mirada hasta que parece que toma aire y se relaja mirando a otro lado.

El hombre me mira de reojo y vuelve a empujarme cuando va a salir.

—Ya van dos, espero que no haya una tercera.

Digo mirando al frente mientras me tomo mi chupito de golpe.

Noto que el hombre se para y me dice:

—Me dices a mí, niñata?

—De las 40 personas que hay en el puto bar ni una me ha rozado ni un poco, así que sí, creo que te digo a ti.

Está toda la zona de esa parte del bar mirándonos, de reojo veo que el chico de sudadera ya no está, miro hacia el lado donde estaba y ahí está con sus amigos mirándome fijamente.

Yo sigo de frente sin mirar al hombre cuando lo escucho decir:

—Puta zorra.

¿que pasó después de eso? Que sonaba Rage Against the machine.

Me río y con las mismas cojo mi vaso de cerveza me la bebo de trago y sin pensarlo lanzo mi mano y brazo hacia la cabeza de ese hombre, tengo el pelo en mi cara no veo nada y escucho gritos, cristales en el suelo, un sonido hueco y como un sonido en carne a la misma vez, se cae hacia mí, cayéndose encima de mí y lo consigo esquivar, me quito el pelo de la cara y lo primero que veo es al chico de sudadera negra sacudiéndose la mano, se estaba empezando a poner roja y no puedo parar de pensar en que le he reventado el vaso en la cabeza al mismo tiempo que le ha soltado un puñetazo

Nos miramos confundidos el uno del otro, él suelta un suspiro mientras dice —Joder.

Ha sonado a suspiro cachondo.

Vuelvo a mirar al suelo, el se está intentando levantar, Kat está en una esquina mirándome y riéndose al mismo tiempo y creo que es de la tensión y los nervios, cojo las bebidas que había pedido ese hombre, justos 3 chupitos de a saber que.

—Tenemos que irnos, está la policía al llegar. —Dice el misterioso de sudadera negra— Chicas nosotros nos vamos, venis o no?

Lo miro y asiento mientras cojo mis cosas tranquilamente, el hombre se ha puesto de pie, me coge de la muñeca fuerte mientras ando, me paro endureciendo la cara del daño que me estaba haciendo.

—No has tenido suficiente?

—Tenías pinta de zorra nada más entrar con tu papaíto cornudo de pacotilla.

Alguien coge el lado de mi mano y me separa de la suya, sea quien sea me ha dolido más la mano que ha separado que del que me ha cogido

—Definitivamente no has tenido suficiente.

—No te metas en esto Myles.

—Tienes 3 minutos para salir pitado del garito, si no sales de aquí te puedo asegurar que el estrellarte un vaso en la cabeza es lo mínimo que te puede pasar.

Dice firme, sin dejar de mirarlo a los ojos, lo estaba retando y quería con su alma que él aceptará el reto, no podía dejar de mirar la manera en la que lo miraba, pero sobre todo la manera en la que me tenía cogida de la muñeca bastante protectora.

Sus amigos se acercan al ver que él no hace ni dice nada y entonces bufa y maldice y se va como si hubiera perdido unos tazos en el colegio, sus amigos se empiezan a dispersar mientras él sigue cogiendo mi muñeca con fuerza.

—Me explicas el por qué cada vez que me encuentro contigo acaba un hombre tirado en el suelo?

—Es un don.

Me mira y se para en mis labios, después de unos segundos mirándolos vuelve a mirarme a los ojos y entre el color de los ojos, la iluminación del bar y que estoy escuchando las sirenas de policía, es como si me hubieran hechizado.

Corrimos por la puerta trasera.

Los amigos de Myles salieron corriendo mucho antes que nosotros, no por lo que hubieran hecho, si no por lo que llevaban.

Kat estaba confundida en mitad del bar sin saber que hacer mientras yo gritaba su nombre ella reaccionó, me miró y empezó a correr hacia mí,Myles me esperó a mí hasta que no pasamos nosotras primero por la puerta de atrás él no dejó el bar, Corrimos cada uno por un lado, yo pensaba que me seguían y me metí en mi todoterreno, había espacio suficiente para todos, me di cuenta de que Myles estaba mirando hacia nosotras y hacia sus amigos que estaban corriendo hacia el otro lado, la policía nos tocaban los talones.

Arranqué mi Jeep y puse fondo hacia la dirección donde se encontraban cuando pasé por su lado les grité.

—Rápido, subir!

Subieron sin problemas ninguno. Lo cual me hace gracia por qué yo tenía experiencia al conducir de esta manera y ellos tenían experiencias en huir de la misma, Me metí por callejuelas sin sentido rezando por qué no hubiera ninguna sin salida hasta que vi carteles de autovía para llegar al monte de la ciudad, después de 10 minutos conduciendo esquivando gatos y perros los pudimos esquivar mientras nos reíamos y gritábamos del subidón.

Me desvío un poco al ver una tienda que para mi gusto, algo sospechosa a unos 5 minutos antes de entrar al monte, me bajo y compro algo de bebida, compré cerveza, agua,y muchas patatas y chocolatinas, no sé por qué, pero sabía que iba a hacer falta algo de comida, Myles está esperándome en la caja, no se ha quitado la capucha de la sudadera, pero esta vez se ha puesto una maldita chaqueta de cuero que le sienta como un guante, está mirando al suelo con las piernas cruzadas y el mechón de su pelo sobresaliendo sobre su perfecto perfil.

—Cuanto es todo? Dice Myles.

—15,80 € por favor.

Cuando voy a sacar mi monedero escucho un 'Bip' y veo que ha puesto su tarjeta en el datáfono mientras le sonríe al dependiente coge la bolsa y juro que puedo ver cómo en su brazo le crece un jamón, salgo de la tienda junto a él.

—No debiste hacer eso, podría pagarlo yo ha sido capricho mío.

—Me lo devolverás. —me sonríe con una sonrisa acompaña con un hoyuelo— estoy seguro.

Jericho, tienes que dejar de pensar cosas sucias y sensuales cuando conoces a gente.

—Espero que sea pronto.

Le doy mi sonrisa más juguetona.

Me meto al coche y estamos todos de acuerdo en irnos al monte, ahora que lo pienso me estoy yendo con un grupo de desconocidos a un monte, podría estar muy bien o muy mal, habrá que averiguarlo.

Me meto al coche y estamos todos de acuerdo en irnos al monte, ahora que lo pienso me estoy yendo con un grupo de desconocidos a un monte, podría estar muy bien o muy mal, habrá que averiguarlo.

Cuando llegamos decido llevarles a uno de mis sitios secretos del monte, Está un poco escondido y hay que andar unos 10 minutos, pero es donde más tranquilos vamos a estar, me he sacado unas mantas del coche para poder sentarnos sin que se nos peguen bichos o ramas, Kat y yo odiamos las arañas con toda nuestra fuerza, pero este sitio es genial, cuando estamos ya todos sentados nos abrimos las cervezas y empezamos a hablar

—He traído a un grupo de desconocidos a uno de mis sitios favoritos, quiero nombres, edad y aficiones ya. —señalo a uno de ellos.— empiezas tú.

—Ehmm.. Soy Samuel,22,estudio biología en universidad.

—Me llaman ginger,25, trabajo en un sex shop

—Me lo pido -Dice Kat aún borracha-

Él se sonroja y la sonríe.

—Me llamo Finn,20, y ni estudio mi trabajo.

Miro a Myles y levanto las cejas esperando a que se presente.

—Soy Myles,23,trabajo ayudando a ginger en el sex shop y también trabajo en una veterinaria, soy peluquero de  mascotas,sobretodo de caballos.

Que-in-es-pe-ra-do

—Cállate! —le grita Kat- peluquero de animales? ¿Puede haber algun trabajo mejor?

—En realidad es una m****a, pero supongo que está bien.

Seguimos debatiendo los oficios de cada uno de ellos, me intriga que Myles trabaje en un sex shop me parece bastante... Sexual? Giro la cabeza y veo a Kat sacándose un plástico transparente con algo negro, corta un trozo y coge su mechero para quemar algo, y se que era.

—Que estás haciendo Kat? ¿De dónde lo has sacado?

—Me lo dio un tío en el baño, le vi metiéndose unas rayas en el baño de chicas y me lo dio para que me quedara callada —me mira inocente— por qué?

—Tira eso antes de que acabes con a saber qué en la sangre.

Cojo mi bolso y saco un poco de polen que tenía desde hace bastantes días, me mira con cara de cordero degollado y ya sé que me lo tengo que liar yo.

—Entonces… ¿Jericho? - miro para ver quién me ha llamado mientras asiento — tengo dos nuevas clientes en el sex shop?

—A mi personalmente me gusta más el contacto humano, ya sabes, la lengua, los dedos…— Miro a Myles sonriendo—pero no me importaría comprarme uno para probar, tenéis de esos tamaños xxxl?

—Tenemos hasta tamaño botella de cola de 2l.

—Guárdame ese. —la voz de niña de Kat hace que sea mas raro todavia

La conversación más absurda del universo, después de eso solo hablamos de cómics, de fútbol, de superhéroes y Kat saca el tema de los comics de Archie, me encantan esos cómics siempre los he visto cuando era pequeña, Hubo un hombre en casa, novio de mamá que nunca me dejó ver la serie de Riverdale y nunca supe por qué, desde entonces tampoco me ha llamado la atención para verla.

—Cambiando de tema, A que universidad vais?

—Myles y yo al West side. —dice Ginger—

—Uh, nos veremos por ahí entonces.

Los chicos y Kat deciden ir a investigar un poco el monte y la zona en la que estamos, nos quedamos Myles y yo solos, justo lo que quería, no sé si es bueno o malo, su presencia es puro misterio.

—No sé si estar alabado por quedarme a solas contigo o tener miedo de ello.

—Miedo, siempre hay que tener miedo de mí.

Nos reímos y él se acerca un poco más a mí y no me incomoda en absoluto.

—La última vez que te vi le diste un derechazo a Zak James en toda la cara y acto seguido hiciste que su cabeza acabará agujereada había sangre en las primeras mesas.

Me muevo hacia el lado ahora sí estoy un poco incómoda, tuerzo la boca al recordar ese momento

—De verdad que me reventé la mano, no pude moverme en días, como sabes eso?

—Fui uno de los que te apartaron de él, parecía que tenías un imán hacia él — me mira serio y sale una sonrisa de su boca mientras dice — fue bastante caliente.

—Si supieras el por qué lo hice no te parecía tan caliente. —Mi sonrisa es un poco falsa- fue abrumador, pero no me arrepiento de nada.

Noto que está algo incómodo después de mi respuesta y cambio de tema rápidamente, entre el alcohol y los porros estoy en un modo 'sucia', sonrió y suelto

—Y bien? ¿Los vibradores son buenos en tu tienda?

Pone los ojos como platos y se ríe, el color de sus ojos Azules verdosos juntados con el rojo irritado del efecto de los porros lo hacen demasiado deseables para mi gusto. Se acerca más a mí y me sonríe.

—Seguro que hay más cosas que te exciten más en poco tiempo.

—Muy difícil es que algo me excite en menos de 5 minutos.

Pone una mirada juguetona mientras sube las cejas y se acerca a mí mirándome y mordiéndose el labio y me agarra por la cintura en un moviento brusco, pero suave, se acerca a mí lentamente de una manera bastante sensual, Joder,ya estoy excitada y solo se ha acercado a mí.

—No lo he logrado todavía?

Me susurra y es ahí cuando me doy cuenta de lo cerca que estamos el uno del otro, puedo sentir su aliento en mi boca hasta que empieza a darme pequeños y lentos besos empezando por el cuello y yo empiezo a ponerme cómoda por qué sé cómo quiero que acabe.

Sus pequeños besos van subiendo y subiendo hasta que se queda en la esquina de mis labios y se para a darme besos en esa esquina precisa, tengo intención de tocarle el pelo y besarle, pero me coge las dos manos y me deja inmóvil en el árbol que tengo detrás dejándome saber que es su momento y dejo estarlo, me convierto en una sumisa total esperando a ver qué será lo próximo.

Empieza a bajar al cuello otra vez mientras pone su mano en mi vientre y va bajando suavemente, tranquilamente va subiendo los besos hasta mi mentón, a la mejilla y a la esquina de mis labios y susurra

—Podría hacerte saber cómo de excitada estás solo con un movimiento de dedos.

Y me besa lentamente.

Nuestros labios se rozan suavemente y siento demasiado deseo, no sabría explicar cuan excitada estoy ahora mismo estoy tan centrada en sus labios que no me doy cuenta de que su mano acaba de entrar por debajo de mis bragas y empieza a acariciar la zona, sonrio juguetona y le doy algo más de espacio, me besa más lento mordiéndome el labio hasta noto un poco de dolor y eso me excita más, Gimo al sentir su dedo metiéndose lento debajo de mis mayas negras y él se aparta y me mira, su mirada se vuelve feroz y acaba besándome más brusco de lo que lo estaba haciendo mientras él sigue con su movimiento de dedos hasta que añade otro más mientras me besa el cuello hasta qué...

—No tío no puedo creer eso que acabas de hacer -se escucha desde muy lejos, pero cerca para poder oírlos— has cogido un puto sapo con las dos manos.

M****a.

—Myles. —digo jadeando—Myles para, van a venir y nos van a ver.

-Solo necesito Un minuto más -dice mientras sigue comiéndome todas las partes del cuerpo que puede- Uno más.

Jadea, y a mí es lo que más me excita de todo, el gimiendo y lleno de solo por verme disfrutar, hace un movimiento bastante raro de dedos que hace que me agarre a su sudadera y gima un poco

No sé exactamente qué ha Sido, si su mirada hacia mí cuando se me ha escapado el gemido o que él me esté besando cada vez con más fuerza y deseo, pero eso ha hecho que note que me falta muy poco para que termine de correrme del todo, me besa en los labios esperando al momento mientras noto que sonríe debajo de sus besos lentos con lengua que se van haciendo más rápidos dependiendo de mi respiración, empiezo a ir agitada y Gimo un silenciosamente para mí, me susurra al oído:

Justo en ese momento que empieza a besarme de nuevo puedo notar que añade dos dedos más y ahora sí que empieza a faltarme el aire, lo noto que está cerca y no puedo parar de hacérselo saber, le muerdo el labio en uno de los besos que me da y joder, aquí está, Gimo y Gimo y Gimo, Myles me tapa la boca con su mano libre y por fin consigo deshacerme de su mano y apretó la que tiene dentro un poco más fuerte para dentro de mí para terminar del todo, el me muerde y tira de él mientras me limpia la sangre que tenía.

—Sigues prefiriendo un consolador?

Gimo al notar que sus dedos han salido ya de mí, pero sigue tocando el círculo, Cuando escuchamos a los chicos más cerca, Myles hace el amago de mirar a otro lado, pero le cojo la mano, la termino de sacar de mi ropa interior, le miro y le chupo los dedos por encima de mis ojos verdosos claros y sé que eso le ha gustado más de lo que ha hecho en estos... Maldita sea han sido 5 minutos justos.

Se muerde el labio mirándome como chupaba sus largos dedos hasta que los chicos entrar de nuevo mientras hablan algo de un sapo.

Después de fumar estamos todos riéndonos y jugando a juegos mentales con mi móvil, Myles me pide el mechero mientras es su turno en el móvil, mi prestigioso mechero de Saylor moon lo tengo vigilado porque sé que me lo van a robar, suena un teléfono móvil, es el de Myles y él decide rechazar la llamada, al minuto alguien llama a Ginger y lo coge sin mirar, pone el altavoz.

Una voz femenina, Myles levanta la cabeza con tal rapidez que ni flash. Cierra los ojos y le da otra calada al porro

—Ehmm.. Si está aquí conmig...

—Ayayay! -Grita Kat

La miro asustada por saber que pasa

—Jericho! ¡Mátala! ¡Es más grande que mi puta mano!

—Ya voy! No veo nada, Myles dame mi móvil.

Myles levanta las manos hacia la boca como diciéndome que me calle y no lo pillo hasta que escucho:

-Quien coño es esa?