Omitiendo leyes

Más tarde Lucas por fin lograba llegar, cuando subió en compañía de Ana, ni siquiera noto lo lejos que estaba, pero ahora que le tocó bajar caminando solo, el camino se le hizo terriblemente largo.

—Hijo por qué has tardado, Ana y tu primo tienen rato que han llegado.

—¿En dónde está Ana, abuela?

—Está en la habitación con Mario, ojalá arreglen sus diferencias.

Él no quería para nada que las arreglaran.

—Me marchó Nonna estaré algunos días en la ciudad, antes de irme paso a verte.

—Está bien hijo, no te vayas a ir sin venir a verme.

Sandra veía con tristeza cómo entre sus nietos había rivalidades, uno siempre queriendo lo que tenía el otro.

Elena sonreía satisfecha, había pedido a la azafata que tomara aquellas fotos, se imaginaba la reacción de Ana al verla y eso le divertía.

—¿Qué haces ahí riendo sola hija? El que solo se ríe de sus maldades se acuerda.

—¡Ay, papá! Tú siempre sabes lo que sucede conmigo.

—Te conozco exactamente hija, tanto como la palma de mi mano.

Su esposa antes
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App