Ana se quedó callada, después de todo, aunque no le gustara, Mario tenía razón en todo lo que le acababa de decir, y en verdad deseaba que apoyarlo, pero a veces las circunstancias la superaban y eso la desesperaba tremendamente.Al evento para recaudar fondos, Mario decidió enviar a Vitto en su representación, se sentía agotado, y no deseaba ver la cara de toda esa gente, siempre aparentando, intentando ser más que el otro.Esa noche se acostaron uno al lado del otro, sin hablar, el ambiente era gélido, cada uno sumido en sus pensamientos.Por la mañana, cuando Mario despertó, Ana no estaba a su lado, se levantó a buscarla, no la encontró por toda la casa, pensó que lo había abandonado, se sentó en la sala, cubrió su rostro con sus manos, y lloró, lloró como un niño, de pronto se sintió solo, una extraña sensación se instaló dentro de su pecho.—¿Te pasa algo? —Al alzar la mirada, ahí estaba ella, vestida con ropa de ejercicio, se notaba agitado, que indicaba que había salido a corre
Mario vio en el chico una oportunidad para poner fin a la pesadilla que estaban viviendo, definitivamente le sería de gran ayuda.—Te pagaré muy bien si decides ayudarme, mi vida y de mi familia penden de un hilo muy delgado, nos atacó en nuestra propia casa en Madrid, ahora no sé si su presencia en este país sea porque nos ha venido siguiendo o sea tan solo casualidad, lo que si es que ha estado atacando los negocios de mi gente.—Entonces ahí está la respuesta que he estado buscando, no encontraba un patrón definido en las personas y negocios los ha estado atacando.—Quién lo iba a decir muchacho, quien menos pensé es quien me ayudara a atraparlo, ¿Estás seguro de que no dará con tu ubicación?—Completamente, jamás arriesgaría de esa manera a Ana y a los pequeños, llevo haciendo esto desde hace muchos años, ni la Interpol ha logrado atraparme ja, ja, ja.Mario observó a aquel chico, era tan escurrido como un fideo, nadie podría sospechar que era un gran hacker.Mario se sentó al lad
Todo había pasado tan rápido, Gabriel pensaba que fue muy conveniente que Thomas lo descubriera con Alondra, así no podría negarseSe sentía tan feliz que había descuidado los negocios y eso al escorpión negro no le estaba agradando, afortunadamente el Jeque murió antes de decirle que la chica había regresado, quizá por hacerles la vida imposible a Thomas y a él, se le ocurriera otra cosa para sus hijas.Algo tenía muy claro, nadie iba a alejar a Alondra de su lado, tenía que acabar con el Escorpión negro, solo así podría llevar una vida en paz.Se arrepentía de las cosas terribles que hizo en el pasado, cómo el haber acabado con los hijos de la que fue en su momento el amor de su vida, los odiaba tan solo porque no soportaba que fueran hijos de ella y otro hombre, le recordaban cada vez que los veía que ella había logrado ser feliz al lado de otro hombre.Se sentía triste cada vez que recordaba aquellos sucesos, con la resolución de divorcio entre sus manos, se dirigió hacia la casa
Ana abrió los ojos enormemente, Mario también estaba muy sorprendida.—Aquí le dejo unos multivitamínicos, y el número telefónico de una excelente ginecóloga, debe acudir a revisión regularmente.El médico salió de ahí, Mario lo acompaño hasta la puerta, después regresó al lado de Ana.—Gracias amor, me haces un hombre muy feliz.—Imagínate yo, que será la primera vez que tenga a uno de mis hijos siendo un bebé entre mis brazos.—Lo siento Ana, en verdad lo siento, te hice sufrir demasiado tiempo.Ana lloró de la emoción que sintió, tocó su aún esbelto vientre.Mario alzó su blusa y le dio un tierno beso.—Serás el bebé más amado del mundo, ¿Qué quieres que sea?—Lo que sea será bien venido.—Ahora le daremos la noticia a la familia, no sé cómo lo tomarán los gemelos.—Eso si será todo un reto, cómo pueden alegrarse, podrían ponerse celosos por completo.—Otro hijo, Ana, jamás imaginé ser tan feliz.Mario estaba muy enamorado de ella, adoraba a sus hijos, pero temía que por estar con
Tenía duda, era uno de los que más defendían el viejo sistema de heredar el poder y respetar los códigos, llamó de inmediato a Mondraco, el hombre aún no llegaba a su casa.—Aló.—¿Acaso me has traicionado?Mondraco supo de inmediato que Mario ya se había enterado de su reunión con el Escorpión negro.—Jamás te traicionaría y eso lo sabes perfectamente.—¿Por qué te has reunido con el Escorpión negro y si lo hiciste porque no lo entregaste?—Ese hombre estaba acorralando a mi gente para que yo aceptara reunirme con él, por eso acepte verle, en cuanto a porque no lo entregue, jamás faltaría a una promesa, no puedes entregar o matar a alguien con quien te has reunido así sea tu peor enemigo.Mario sabía que el hombre tenía razón.—¿A dónde lo has visto?—En una vieja bodega en las afueras de la ciudad, pero ahí ya no hay nada, en cuanto salí él también lo hizo.—¡Demonios! Era la oportunidad perfecta, ese hombre es muy escurridizo, ya la gente de los barrios dicen que se transforma, es
Poco después, varios regalos llegaron al salón, había hermosas cosas, eran los regalos que los hombres de Gabriel habían pedido para su jefe y su esposa.Más tarde se despidieron de Thomás y de los invitados que seguirían divirtiéndose, ellos salieron rumbo al hangar, para ir rumbo a su luna de miel.Thomás se quedó triste, se sentía completamente solo, no sabía que haría con su vida de ahora en adelante, ya nadie lo esperaría en casa al llegar.Así que por ese día se olvidaría de su tristeza y se dedicaría a festejar, ahora era el suegro del jefe, siguió celebrando con sus compañeros de trabajo, afortunadamente los conocía a todos, poco después una bella chica se acercó y lo saco a bailar, ese día se divirtió bailando como hacía mucho tiempo no lo había hecho.En el hangar, una hermosa novia y su flamante esposo abordaban el avión privado para volar hasta Hawaii.—No lo puedo creer, por fin conoceré Hawaii, gracias amor. —Le dio un efusivo beso.Así era todo con ella, por eso a su la
—Ana empezó a llorar desconsoladamente, no entendía que estaba pasando, de pronto lo que ella quería ya no era.—¿Dime que no es verdad?—Lo siento Ana, aquí la verdadera Dubedetti eres tú, no yo.Mario se acercó y la abrazó fuertemente.—Lo siento mi amor, en verdad lo siento.De pronto sintió que Ana se desvaneció entre sus brazos.—Ana, mi amor.La llevo hasta el interior de la cabaña, Lilian se acercó preocupada.—¿Qué ha pasado?—Se ha desmayado.Lilian puso atención en la foto que Ana tenía en su mano, la tomó en lo que Carmen echaba alcohol a Ana para intentar reanimarla.—Esta foto... —Palideció al ver de que se trataba.—¿Lo sabías? —Preguntó Mario.—Se la historia, pero jamás me dijo el nombre.—Enrico Dubedetti es su verdadero padre.—¡Dios! Su madre trató de tener el nombre de su padre muy bien guardado, ni a mí me lo quiso decir, solo dijo que era un hombre muy peligroso.—Y lo era. —Contestó Mario.—Ana empezó a reaccionar en ese momento.—Mi amor, ¿Estás bien? Ya viene
Mario corrió de inmediato al lado de Ana para intentar tranquilizarla.—No mi amor, nuestro bebé está bien, solo un poco pequeño, perdón por no estar contigo cuando despertaste he ido a verlo.—Quiero verlo.—No, hija, aún no puedes levantarte.—O me llevan o voy sola.A Mario no le quedó de otra más que pedir una silla de ruedas para llevarla, cuando estuvo frente a su bebé, no pudo evitar llorar aún más fuerte, era tan pequeño.—Míralo amor, es tan pequeño.—Así es mi vida, pero pronto será muy grande y fuerte.Ana se empezó a sentir mareada, Mario la llevo de inmediato de regreso, el médico les llamó la atención.—La señora no puede moverse, su estado de salud es muy delicado.—Lo siento doctor, ella pensaba que nuestro bebé había muerto, tuve que llevarla para que se tranquilizara.—Está bien, pero no vuelvan a hacerlo, no me responsabilizo si pasa algo con ella por andarla moviendo.Ana durmió toda la tarde, la perdida de sangre la mantenía débil.Cinco días después la daban de a