#21:
—¿Te está gustando el país? —me preguntó recostándose en la silla con la taza en la mano.

—Sí, realmente es todo lo contrario a lo que me había imaginado.

—¿Ves como no corres ningún peligro? Conmigo estás a salvo.

—Pues me alegra saberlo, a ver si es verdad que no me secuestran, o que me cambies a un pastor de ovejas por cuatro camellos.

—Si te cambiara, quizás me dieran dos.

—¿Dos camellos? —pregunté abriendo los ojos como platos, ¿ni siquiera los cuatro que yo había pensado? — ¡Qué horror, que poco valor tengo yo aquí! Entonces, no aceptes camellos, busca un jeque, ese al menos te daría acciones en su petrolera, o diamantes, qué sé yo.

—Millie...— sonrió, negando con la cabeza. — ¿para qué necesito petróleo o diamantes, cuando lo que quiero es a ti?

Me miraba fijamente y yo seguía con mi desayuno,tratando de evitarlo, pero era imposible, me sentía observada y claro, se me iban los ojos a él.

Contemplé la plaza una vez más, esa tranquilidad que se veía ahora tan diferente
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP