01

El timbre de clases sonó para que los estudiantes se dieran cuenta de que deberían de asistir a clases

Mientras que un alfa pelinegro seguía sentado bebiendo de su malteada sabor a fresas, ah, tan deliciosa, pensó

Todo pasó tan rápido cuando sus fosas nasales fueron obsequiadas por tal exquisito olor, viendo quien se encontraba entrando al colegio

Teo Kim, omega, eso ya se sabía que pasaría

—Muchacho, las clases ya empezaron hace cinco minutos

El alfa pelinegro asintió a regañadientes, colgándose la mochila en la espalda

Alejándose para irse a su salón, luego olería tal exquisito olor nuevamente

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Las clases de primera hora terminaron rápido, y ahora todos los salones salían a comprar en la cafetería o comer en el patio

Y nuevamente el pelinegro fue obsequiado por tal exquisito olor, haciendo su rutina diaria de dirigirse al pasillo y chocar, casualmente, con el rubio

Lo vio desde lejos con una sudadera demasiado grande, cubriendo su rostro con la capucha, viniendo acompañado de su mejor amigo, Teo

Pero ese olor a frutas combinadas, duraznos y deliciosas fresas eran las que más sobresalían, sabía de quien se trataba

Gracias bendita luna, gracias por esta oportunidad

Caminando lentamente para hacer que su hombro chocase con la del rubio, y así fue, haciendo que este se detuviera y volteara para encararlo

—¿Que te ocurre? ¿Es que acaso no te fijas? —preguntó casi explotando de la rabia, su noche fue la peor del mundo, y su día lo empeoró, y ahora ese alfa de cuarta le venía a recordar lo que no era

—Aurel... —susurró el rubio tras su mejor amigo, sabía lo vulnerable que se encontraba el castaño, ayer no había dormido nada ya que toda la noche la pasó llorando

—¡No Teo! ¿Te vienes a burlar? ¿Es eso? ¡Pues hazlo de una jodida vez! —gritó haciendo movimientos bruscos con su cabeza, y gracias a ello su capucha cayó, dejando ver su rostro totalmente demacrado

Los ojos del alfa se abrieron sorprendido, analizando sus facciones más definidas, pero demacradas

—Así que... si eres omega —fue lo único que dijo y eso fue suficiente para que el castaño explotara en ese momento

Las lágrimas empezaron a salir descontroladamente, tratando de limpiarse con las mangas de la sudadera

—¡Si, m****a! Soy un omega como me lo dijiste el año pasado ¿estas feliz? Porque yo estoy harto

Y Stephen entonces recordó aquella conversación que tuvo con el castaño el primer día en el que se conocieron

—Hola omega, me llamo Stephen Reich, ¿cómo te llamas tú?

—¿Que acabas de decir? — preguntó en ese momento un castaño con las raíces más luminosas, enojado en medio del pasillo

—¿cómo te llamas?

—No, yo no soy un jodido omega, seré un alfa, seré el alfa Aurel Parker—refutó mirando al pelinegro, quien lo miraba sin entender

—Pero yo siento tu olor

—¡No tengo olor! Aún no me presento

Aurel, yo en ese momento sentí el mismo aroma del que brotas ahora —informó recordando lo vivido con el omega un año atrás

Pero de enseguida recibió una risa sarcástica por parte del castaño

—Ahora resulta que eres brujo. Aléjate de mí —ordenó para seguir con su camino, siendo seguido por el rubio, quien miró al alfa aún sorprendido

—¿será su destinado? —se preguntó en un susurro aún sin comprender del todo la situación

Cualquier alfa hubiera reaccionado de la peor manera si hubiera sido tratado como Aurel trató a Stephen, pero este solo hacía caso y se retiraba sin buscar venganza alguna

Entonces Teo comprendió la situación.

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