02

Odiaba, verdaderamente odiaba llamar la atención por ser un omega con "rico olor", él quería llamar la atención, pero por ser un alfa, un alfa que volvía locas a las omegas

—Vamos Aurel, no te estanques —pidió el rubio tratando de darle ánimos a su mejor amigo

—¿Estancarme? Dios, Teo, mi padre dejó de quererme, me botó de la casa, él me odia tanto como yo lo hago conmigo mismo

El rubio se exaltó ante lo último que dijo el castaño, negando varias veces para seguido abrazarlo

—no digas esas cosas, porfavor, yo te quiero mucho —el castaño levantó la vista para ver a su mejor amigo, sonriendo por primera vez en el día

—eres el único que me quiere Teo, ni mi madre fue a buscarme cuando papá me echó de casa  —de tan solo recordar hacia que quisiera llorar más

Cuando su padre lo botó decidió quedarse en un banco del parque, pero al parecer Teo lo vigilaba, por lo cual cuando ni bien lo vio sentarse fue por él para llevarlo a su casa

—Mis padres también te quieren mucho, Papá Sack me dijo que quiere que te quedes en casa, y mamá Lia está más que de acuerdo

Agradecía al cielo al tener un amigo como Teo, de igual manera agradecía al cielo porque su mejor amigo tenía unos padres tan comprensibles

—Odio a la m*****a Luna —comentó tratando de olvidar la conversación anterior, no quería ser un peso para la familia Kim

Y al parecer Teo captó el mensaje, haciéndole conversación de cualquier otra cosa, hasta que con nervios se atrevió a pronunciar la siguiente pregunta

—¿Por qué Stephen sabía que serías omega antes de presentarte? —cerrando sus ojos antes de escuchar el grito del castaño, que jamás llegó

Pasaron varios segundos en el que el rubio se atrevió abrir los ojos, viendo lo perdido que se encontraba su mejor amigo en esos momentos

—Si quieres no me respondas, en serio Aurel

Los ojos del castaño se posaron en él para luego suspirar rendido

—Es un brujo —respondió serio

Pero Teo no aguantó más la risa que explotó en carcajadas, ocasionando que el castaño lo viera sin comprender

—Es que... —trató de respirar ante las lágrimas que salían — estamos hablando en serio Aurel

—Lo dije en serio Teo —contestó con un leve puchero que fue inconsistente para él

Fuera del salón se encontraba un alfa pelinegro que pasaba por ahí ya que estaban en hora de receso, escuchando la risa de alguien a quien conocía poco, y acompañado de él se encontraba ese aroma tan delicioso

—pareces un perro Steph —comentó su amigo que estaba junto a él entre risas, el alfa lo ignoró siguiendo oliendo —vale, vale, te seguiré 

Stephen rodó los ojos viendo como su amigo también levantaba más la nariz para oler la mezcla de olores entre frutas

Entonces comprendió que el olor a fresas se trataba de Aurel y otro a durazno se trataba de Teo, ahora sabía la razón por la cual no recordaba el aroma combinado de su omega

—Oye Steph, ¿tú también hueles al dulce durazno? La verdad es nunca en mi vida como alfa sentí tal cautivador aroma

—más te vale que no huelas las fresas, Eric —el nombrado asintió, acomodándose tras la puerta para escuchar lo que hablaban los dos omegas dentro del salón

Stephen enseguida miró al omega, no podía escuchar muy bien lo que decía porque su cabeza no podía pensar en otra cosa que no sea en su fragancia

—¿Que está diciendo? —preguntó a su amigo, pero el cenizo negó por lo visto en la misma situación de Stephen.

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