—Bien, Edward… fue divertido mientras… duro, pero se acabó… mataste a Richard a golpes… supongo que sería justo que yo hiciera lo mismo contigo —dijo Anna mientras se frotaba uno de su puños.
Anna se preparó para seguir golpeando a Edward hasta matarlo, pero justo cuando iba proseguir, alguien la golpeó fuertemente por detrás.
Anna cayó hacia un lado debido al fuerte golpe que había recibido en su cabeza, pero después de un breve tiempo estando aturdida, se reincorporo y miro a sus atacantes… eran dos mujeres de piel negra y cabello negro y dos hombre blancos con barba los que la habían atacado por la espalda.
— ¿Ustedes? —murmuro Edward sorprendido.
Alguien le había disparado a Jazmín en la cabeza matándola al instante, su cuerpo su vida cayo contra las escaleras, y debido al impacto de la bala un pequeño carcho de sangre se había formado rápidamente donde la cabeza de Jazmín reposaba.— ¡¿Quién hizo esto?! —dijo María sollozante y con la voz llena de ira, mientras se acercaba y empezaba sostener el cuerpo sin vida de jazmín.Edward al escuchar las palabras de María, dirigió su mirada hacia abajo donde una lucha encarnizada estaba teniendo lugar todavía.Fue en ese lugar donde Edward vio a Anna, apuntando un arma en su dirección con una sonrisa en su rostro y Edward supo al instante que había sido ella la que mato Jazmín, posi
Una gran depresión lo había estado hostigando desde que supo que le habían quitado la pierna derecha, Jacob después de haber sido operado y haber intentado inútilmente escapar. Había sido confinado por el doctor Nelson, hasta que llegara el momento del ritual.Lo habían puesto en confinamiento solitaria debido a su ataque a un doctor y Jacob había permanecido solo desde entonces.Desde que supo que había perdido una pierna, una gran depresión y desesperación lo había invadido ¿Cómo podía escapar de estas personas ahora que le faltaba una pierna?El doctor Nelson le había quitado la pierna derecha a partir de la rodilla y en estos momentos solo conservaba la mitad de la pierna derec
—Bien, aunque francamente creo que es inútil que te lo explique… al final simplemente vas a atribuir nuestras intenciones a la locura en vez de analizarlo con detalle.—Explica, después veré como lo juzgo.—Podrías pensar que somos un grupo de lunáticos que están dementes… ¿Verdad?—Ese fue mi primer pensamiento, lo admito.—Pues déjame decirte, que no somos unos dementes… tan poco estamos locos, de hecho no podríamos estar más cuerdos.—Explica todo claramente… deja de darle vueltas al asunto. La gente con máscaras que se había reunido empezó a encender varias hogueras entorno al altar de mármol, mientras que una persona en particular se subió al altar y encendió una hoguera más grande que las otras en la cima del altar.Después de haber encendido las hogueras, la gente reunida se ordenó en dos grandes filas abriendo un camino que llevaba directo al altar de mármol entre ellos.El tiempo empezó a pasar, Jacob pudo ver como un gran grupo de personas uniformadas que portaban barras de color negro del tamaño de un brazo y rifles de asalto marchaban en orden hacia alguna parte.Después de un periodo de tiempo considerable, el grupo de personas uniformadas habían regresado. PTú noviecito
— ¿Él escapo?—No… en eso debemos darle las gracias a Anna… fue ella la que lo capturo y en estos momentos se encuentra en nuestras prisiones.—Edward ¿Está preso? —cuando Jacob escucho estas palabras del doctor Nelson, empezó a sentirse triste, y un instante después la rabia lo invadió y la mirada que le dirigió a Anna estaba cargada de furia.—Esa es una buena mirada la que tienes... pero yo siendo tú no me haría ideas tan tontas… Anna te haría pedazos con solo una mano, incluso si estuvieras en óptimas condiciones y completo… por no hablar de que en estos momentos no estás… completo.— ¡Maldito imbéc
—Ahora… hermanos y hermanas, ha llegado su turno —dijo el sumo sacerdote, el cual empezó a limpiarse sus manos con un pañuelo que Miguel le entrego.—Jacob… ahora veras el verdadero espectáculo —dijo el doctor Nelson.— ¡Ahora limpien las almas de estos impuros! ¡Límpienlas atreves del dolor! —grito el sumo sacerdote.La multitud encapuchada empezó a rugir después de oír estas últimas palabras del sumo sacerdote, y empezaron a correr en dirección hacia el grupo de personas encadenadas y vigiladas por los guardias uniformados.Las personas encadenas empezaron a gritar de miedo y trataron de huir, pero de
Edward y Abraham después de despedirse de David y María, empezaron a correr al lugar que parecía una base militar donde en estos momentos, ocurría una lucha campal entre los lugareños de este pueblo y los antiguos presos.Edward y Abraham, después de correr durante un breve periodo de tiempo llegaron a las puertas de la base y lo que vieron allí les sorprendió.En estos momentos en la base, estaba sucediendo una lucha a muerte entre los habitantes de este pueblo los cuales estaban encapuchados y portaban máscaras de animal y los antiguos presos.Edward y Abraham, a donde sea que giraran su vista veían a personas luchando y matándose pero lo que más sorprendió a Edward, fue un gran
Edward y Abraham bajaron rápidamente hacia el primer piso una vez más, mientras observaban como la lucha entre las personas enmascaradas y los antiguos presos proseguía, sin saber ellos quien estaba en el lado ganador.— ¿A dónde vamos a hora? —pregunto Abraham.—Al siguiente edificio, tenemos... ¡Cuidado! —grito Edward, el cual se abalanzo hacia Abraham haciéndolo caer junto a él.Poco después de que ambos cayeran, Abraham pudo ver como un objeto delgado pasaba por encima de él.Casi instantáneamente ambos se levantaron, y lograron ver a una persona enmascarada que portaba un arco, les estaba apuntando