El ángel guardián

POV EILEEN

Después de comentarle a Heelal lo sucedido, nos dirigimos a ver la máquina a reparar.

Por ir tan a prisa ya que tenemos la producción del libro encima no pude ver un charco de tinta que salía de esta, y he aquí de nuevo, resbalo y Heelal me atrapa en sus brazos, a lo cual me pone de pie rápidamente y con una voz muy seca me dice: — Puedes procurar en tener más cuidado, pareciera que quieres morir todo el tiempo.

Mi cara de desconcierto, y a la vez de vergüenza hizo que me girara y me pusiera en marcha hacia la oficina.

En realidad ¿así parecía? Yo salí de ese lugar oscuro hace ya un tiempo y juré no volverme a hacer daño.

Una lagrima cae sobre mi mejilla. Una silueta pasa enfrente de mi oficina la cual claramente pude distinguir y es la de Heelal, pudo ver que se dirige a su oficina, en cambio Ares toca y le digo que pase.

— ¿Estás bien? Eileen. - en sus ojos hay algo de preocupación, pero también hay una sonrisa juguetona en sus labios.

— Le sonrío y asiento, mientras abro la bandeja del correo para poder escribir a Gerardo que, si Heelal había podido arreglar el asunto pendiente, continuamente abro Spotify para reproducir una de mis playlist en aleatorio.

— Claramente estás mintiendo, venías con la cara toda roja y temblando. - Ares hace una mueca y me toma de las manos. - Sé muy bien por todo lo que pasaste, y lo sé por la marca que vi en tus brazos, así que indagué con Nix y me comentó.

Mis manos se separan de las suyas. - Eso es muy personal Ares y prefiero no hablarlo.

— Solo digo que yo pasé por algo similar y no tienes nada de qué avergonzarte, sé que no nos conocemos bien pero me agradaría poder ser tu amigo. - su mirada sincera hace que sienta seguridad, entonces asentí con la cabeza. — Bien, tengo que irme porque hay mucho trabajo que hacer ¿te parece si comemos juntos?

— Si, claro solo deja le envío mensaje a Nix que comeremos juntos. - le doy una sonrisa y se gira para salir, justo cuando abre la puerta Heelal está parado ahí con un disco duro en la mano, Ares lo mira de mala gana al igual que Heelal y se va.

Heelal me observa, y mi cara de indiferencia se hace notar, a lo que él hace una mueca. — Eileen aquí está el programa. Su mano alza el disco duro.

— Ok, está bien cuando termines de instalarlo y ver que funcione correctamente envías un correo a los destinatarios correspondientes. - hago una ligera mueca y dispongo a abrir los archivos del trabajo pendiente, solo escucho que cierra la puerta y sus pasos alejándose.

Si, así es, estoy muy molesta por lo que me dijo, demasiado enfadada como para ignorarlo, sé muy bien que nos hemos encontrado en circunstancias que él ha tenido que ayudarme a no morir, pero no era la forma de hablarme. Dejó de pensar cuando comienza a sonar Helena- The My Chemical Romance, así que me concentro con los archivos pendientes y redactar el reporte del incidente del segundo turno, pero necesito el correo de Heelal para saber si ya logro arreglar el problema.

Ha pasado una hora por lo cual solo queda una más para que ya pueda irme a comer junto con Nix y Ares, cierto, estaba tan sumergida en el trabajo que olvidé enviarle un mensaje de texto a Nix para decirle que Ares nos acompañará, no creo que haya algún problema porque los vi juntos en la carrera. Pero ocupo saber si Heelal... — Pensando en el Rey de Roma. - digo en voz alta. Heelal estaba asomando la cabeza por la puerta.

— ¿Puedo pasar? - sus labios hacen una ligera mueca de lado.

— Pues ya estás casi adentro ¿no? - lo miro fijamente, y él se cuela de lleno en la oficina. —¿Lograste poner el sistema?

— Sí, así es, solo vengo a...

— Te dije que mandaras un correo a todos, así que. - señalo con mi mano hacia la puerta.

— Ya lo envié. - da unos pasos apresurados y queda enfrente de mi escritorio, a lo que yo me levanto con tal de verme imponente, pero Heelal si que me saca unos 30 cm encima.

— A mí no me llegó, ¿acaso me molestas a propósito? Si no te caigo bien solo dilo. - rodeo el escritorio y me cruzo de brazos poniéndome enfrente de él. — Nunca te he pedido salvarme ni que actúes como un ángel guardián al parecer eso hace que tu conciencia se remuer... - alzo la mirada para observa a Heelal y su mirada atraviesa la mía, es tan profunda al igual que el color gris oscuro de sus ojos, alza una mano hacia mi brazo y levanta la manga de mi blusa rosando con sus dedos mis cicatrices, y lo único que puedo sentir son unos pequeños toques eléctricos muy ligeros, a la vez me estremece el hecho que vea mis cicatrices así que le arrebato y bajo mis mangas de nuevo. No entiendo como pudo ver mis cicatrices si tengo mis tatuajes sobre ellas.

— Yo, lo siento mucho. - lo dice mientras rosa con su mano mi cuello, justo donde recuerdo que tenía mi otra marca hace un tiempo. Hace una mueca y lleva su vista a la puerta. — A veces hablo de más.

En mi campo de visión aparece Lisa la cual toma a Heelal de las manos y le dice: — Vámonos cariño. - me mira de reojo y veo algo de enfado en su cara.

— Eileen, vámonos. - la voz de Ares me saca del trance. — ¿Todo bien?

— Sí. - le sonrío. Tomo mi celular y nos encaminamos a la cafetería.

Al llegar ya estaba Nix ahí, nos hizo seña para sentarnos con ella, a lo que hice seña de que sí, pero tenía que agarrar primero lo que voy a comer, y ella hizo una seña de aprobación, al terminar nos fuimos a sentar a su lado.

—Me alegra que nos vayamos haciendo de un círculo más grande Eileen, eso de ser nada más nosotras comiendo no está bien. - Nix sonríe mientras le lanzo una uva la cual le da en la frente y rueda en la mesa.

— Lo que sé es que ya te llevas con Ares de hace tiempo y no lo habías invitado. - tomo un pedazo de pan el cual embarro de mantequilla.

—!Te equivocas compañera, nos conocimos un día antes de la carrera. - suelta Ares dándome una sonrisa.

— Ya basta, lo importante es que ya somos tres. - chilla Nix. Mi mirada literalmente la atraviesa porque pude distinguir a dos personas unas tres mesas delante de mí.

Heelal y Lisa, se ve que están teniendo una charla algo personal porque Heelal está haciendo muchas muecas y Lisa en cambio está tranquila pero su cara de solo te estoy tolerando se le ve mucho; a decir verdad Lisa es muy hermosa como una chica con una belleza indescriptible pero se ve empoderada junto con una mirada fuerte y seductora su cabello lacio color castaño claro en cola de caballo sumamente largo, su piel morena clara y un cuerpo como el de las modelos si ella quisiera podría ser una, al parecer por eso ellos eran novios son realmente hermosos. De repente Heelal coloca su mirada en mi y hace una mueca de fastidio y repudio, la cual me incomoda y veo a Nix platicando con Ares, lo único que quiero es que termine el turno.

La jornada la he sentido larga, y mis pies están abatidos, lo único que recuerdo es decirle a Nix que ella llevara el auto y durmiera conmigo en casa.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo