Me dirijo hacia la playa, el atardecer daba un magíco show de colores y la brisa del mar dejaba que mis fosas nasales se inundaran de su olor salino. Me dejo caer en un camastro, me quedo sentada alzando mis rodillas y metiendo mi cabeza en ellas, así mismo dejando salir un enorme suspiro.—Bueno, si quiera no estás confusa y molesta en tu habitación de casa. - giro hacia donde se encontraba esa voz tan amistosa. Un hombre de más o menos 30 años, con una sonrisa amable, piel bronceada y esculpida. Recostado de manera relajada en su camastro.— Lo siento no te vi, cuando llegué. - le devuelvo la sonrisa.— ¿Quieres platicar sobre eso? , soy Dominic. - Me dirije un saludo con la mano el cual yo acepto.—Eileen o Dyanne, como se te apetezca decirme. - hago una mueca. — ¿Tan mal me veo?— No, pero, ningún sentimiento o estado de animo debe reprimirse. Al parecer no son problemas en casa, sino con un chico.Abro la boca para decir algo, pero guardo silencio. — Solo fui un juego para él, y
POV HEELALVarios años atrás, Marsella. Francia.— Pero que estúpido eres niño, a tu edad yo ya sabía hacer todo esto a la perfección. - El padre Heelal le suelta una bofetada, la cual hizo que se le hinchara la mejilla y estuviese roja.El pequeño por un lado, soltó unas cuantas lágrimas antes de decir. — ¿Por qué me maltratas así padre? , si lo unico que hago es obedecer en lo que dices.— Pues no es suficiente. - otra bofetada vuela a la cara de Heelal. — Maldito sea el día en que tu "madre" te trajo aquí, o que sí, le dije que era muy mala idea. Y anda, que tienes que ir a dejar esto a todos los puntos de la ciudad. - el pequeño Heelal no entendía, el porque ninguno de sus padres lo amaba. El soñaba con una familia llena de amor, como a las que veía en los parques o las ferias.Heelal se apuró de inmediato a guardar todo lo que su padre le había encargado para ir a entregar, rápidamente. Ya casi terminaba de entregar los pequeños paquetes que le había dado su padre, era casi las 9
POV EILEENMe despierto algo adolorida y desorientada, recostada en el sofá de la suite. Nix me observa a lo lejos cautelosamente, mientras que Aker me tiene tomada de la mano.Doy un largo suspiro. — Me van a decir porqué me noquearon o solo me van a observar.—Eileen, si es verdad que él anda en lugares y con personas peligrosas, es mejor que lo dejes que resuelva. Al final nada le devolverá a Lisa. Pero, si para su calma es llevar el culpable a la cárcel está bien, lo entiendo por completo. - dice Aker, aunque en su cara disernio comprensión por Heelal.—Sabes, tu hermano y él se hicieron mejores amigos por lo sucedido con Lisa. Aker es el único que pudo entender su dolor en ese momento, aunque es obvio que el no te perdió. - trago saliva amargamente por lo que me acaba de revelar Nix. — Si tu hermano, confía que lo puede hacer solo, hazle caso. - el tono serio de Nix me toma por sorpresa.— Ok, está bien. Tomaré una ducha, luego veré un rato la televisión y dormiré. - ellos suelta
Un hombre algo mayor me daba la espalda, al parecer estaba lavando los trastes que había en el fregadero, mientras la madre de Heelal me señala amablemente que tome asiento. Todo el departamento se siente tranquilo pero no de una forma pasiva, en cambio de una forma sospechosa. Observo por todo el lugar para ver si hay una irregularidad. La madre de Heelal me pasa un vaso con agua. — O prefieres vino querida. - me sonríe. — Oh, no. Así está muy bien, gracias. - le devuelvo la sonrisa. — ¿Quién llego, Madeline? - habla el señor atrás de nosotros. — Al parecer es la novia de Heelal, querido. - las interrogantes comienzan en mi cabeza. — Oh, deja y la veo de cerca. - el señor me observa de pies a cabeza y luego sonríe. — Si esposa mía, es ella. Igual que en sus pinturas. Sin duda mi hijo tiene buen gusto. — Armando, no incomodes a nuestra nuera. - le da un golpe ligero al señor. — Le diré a Heelal que estás aquí. - Toma dirección a la habitación de Heelal. La energía flotando en la
POV HEELAL Mientras me quedo parado temblando por el tiempo que estuve paralizado, y por lo que le acabo de decir a Eileen. Mi cabeza palpita horrible, no me arrepiento de haberle dicho lo que le dije si es que puedo salvar su vida, estás personas que por todos estos años pensé que eran mis padres. ¡Que jodido! ¿no? . Las gotas de agua fría hacen que me controle y pueda volver a la normalidad. Todo es silencio. Tengo que pensar como hablarle a la policía, pero sobre todo mucho antes de eso tengo que saber quién es mi familia y porqué me dejaron de buscar todos estos años. Pero, ¿ quiénes son los Cabral? puedo jurar que me suena el apellido. Salgo de la ducha y me acomodo la toalla a la cintura. Abro la puerta con mucho cuidado para ver si no me esperan afuera y puedo ver qué no, me dirijo hacia mi cuarto de repente veo a Eileen atada de manos y pies con una mordaza en la boca. Completamente inconciente. —¿Qué carajo les pasa? - me exalto. —Solo vimos la oportunidad y la tomamos. -
Despierto aturdida y con una horrible migraña. Siento mis ojos sumamente pesados, no sé cuánto tiempo ha pasado, pero, ya no me encuentro en el departamento de Heelal. Un lugar sombrío y oscuro se encuentra a mi alrededor, solo una pequeña luz tenue atraviesa parte del cristal pintado. Por más que trato de desatar mis manos no puedo, y cada parte de mi se va durmiendo, hago un puchero cuando intento lamer mi labio y este duele. Al menos él está bien y ya a salvo con su familia, oh no, ya recuerdo la herida de bala, el golpe en el cráneo. Comienzo a estrujarme donde me encuentro, necesito saber si está vivo. — HOLA, HAY ALGUIEN AHÍ? - Solo hay sumo silencio. Al parecer no hay nadie y mi familia ya ha de estar buscándome. Tenían razón los chicos, debí haber esperado tiempo. Las cosas no se hubieran complicado y Heelal no estuviera sumamente herido.Siento que pasan horas, cuando se escucha un ruido proveniente de afuera. Risotadas en su esplendor acompañadas de pasos. La puerta se abre
Las cosas en mi vida aun tratan de ponerse en orden después de lo sucedido, después de lo que hice conmigo.Por más que he tratado de encontrarle explicación a mi colapso a todo ese dejo de vida que fluía en ese momento por mi mente. Por alguna razón aún sigo aquí y estoy poniendo todas las ganas para tener mi vida en orden, unos rizos largos de mi cabello color castaño rojizo me caen a lado de mis mejillas mientras me siento sobre el colchón de mi habitación y enciendo la tv para reproducir Spotify al instante suena As it was - Harry Styles, enciendo el ordenador y puedo ver que son las 04:36 pm , comienzo a hacer círculos con los pulgares sobre mis cienes, he dormido tan bien que puedo admitir que la ansiedad a dejado en paz mi mente y el ardor de ruido en mis oídos.Tocan a la puerta. -Eileen, cariño ¿todo bien? - Mamá abre ligeramente la puerta y asoma su rostro con una enorme sonrisa.- Sí. - le contesto. - Permíteme un momento y bajo a almorzar con ustedes. - mi Mamá cierra la p
El automóvil lo aparqué cerca de una línea de autos que no ayudaban en nada con el fluido de gente en la zona, varias personas se nos quedaban viendo, pero sobre todo no dejaban de mirar el auto, Eros vira los ojos por debajo de sus gafas de sol y una sonrisa maliciosa se va formando por sus labios. —¡Ya ves! Te dije que lo trajeras. Él habla de mi coche, es un Porsche 911 carrera color rojo, mamá me lo compró después de lo sucedido, para tratar de compensar su ausencia antes de todo, obviamente ahora es una madre siempre pendiente de sus hijos cuidándolos a sol y sombra, aunque le dije que no era necesario gastar demasiado dinero, pero no hizo caso y cuando vi ya estaba estacionado en la entrada de la casa.Le doy una ligera sonrisa, en cuanto nos acercamos más a la zona de carreras, es la única pista ahí, entre la multitud de gente busco a Aker con la mirada, pero Eros me jala del brazo llevándome hacia donde están los competidores.—Vaya, vaya quien diría que te encontraría aquí. –