GINEVRA:
Estoy intentando no quedarme dormida y eso que mañana tengo que madrugar y me caigo de sueño, pero quiero escuchar su voz, antes de irse me ha prometido que me llamaría y ya han pasado más de tres horas, no quiero llamarlo yo por si esta ocupado, no quiero molestarlo.
Al final el sueño acaba venciendome y me dejo llevar por morfeo, cuando me despierto porque la alarma del teléfono está sonando me doy cuenta de que he pasado la noche en el sofá, hacía tiempo que no dormía ahí. De hecho, desde que le pedí a Samuel que saliera de mi vida. Samuel es mi ex novio, era un egocéntrico y demasiado celoso. Con él pase dos de los peores años de mi vida. Nos conocimos en la universidad y cuando empezamos a salir todo era maravilloso, me trataba genial, como a una princesa, decidimos mudarnos y empezar a vivir juntos, pero entonces todo cambio. Empezó a decirme que ropa debía ponerme y que no, con quien podía hablar, me revisaba el móvil cada día y no se despegaba de mi más de lo necesario. Recuerdo un día que vio un mensaje de Ed en el que me decía de quedar para ir a un concierto, por ese entonces solo éramos amigos, nunca lo olvidaré y no porque el concierto fuera increíble sino por la paliza que me pego. Esa fue la primera vez que me puso la mano encima, tuve que faltar un mes a clase para que los moratones de mi cara desaparecieran y nadie se diera cuenta de lo que había sucedido.
Miro mi teléfono para ver si tengo algo de Jerome, pero nada, imagino que no habrá tenido tiempo de llamarme, esperaré un poco más antes de llamarle yo.
Llego al trabajo y Rebecca, que aparte de ser una de las chicas del grupo con las que salgo, también es la recepcionista de la empresa, me saluda con una calidad sonrisa y me da varias cartas. La mayoría para mí jefe. Entro en mi pequeño despacho y me dispongo a adelantar trabajo, aprovechando que mi jefe aun no ha llegado. Miro la hora e imagino que Jer ya habrá terminado el turno, pruebo a llamarle pero nada, no me lo coge.
Paso toda la mañana de aquí para allá preparando todo para el viaje de la semana que viene. A la hora de comer vuelvo a intentar hablar con Jerome, pero esta vez su móvil está apagado. Seguro que se arrepiente del beso de anoche, debe de ser eso. Y yo tan patética haciéndome ilusiones.
Al salir de trabajar decido ir al hospital en el que estuve ingresada el día del incendio, voy a intentar ver a mi médico, el doctor Muller. Jerome un día me dijo que eran amigos y seguro que él sabe donde puedo encontrarle. Quiero saber porque no me responde a las llamadas, pero no puedo ir así sin más, sería demasiado descarado, por lo que aprovecharé para donar sangre.
Cuando llego al hospital pregunto por el doctor Muller, la recepcionista me indica la sala y camino por los pasillos hasta encontrarla, justo cuando voy a llamar a la puerta está se abre.
—Ginevra ¿cierto? usted es la chica del incendio— dice mirándome y yo asiento.
—Si doctor Muller, venía a donar sangre y quería hablar con usted— digo.
—No puedo entretenerme ahora, hay alguien que me necesita.
—Lo entiendo, solo quiero saber...— No me deja terminar de hablar, me coge pornel brazo y me hace caminar con él por los pasillos.
—No debería decirle esto pero puesto que él está en coma y no deja de repetir su nombre, lo haré— dice mirándome.
—¿Quien? ¿Quien pregunta por mí?— pregunto confusa.
—Mi mejor amigo, Winchester, el bombero que le salvo la vida.
—¿Jerome? ¿Que le ha ocurrido? ¿Esta en este hospital?— pregunto preocupada.
—Tuvo un accidente anoche cuando iba hacia el trabajo, un coche invadió su carril y chocó contra él, ahora está en coma. Está grave pero fuera de peligro— dice él mirándome.
—¿Que? ¿Puedo verlo? Por favor... necesito verlo— digo con tristeza.
El doctor Muller me mira con tristeza y me lleva hasta una habitación, cuando abre la puerta no me puedo creer lo que ven mis ojos, esta lleno de cables y tubos, enganchado a varias máquinas que le ayudan a seguir vivo, no puedo evitar que un par de lágrimas caigan por mis mejillas. Me acerco hasta la cama y le cojo la mano suavemente, la acaricio.
—¿Se pondrá bien?— pregunto en un susurro.
—Si, es solo cuestión de tiempo que despierte, tiene que ser fuerte y se que lo es, es mi compañero— dice el doctor —Te dejaré a solas un poco con él.
El doctor Muller se va y yo me siento en la silla que hay al lado de la cama sin llegar a soltarle la mano. Ahora entiendo todo, porque no respondia a su teléfono. Ojalá fuese porque no quería hablar conmigo y no por esto....
Después de un rato sujetando su mano, siento como aprieta la mía con suavidad y mi mirada se queda fija en Jerome. Sus parpados se mueven ligeramente y entonces suelto su mano y corro hacia la puerta para pedirle al doctor Muller que vuelva.
—Llamen al doctor Muller por favor, rapido— le digo a las enfermeras que hay fuera en el pasillo y ellas asienten.
Vuelvo a la habitación y vuelvo a coger su mano acariciandola, poco después entra el doctor Muller.
—¿Que sucede?— pregunta mirándome.
—Me ha apretado la mano, ¿eso es bueno verdad? Además sus párpados se mueven ligeramente...
—Si, si lo es— dice él sonriendo —Necesito que me dejes espacio, tengo que revisarlo— yo asiento y me echo hacia un lado.
JEROME:
Escucho unas voces, una de ellas se dirige a mi, me es familiar ¿Rick? estoy completamente seguro de que es su voz, me cercioro de ello cuando consigo abrir los ojos.
—Jer, ¿como te encuentras?— pregunta mirándome.
—Dolorido, ¿que ha pasado?— pregunto confuso.
—Has tenido un accidente de tráfico, pero lo peor ya ha pasado tranquilo— dice sonriendo.
—¿Donde está mi móvil? Tengo que hacer una llamada— digo con la voz entrecortada.
Necesito llamarla no quiero que piense que soy un capullo. En ese momento veo que una mujer se acerca a la cama, es ella, no me lo puedo creer ¿que hace aquí?
—No necesitas llamar a nadie, estoy aqui— dice cogiendome la mano y acariciandola suavemente.
—¿Como lo has sabido?— pregunto confuso.
—No lo sabía, solo vine a donar sangre y quise preguntarle por ti al doctor Muller— responde —No respondías a mis llamadas.
—Os dejo a solas pero no te canses mucho Winchester, aún estás muy debil— dice Rick saliendo de la habitación.
Acaricio la mano de Ginevra suavemente y veo como retira su mirada de mi, ¿que le pasa?
—¿Ocurre algo?— pregunto.
—No, es solo que pensé que pasabas de mi... y te encontré aquí, de esta manera....
—Te prometí que te llamaría y esa era mi intención— digo.
—Lo sé...¿recuerdas algo de lo que pasó?— pregunta mirándome.
—Sinceramente, solo recuerdo tus labios— digo sonriendo.
—¿Estas bromeando?— dice ella.
—Vale si, me has pillado, pero me encantaría poder recordar solo eso— digo.
Veo como se sonroja sonriendo levemente, ahora si estoy seguro de que se siente tan atraída por mi como yo por ella. Tiro de su mano para que se acerque a mi y la beso suavemente en los labios, todo cuanto mi dolorido cuerpo me lo permite, pero entonces alguien interrumpe.
GINEVRA:
Me aparto rápidamente de Jer cuando siento que la puerta se abre, la cara de Jerome denota sorpresa, no se si eso es bueno o malo. Miro hacia la interrupción, es una mujer, y por cierto bastante descarada. Me recorre de pies a cabeza con su escalofriante mirada, tengo que admitir que ella es muy guapa. Sus cabellos son rojizos, ojos claros, alta, delgada, elegante cuando camina, pero se que es una víbora en el momento que veo sus ojos. Esta se acerca a Jerome por el otro lado de la cama y le esa en los labios.
—Mi amor, he llegado en cuanto he podido, Rick me lo contó— dice ella.
Mi cara debe de ser un poema, no me puedo creer que se la otra. Me aparto pidiendo disculpas y salgo, Jerome me llama pero lo ignoro, antes de cerrar la puerta, la mujer vuelve a abrir la boca una vez más.
—Gracias por cuidar de mi Jer, ha sido un detalle pero a partir de ahora yo me encargo— dice mirandome. Fue su último toque de gracia, y acabó por hundirme completamente.
JEROME:
—¿Que haces aquí Alexa?— pregunto confundido.
—Ver como se encuentra el futuro padre de mi hijos— dice ella.
—¿Que estas diciendo? sabes perfectamente que eso nunca pasará— respondo.
—Hace unas semanas en la cabaña no parecía eso— dice riéndose levemente.
—Lo pasamos bien si, ¿y? sabes que entre tú y yo solo hay eso, sexo— digo.
—Podría haber algo más....
—Yo no quiero algo más, lo sabes perfectamente. Ahora sí me disculpas me gustaría descansar— respondo.
—Esta bien, volveré más tarde— dice ella.
—Mejor no vuelvas— digo y Alexa sale echa una furia de la habitación.
Joder necesito hablar con Ginevra, intentar que me deje explicar toda esta situación. Seguramente haya pensado que Alexa es mi novia. Se que no me cogerá el teléfono y mucho menos querrá escucharme. La puerta de la habitación se vuelve a abrir y Rick entra.
—¿Como te ha ido con Ginevra? No sabía que entre vosotros hubiera algo— dice sonriendo.
—Asi hubiera sido de no ser...
—No me digas que te ha dejado— dice.
—En realidad es más complicado que todo eso, entre nosotros solo ha habido un par de besos, pero me gustaría que fuera a más colega— digo mirándole.
—¿Y cual es el problema?— pregunta confuso.
—Alexa.
—Pero entre vosotros solo había sexo ¿no?— pregunta.
—Si, eso es lo único que había. Desde hace tiempo tengo claro que no quiero nada con Alexa. Mi error ha sido no decírselo desde el principio.
—¿Y que ha pasado con Ginevra?
—Alexa entro y me beso delante de ella, se fue sin querer escucharme por eso necesito tu ayuda— digo.
—¿Mi ayuda? ¿Para que?— pregunta aún más confuso.
—Quiero que vayas a su casa e intentes convencerla de que vuelva al hospital, quiero solucionar todo esto— respondo.
—Haré lo que pueda, pero solo porque se que esto es importante para ti— dice él.
Rick sale de la habitación después de conversar un rato y decido descansar un poco, la verdad es que estoy agotado y los dolores no hacen más que empeorar la situación.
GINEVRA:De camino a casa no me puedo quitar de la cabeza idiota que he sido, ¿como no lo he visto venir? Esta claro que mi radar de capullos lleva muchísimo tiempo estropeado, de hecho, desde que conocí a Samuel ¿será siempre así?****Jerome ha estado llamándome desde ayer,pero lo que menos quiero ahora es escucharle ¿Porque tenía que mentir sobre esto? ¿Porque me duele tanto si apenas nos conocemos? no me puedo creer que haya sido tan tonta como para caer en esta situación.Al poco rato el telefonillo suena y me dirijo a abrir, imagino que será el cartero pero un par de minutos después alguien llama a la puerta ¿Quien puede ser ahora? sinceramente no espero a nadie. Coloco un poco mi pelo, pues aún hacia poco tiempo que me había levantado de la cama. Cuando abro la puerta me encuentro con el doctor Muller ¿que hace aquí? ¿cómo sabe dónde vivo? abro la puerta.—¿Doctor Muller?—Prefiero que me llames Rick ya que vengo de manera personal— dice él —¿Puedo pasar?— pregunta y yo asien
GINEVRA Ver de nuevo a Jerome ha sido un golpe duro, no sabía cómo reaccionar cuando me encontré con él y con aquella chica tan guapa, por suerte para mí, era su hermana. Una chica menos de la que estar celosa, ¿pero que estoy diciendo? ¿Porque debería estar celosa? él y yo no somos nada, ni si quiera hemos tenido algo, es ridículo sentir celos cuando apenas conoces a una persona. Seguro que lo que siento solamente es rabia por lo que vi en el hospital, si, debe de ser eso.Jer me ha pedido que hablemos después de mi turno en el restaurante. Tengo mis dudas, pero muy en el fondo lo único que deseo es volver a verle y estar cerca de él. Soy idiota, lo se.Termino mi turno bastante bien, la noche ha pasado rápido debido a que el restaurante estaba lleno, pero tranquilo ya que no había tantas reservas como días atrás y eso para nosotros, los camareros, es un respiro en toda regla. No tener que correr de un lado para otro del comedor es maravilloso. Me cambio de ropa quitándome la del tr
Cuando entro en su consulta ambos nos fundimos en un gran abrazo.—Jer, ¿como estas amigo?— dice él.—Mejor, mucho mejor, Rick. Parece que las cosas empiezan a salirme bien— respondo felizmente.—¿Tu y Ginevra?— pregunta receloso.—Asi es, por fin anoche quiso escucharme y lo entendió todo, todo amigo— digo sonriendo.—No sabes como me alegro de eso, ¿porque no vamos a tomar un café y me cuentas todo con más detalle?— dice él sonriendo.Paso gran parte de la mañana con Rick puesto que él apenas tiene trabajo y le cuento todo lo que ha pasado estos días. Se alegró por todo lo que me ha sucedido y sobre todo por deshacerme de Alexa después de tanto tiempo.****Voy a comer a casa de mis padres, pero solo porque mi querida hermana Amanda me ha metido en ese lio.—Hijo que alegría que estés aquí, ¿Como te va cariño?— pregunta mi madre sonriendo.—Mamá, todo va bien, yo también tenía ganas de verte— digo abrazándola.—Tenéis que solucionar las cosas tu padre y tu, odio que os llevéis mal—
Llegamos a casa de los padres de Jerome, que digo casa, a la mansion. Tiene un jardin delantero que es una delicia, la fuente de la entrada esta decorada con luces blancas y de color plata, uno de los aparcacoches que han contratado para esa noche nos da la bienvenida y Jerome le entrega las llaves de su coche. Apuesto que esta noche hay demasiados coches de este estilo en esta casa. No me extraña que Jerome se empeñara en comprarme este vestido, parece ser que la fiesta de cumpleaños no sera una fiesta intima, si no por todo lo alto. Nada mas entrar nos encontramos con una pareja de señores, aunque no demasiado mayores pero imagino que son los padres de Jerome y de Amanda, ya que la mujer se acerca hasta nosotros con una bonita sonrisa en la cara. Es rubia, tiene los ojos claros y la tez blanca, ahora entiendo de donde sale la belleza de Amanda, es igual que su madre. —Buenas noches hijo, gracias por venir— dice ella abrazandolo sonriente. — Feliz cumpleaños mama, te presento a Gin
GINEVRA: Hoy he pasado el dia con Loren, la madre de Jerome. Es una mujer fantastica, y se la ve luchadora, me ha enseñado fotos de cuando Jer era pequeño y me ha regalado dos para que las tenga y guarde como un recuerdo de su infancia. Ha sido un buen detalle por su parte. Hemos ido por la mañana a la peluqueria y alli nos hemos puesto guapas, despues hemos ido a ver unas cuantas tiendas, pero pronto ha llegado la hora de comer y hemos aprovechado para ir a un tailandes. Todo estaba buenisimo. Loren a elegido pato a la naranja con almendras y yo tallarines con verduras salteadas y salsa de soja, me vuelven loca. Cuando hemos terminado de comer, hemos vuelto a casa de Loren, tenia que soltarla alli puesto que yo habia llevado el coche y ademas, habia quedado en recoger unas cosas que habia querido dejar alli y que ella me habia dado para Jerome. Recojo las cosas y me despido de Loren, me ha encantado pasar el dia con ella, ademas, me ha contado muchisimas cosas que no sabia de Jero
—Me alegro de que te guste, te mereces esto y mucho mas— respondo sonriendo.—Queria decirte algo...—Dime— respondo un poco confuso.—Lo he estado pensando y...—¿Es por la edad?— pregunto imaginandome lo peor.—No cariño, no es por la edad, ese tema esta mas que zanjado para mi, ya te he dicho que no me importa que seas once años mayor que yo, te quiero igual. Es.... quiero que... bueno creo que si e conveniente que conozcas a mis padres.. quiero decir, yo ya he conocido a los tuyos y quiero, bueno creo conveniente por ti, que tu conozcas a los mios— responde ella mirandome y se siente un poco avergonzada.—¿De verdad?— sonrio de felicidad y ella lo hace levemente.—Claro que es verdad, creo que es el momento— dice.—Me parece perfecto, ¿cuando iremos?— pregunto intentando ocultar mi entusiasmo.—¿Podemos hacerlo la semana que viene? Elegiremos un dia que ambos estemos libres— responde y yo asiento.—Si, me parece perfecto. Gracias cariño, muchas gracias por esto— respondo cogiendo
JEROMEPor fin ha llegado el dia de conocer a mis suegros, debo admitir que estoy nervioso, quiero causarles buena impresion y tengo la sensacion de que mi edad puede ser un problema. Seguramente si tuviera una hija no querria que estuviera con alguien varios años mayor que ella. Once años son suficientes como para hacer notable la diferencia. Solo espero que todo salga bien.—Amor si no te das prisa llegaremos tarde— por increible que parezca Ginevra se ha preparado mucho antes que yo, y ahora me mete prisa.—Ya estoy casi, dame un minuto— nada mas terminar de decir eso ella entra en la habitacion y me mira sonriendo—Cariño, ¿de verdad crees que por ir vestido con un traje azul klein de armani vas a caerle mejor a mis padres?— pregunta ella mientras me mira y yo me encojo de hombros.—Puede que eso ayude, ¿no?— digo y ambos nos reimos.—Pues no cariño, porque tu estarias perfecto con cualquier cosa que te pusieras, venga vamos— dice instandome a que me de prisa.Termino de prepararm
Como cualquier otro sábado había salido con Edmund, bueno todos le llamamos Ed. Y aunque no tenemos nada serio se podría decir que lo pasamos bien juntos.Habíamos decidí ir a Phyros, un garito rockero que esta en el centro de la ciudad y que a ambos nos encanta. todos los fines de semana había música en directo y eso para mi era la cosa más placentera del universo, pero nosotros nos conformabamos con ir una vez al mes más o menos, era cuando nos solíamos juntar todo el grupo.Estábamos esperando a unos amigos con los que habíamos quedado allí, pero como de costumbre en ellos, llegaban tarde asique optamos por acercarnos a la barra y pedir un par de cervezas para hacer tiempo hasta que llegasen.—Rebeca acaba de mandarme un mensaje, están en mitad de un atasco— dice Ed tras dar un trago a su cerveza.—No entiendo como se las apañan para llegar siempre tarde— digo mirándole y suspiro.Doy un trago a mi cerveza y cogiendo a Ed de la mano me lo llevo al servicio de chicos ya que esta sie