Un nuevo día inicia en la casa de los Hoffmann, era un fin de semana, Mirai seguía dormida mientras tanto, sus padres terminaban de preparar el desayuno,—Cariño, quiero que dejes de trabajar— soltó de pronto el pelinegro como si nada cuando terminó de arrimar los platos—¿Qué? — preguntó ella pensando que había escuchado mal—Quiero que dejes de trabajar— repitió—Oye— ella iba a empezar a reclamar, pero él la interrumpió—Cariño…. Ahora estás casada conmigo y embarazada de mi hija—Eso no significa que tenga que dejar de trabajar— reprochó—Lo sé— la abrazó— ¿Entonces por qué quieres que deje mi trabajo?—No quiero que estés bajo las órdenes de Hans— el pelinegro besó su cabeza— sé que te cae mal y odias trabajar para él— el pelinegro sonrió— si dejas el trabajo entonces no tendrás que volver a verlo—¿Y qué te piensas que haré en todo el día si dejo de trabajar? — puso los brazos en jarras— tú trabajas en dos sitios a la vez, Mirai va a la escuela… ¿qué hago yo mientras tanto? — é
Allegra renunció a su trabajo al lunes siguiente… cada que recordaba cómo había sucedido se reía…— ¡Es hoy!... ¡Es hoy! — hablaba Noah emocionado—Cálmate— le pidió riendo su esposa…—Papi— la pelinegra llamó la atención de su padre— ¿estás borracho? — preguntó un poco desconcertada por la actitud de su padre—No cariño— contestó él— estoy feliz porque mami va a renunciar a su trabajo…— ¿Por qué estás feliz por eso? — la pelinegra miraba al hombre con ojos curiosos y una sonrisa de oreja a oreja—Porque al fin mami va a dejar de trabajar para el imbécil, egocéntrico, chocante, arrogante y estúpido de Hans— le respondió él como si nada— ¡Noah!... no hables así frente a la niña— reclamó su esposa con los brazos en jarras—He escuchado peores palabras del tío Paul, mami— confesó la niña—Debo hablar con Paul sobre esto— habló la pelirroja haciendo una nota mental para la siguiente vez que viera a su amigoEse día fue uno de los mejores de la vida de Noah, había decidido acompañar a su
El matrimonio Wagner estaba sentado en el lobby de su hotel, tenían en frente a un hombre de aspecto bastante lúgubre e intimidante que incluso les daba un poco de miedo. Jürgen era un detective privado el cual era famoso en Múnich por dos cosas, la primera, cobrar tremendamente caro; en sus tiempos dorados fue caza recompensas, lo cual nos trae al punto dos, era extremadamente bueno en su trabajo. Sin embargo, ese era el caso que más trabajo le había costado resolver, llevaba años buscando a la muchacha, la había buscado por todas partes y sus clientes le acababan de decir que ellos habían encontrado a la mujer por mera casualidad. Eso hería su orgullo como caza recompensas retirado y detective privado que era, sin embargo, mientras sus clientes le pagaran todo su dinero puntualmente a él no le importaba. —Necesitamos que descubras dónde trabaja para poder arrestarla y meterla a la cárcel —Tienes que tener cuidado— intervino Antón esta vez— está embarazada de unos 7 o tal vez 8
—Mamá… ya casi es tu cumpleaños— la niña hablaba con una sonrisa— ¿crees que papi te tenga un regalo? — la niña la miraba esperando respuesta de su madre —La verdad no lo sé cariño— respondió la pelirroja acariciando su gran barriga— sólo espero que no cometa ninguna tontería— habló en tono burlón — ¿Cómo en el día de San Valentín que se puso ebrio con junto con el tío Paul y se tatuó tu nombre en su trasero? — recordó la niña con una gran sonrisa —Justo así, cariño— contestó la mujer sin poder evitar soltar una carcajada al recordar cómo habían llegado Paul y Noah, completamente ebrios y con tatuajes nuevos en sus retaguardias…. —Más le vale no volver a hacer una cosa como esa o ya verá— habló mientras ambas mujeres salían de casa rumbo al auto — ¿Cuándo nace mi nueva hermana, mami? — preguntó la niña mientras abrochaba el cinturón de su asiento de seguridad en el auto —Según la medico en estos días, una semana o dos— respondió la mujer mientras ponía en marcha el auto— yo solo
— ¿Allegra Zimmermann? — habló el detective una vez que hubo divisado al matrimonio— soy Jürgen, detective privado de Múnich— le mostró una foto de ella cuando era más joven— ¿es usted verdad? —Soy… soy Allegra Hoffmann— se tocó el vientre como si tratara de proteger a su bebé de esos hombres— Zimmermann es mi apellido de soltera —Está bajo arresto por el secuestro de Harumi Wagner— esta vez habló Otis, el matrimonio Hoffmann supuso que el nombre de Harumi era el nombre que los Wagner habían escogido para su hija. El hombre mostró la orden de arresto a la pelirroja y sacó las esposas, de momento no podían hacer nada contra esa orden, pero no se iban a quedar de brazos cruzados, Cuando vio que el oficial se disponía a ponerle las esposas a Allegra, Noah intervino rápidamente, tenía experiencia en el tema, puesto que él ya había estado preso, sabía el procedimiento y no iba a dejar sola a su mujer con esos hombres ni un segundo —Oye— el pelinegro llamó la atención del oficial— soy N
—Este caso es completamente ridículo— gruñó Paul— y no debió proceder, porque para empezar la custodia es compartida y los demandantes ya lo saben… pero el abogado sobornó a alguien de los altos mandos y ya que me dejaron con las manos atadas procederemos— ni Noah ni Allegra habían visto a Paul en su faceta profesional de abogado/juez… su semblante comúnmente amigable y despreocupado había cambiado a uno de profesionalismo y seriedad total—Debido al estado actual de mi clienta— la señaló— la cual, está embarazada de más de 8 meses… ella se quedará en su casa hasta el careo, que será pasado mañana, en común acuerdo con el abogado acusador— todos estaban sorprendidos—Si, me puse en contacto con el abogado de la parte acusadora mientras Beast estaba atascado en el tráfico—
Dicha etiqueta era horrible, pero eso es lo que había sido y debía afrontarlo, ya que iba a cargar con ese estigma durante todo el juicio, de eso no le cabía la menor duda… Había sido un cerdo, sí, pero se prometió a sí mismo que se pondría de rodillas y le pediría perdón a su esposa apenas tuviera oportunidad. Ella ya lo había perdonado, sí, pero no podía dejar de pensar que todo esto era culpa suya. Noah había estado preso 5 años y sabía el infierno que se vivía ahí, sus tres tatuajes le recordaban esa época constantemente. La ley de la prisión “no escucho, no veo, no hablo” … debías seguir esa ley, sino, amanecías muerto… todos los presos tenían 3 tatuajes de su elección, los cuales simbolizaban esa ley. Nadie, excepto Allegra sabía que los tenía. El primero, un águila real tatuada en el lado izquierdo del pecho, cerca del corazón, que significaba la valentía y las ganas de luchar. Valentía para soportar todo lo vivido en ese lugar y ser lo suficie
—No puedes dormir, ¿verdad? — Allegra se sobresaltó al oír la voz de su marido —Pensé que dormías— confesó ella —No— respondió simplemente el pelinegro — ¿Te arrepientes? — preguntó él con una voz que ella no supo interpretar — ¿De qué tendría que arrepentirme?... —De conocerme… de haberte casado conmigo… de tener dos hijas conmigo— suspiró— de todo lo que ha pasado entre nosotros —No, claro que no— se apresuró a contestar ella— no me arrepiento de nada y no cambiaría nada— ella se pegó a su torso desnudo y lo abrazó— nuestras hijas son lo más bonito que tengo y eso te lo debo a ti— ella besó su pecho y se aferró a él con más fuerza —No quiero que pases ni un solo minuto en prisión— confesó con temor— estar ahí es horrible, no quiero que tú pases por eso… me moriría si algo te pasara — Tengo miedo… mucho— contestó ella en un susurro— pero si tiene que pasar para que yo vuelva a ser libre y a estar tranquila entonces que así sea… —Haber hablado con Paul esta tarde me ayudó muc