Los familiares y amigos de Allegra estaban en completo estado de estupefacción. Gerald y Thelma además de sorprendidos por lo que acababan de ver, estaban consternados por el hecho de que Johanna estuviera en prisión desde hacía 6 meses y ellos se estaban entrando ahora y eso, porque su sobrina se había presentado a declarar. Sin embargo, debían esperar para confrontarla y pedir explicaciones, de momento lo que se estaba tratando era el caso de Allegra. Además, sabían que ahora que su hijo se había enterado de la situación de su prima, él iba a mover cielo, mar y tierra para sacar a su prima de la prisión —Como habrá podido apreciar señoría— la voz de Paul sacó a todos del estado de shock en el que se encontraban— estas son pruebas irrefutables sobre la culpabilidad de los Wagner y el abogado, David Blanchard aquí presentes —Esas declaraciones no son válidas puesto que fueron realizadas bajo coacción— gruñó David —No me iban a decir nada si simplemente preguntaba… tuve que hacerla
Su esposa se había puesto de parto en el juzgado… y ahora el dolor había aumentado considerablemente en muy poco tiempo y fue en ese momento cuando le gritó a su esposo y él fue corriendo a su lado. —Estoy aquí, cariño… todo va a estar bien— tomó su rostro con ambas manos mientras ella simplemente asentía tocándose el vientre— es la bebé, ¿cierto? —Si— gimió con voz apenas audible— creo… creo que me he puesto de parto— miró a su esposo con lágrimas en los ojos— me duele mucho —Vamos— la tomó en sus brazos y se dirigió a la salida —Señor Hoffmann— Luther llamó la atención del pelinegro— este juicio no ha terminado —No me interesa su veredicto— gruñó dándose la vuelta para verlo— tengo cosas más importantes que hacer— dijo gruñendo mientras acomodaba de nuevo a Allegra en sus brazos— mándeme su veredicto por correo, si me da la gana lo leeré, después de que ya haya nacido mi hija— giró sobre sus talones hacia la salida —Yo conduzco— intervino Paul— Sophia, llévate mi coche, cariño
Paul condujo lo más deprisa que pudo rumbo al hospital, al llegar explicaron toda la situación a Kassandra, la ginecóloga de Allegra, quien se horrorizó al ver el cardenal de su ojo y los moretones consecuencia de la paliza que había recibido en prisión. Luego de una exhaustiva revisión, vieron que todo se encontraba bien y que efectivamente, Allegra estaba de parto con 6cm de dilatación. La mayor preocupación, que era el estado de salud de ambas se evaporó al saber por boca de Kassandra que todo iba bien y que lo único que tenía que hacer la pelirroja era aguantar las contracciones puesto que todavía tenía que dilatar otros 4cm más. Allegra no había pedido la epidural, pensando que podía resistir lo que fuera, estaba en la habitación junto con Noah quien sostenía su mano, las contracciones eran cada vez más seguidas y dolorosas, pero ella aguantaba lo mejor que podía, apoyada por su esposo, quien le daba palabras de ánimo —Sabes que eres la mujer más hermosa del mundo— habló Noah
Kassandra no sabía cómo era posible que el otro bebé se hubiera escondido lo suficientemente bien como para no verlo en alguno de los controles de embarazo de Allegra, se estaba empezando a temer lo peor, aunque recordó una vez en uno de los controles escuchó algo extraño en el corazón de la bebé, sin embargo, aquella vez lo dejó pasar pensando que era cosa del aparato, sin embargo, ahora que lo pensaba, quizá ese algo era el otro bebé que no sabían que estaba ahí, hasta ahora —¡Un alien! — Allegra estaba un poco fuera de sí— ¡me va a salir un alien por el ombligo! — eso hizo reír a más de uno en la sala —Créeme… algo saldrá… pero no precisamente por el ombligo— exclamó Kassandra, trataba de calmar a Allegra, pero la reacción de la pelirroja era bastante cómica —No puede haber otro… no puede haber otro… solo tenemos una cuna y ya nació mi hija… no puede haber otro más… —Cariño— habló Noah a su histérica esposa— hey, cariño— él tomó su cara entre sus manos para que lo mirara— tendr
A Mirai le costó compartir su trono con sus hermanitos, claro que sí, aunque esto era comprensible, porque tenía toda la atención de sus padres y ahora, a sus 8 años tendría que compartirlos con dos personitas más… Sin embargo, ella tenía algo que sus hermanitos no… la total y completa atención de su tía Johanna.Ella había logrado salir de la prisión poco tiempo después de Allegra. Paul defendió a su prima con uñas y dientes, la defensa de Paul, aunado con la evidencia que había ayudado a recabar en favor de Allegra, hizo que se redujera su sentencia. Cuando Johanna salió, Allegra estaba esperándola y como habían prometido, se fueron a festejar bebiendo shots de tequila y muchos mojitos La pelirroja cumplió un año en prisión y salió bajo libertad condicional portando un rastreador que vigilaba todos sus movimientos por 2 años completos sin poder salir del país ni del estado. Johanna constantemente se quejaba por el rastreador, decía que no combinaba con su ropa y que le hacía per
—Esto es ridículo— gruñó el pelinegro mientras se brochaba los botones de su camisa —No vamos a pasar por esto de nuevo, Noah— le respondió su esposa con evidente tono de fastidio sin dejar de mirarse en el espejo mientras se maquillaba —No puedo creer que te tomes esto tan a la ligera— gruñó mientras se abrochaba el nudo de la corbata… —Es una boda— respondió ella cruzando los brazos sobre su pecho despegando la vista del espejo para mirarlo a los ojos —Es una completa estupidez— gruñó mientras se ponía frente al espejo para ultimar los detalles de su vestimenta —A ver, Noah… ¿cuántos años tienes? — preguntó su esposa con los brazos en jarras… — 44 todavía… aún no cumplo los 45 ¿y qué? — cruzó los brazos sobre su pecho mirando a su esposa —Ya estás algo grandecito para hacer estas chiquilladas… —No son chiquilladas… es una estupidez— gruñó —¡Es la boda de tu hija! — gruñó ella enfadada —¡Exacto! — señaló a su esposa con el dedo— ¡por eso es una estupidez! —Debe ser un día
La pelirroja había salido al jardín de la mansión Hoffmann, donde se celebró la fiesta… estaba perdida en sus pensamientos cuando de pronto una voz la hizo sobresaltarse. —¿En qué piensas? — era su marido —En lo feliz que soy— respondió ella con una radiante sonrisa— en lo mucho que amo a mi familia… y en que la ceremonia fue hermosa… —Entregar a mi hija ha sido lo más difícil que he tenido que hacer en mi vida —Y todavía te falta Lyanna— lo picó su esposa —A esa niña la voy a meter de monja a un convento— gruñó— no pienso pasar por esta tortura de nuevo —Ella también tiene novio, sabes… además es tu ahijado— le recordó su esposa —Maldigo la hora en que acepté ser padrino de Gunther— gruñó Noah con gesto serio— ahora ese rufián me robará a mi bebé en un par de años— exclamó haciendo un mohín inflando las mejillas justo como sus hijos y ella no pudo evitar reírse —Y… ¿qué me dices de Dominik? —Mi hijo es un caballero—su semblante cambió— es el mejor partido para cualquier mujer
No recordaba nada, solo sabía que le dolía el cuerpo y no sabía dónde estaba… solo recordaba pequeños flashazos… ella luchando contra alguien, era alguien grande y pesado, por el olor a perfume podía deducir que era un hombre, ya que esa fragancia era totalmente masculina. Recordaba haber estado forcejeando con él… quería liberarse, la tenía aprisionada con el cuerpo grande de él sobre el pequeño cuerpo de ella… luego recordó un dolor espantoso, ella gritó y todo se volvió negro… solo eso, era lo que recordaba, y lo que nunca olvidaría serían sus ojos, los ojos negros penetrantes que la miraban con morbo mientras estaba ella tumbada debajo de él forcejeando. Ahora que había abierto los ojos se veía en una habitación grande y espaciosa se escuchaban pitidos de alguna maquina… volteó hacia el origen del sonido, estaba en el hospital al parecer, pero ahí en la habitación no había nadie, solo estaba ella… cuando giró su cabeza rumbo a la ventana pudo ver a sus padres, su madre estaba ll