El timbre sonó inesperadamente y Allegra fue a abrir y se encontró con Noah—¿Qué haces aquí? — dijo bastante extrañada—¿Puedo pasar? — dijo educadamente—Adelante— lo dejó pasarCuando Noah entró se encontró con una alegre Mirai que veía atenta la televisión mientras comía su desayuno—Hola, señor Noah— dijo la niña cuando vio al pelinegro—Hola, princesa, ¿Cómo estás? — dijo acercándose con una sonrisa—Bien, gracias, ¿y usted? — decía educadamente—Pues muy feliz, ahora que veo que te encuentra mejor y eso me pone muy contento— la niña le sonrió y Allegra solo escuchaba mientras lavaba los platos— por qué no me llamas por mi nombre— le dijo con una sonrisa— me llamo Noah, ya te lo había dicho—Me cuesta trabajo, señor Noah— la niña le sonrió a modo de disculpa—Tienes unos ojos preciosos, nena— se dirigió a la niña, quien le sonreía y luego miró a ambas mujeres— ¿Quieren ir a pasear conmigo? — preguntó y ellas lo vieron algo raro— a eso vine— sonrió— vine a invitarlas a comer—¿A
Iniciando la semana, a primera hora de la mañana, Noah fue a recoger a Allegra y a Mirai para llevarlas al trabajo de ella —¿Ya están listas? — dijo después de saludarlas —Si, ya estamos listas— dijo la pelirroja —Papá Noah, es cierto que van a tomar turnos para cuidarme un día tú un día mami— la niña hablaba con ilusión —Sí, preciosa— la tomó en sus brazos— ahora como soy tu papá te voy a cuidar yo también —Qué bien— dijo abrazándolo— me gusta tenerte como papá —Y a mí me encanta tenerte como hija— le dijo besándola en la frente —Y ya me estoy acostumbrando a no decirte señor Noah— señaló ella —Eso me agrada si me dices señor Noah me siento viejo muy muy viejo— la niña que lo observaba con ojos divertidos comenzó a reír —Ahora deja ayudar a mamá a subir las cosas al coche para irnos— dijo mientras la sentaba en un sillón y se encaminaba hacia Allegra que estaba terminando de preparar las cosas Noah ayudó a subir el nuevo cochecito de la niña y las demás cosas que necesitaría
—Déjame enseñarte que se puede disfrutar— le decía con cariño tratando de darle seguridad—Noah yo— ella lo miró, había algo diferente en su mirada.La primera vez, ella había visto unos penetrantes ojos negros, con las pupilas dilatadas, y lo blanco de sus ojos era rojo debido al exceso de alcohol y drogas en su cuerpo... pero ahora todo era diferente, no eran los mismos ojos negros y no eran el mismo hombre...Aquel hombre había sido rudo con ella y la había tomado sin ninguna concideración, su mirada estaba llena de maldad, sin embargo el hombre que estaba frente a ella ahora, era un hombre dulce, tierno y cariñoso, el cual, también era un buen padre y sus ojos, en sus ojos se veía amor y devoción, amor hacia ella y hacia su hija...—No será como la primera vez— le habló de una manera muy tierna que lograba transmitirle seguridad— déjame enseñarte lo bueno de esto, no quiero que me tengas miedo nunca másÉl comenzó a besar su cuello despacio para no asustarla le daba pequeños besos
Cuando regresaron del parque, la pequeña Mirai estaba dormida ambos la arroparon y se fueron a su cuarto —Fue un día lleno de sorpresas— dijo Noah cuando tuvo a Allegra en sus brazos— me agrada la idea de saber que tengo buena puntería, un nuevo bebé es genial— le dio un beso en la cabeza —Me da gusto que te agrade la idea— ella sonrió y lo abrazó —Ahora yo soy el que tiene una sorpresa para ti— ella lo miró con una sonrisa— ya que hoy es día para dar sorpresas... tenía la idea de dártelo esta mañana, pero con tu sorpresa del nuevo bebé simplemente me quedé en blanco, pero esto lleva en mi chaqueta desde hace dos días y creo que ahora es momento de dar mi sorpresa Se levantó, fue por su chaqueta y sacó un pequeño paquete y se lo dio con una sonrisa —Es para ti, cariño— le dio un beso al momento en que se la entregó Ella abrió la pequeña caja y se encontró con un anillo de oro blanco con una esmeralda en el centro y con pequeños diamantes alrededor ella no se lo podía creer —Sor
Un nuevo día inicia en la casa de los Hoffmann, era un fin de semana, Mirai seguía dormida mientras tanto, sus padres terminaban de preparar el desayuno,—Cariño, quiero que dejes de trabajar— soltó de pronto el pelinegro como si nada cuando terminó de arrimar los platos—¿Qué? — preguntó ella pensando que había escuchado mal—Quiero que dejes de trabajar— repitió—Oye— ella iba a empezar a reclamar, pero él la interrumpió—Cariño…. Ahora estás casada conmigo y embarazada de mi hija—Eso no significa que tenga que dejar de trabajar— reprochó—Lo sé— la abrazó— ¿Entonces por qué quieres que deje mi trabajo?—No quiero que estés bajo las órdenes de Hans— el pelinegro besó su cabeza— sé que te cae mal y odias trabajar para él— el pelinegro sonrió— si dejas el trabajo entonces no tendrás que volver a verlo—¿Y qué te piensas que haré en todo el día si dejo de trabajar? — puso los brazos en jarras— tú trabajas en dos sitios a la vez, Mirai va a la escuela… ¿qué hago yo mientras tanto? — é
Allegra renunció a su trabajo al lunes siguiente… cada que recordaba cómo había sucedido se reía…— ¡Es hoy!... ¡Es hoy! — hablaba Noah emocionado—Cálmate— le pidió riendo su esposa…—Papi— la pelinegra llamó la atención de su padre— ¿estás borracho? — preguntó un poco desconcertada por la actitud de su padre—No cariño— contestó él— estoy feliz porque mami va a renunciar a su trabajo…— ¿Por qué estás feliz por eso? — la pelinegra miraba al hombre con ojos curiosos y una sonrisa de oreja a oreja—Porque al fin mami va a dejar de trabajar para el imbécil, egocéntrico, chocante, arrogante y estúpido de Hans— le respondió él como si nada— ¡Noah!... no hables así frente a la niña— reclamó su esposa con los brazos en jarras—He escuchado peores palabras del tío Paul, mami— confesó la niña—Debo hablar con Paul sobre esto— habló la pelirroja haciendo una nota mental para la siguiente vez que viera a su amigoEse día fue uno de los mejores de la vida de Noah, había decidido acompañar a su
El matrimonio Wagner estaba sentado en el lobby de su hotel, tenían en frente a un hombre de aspecto bastante lúgubre e intimidante que incluso les daba un poco de miedo. Jürgen era un detective privado el cual era famoso en Múnich por dos cosas, la primera, cobrar tremendamente caro; en sus tiempos dorados fue caza recompensas, lo cual nos trae al punto dos, era extremadamente bueno en su trabajo. Sin embargo, ese era el caso que más trabajo le había costado resolver, llevaba años buscando a la muchacha, la había buscado por todas partes y sus clientes le acababan de decir que ellos habían encontrado a la mujer por mera casualidad. Eso hería su orgullo como caza recompensas retirado y detective privado que era, sin embargo, mientras sus clientes le pagaran todo su dinero puntualmente a él no le importaba. —Necesitamos que descubras dónde trabaja para poder arrestarla y meterla a la cárcel —Tienes que tener cuidado— intervino Antón esta vez— está embarazada de unos 7 o tal vez 8
—Mamá… ya casi es tu cumpleaños— la niña hablaba con una sonrisa— ¿crees que papi te tenga un regalo? — la niña la miraba esperando respuesta de su madre —La verdad no lo sé cariño— respondió la pelirroja acariciando su gran barriga— sólo espero que no cometa ninguna tontería— habló en tono burlón — ¿Cómo en el día de San Valentín que se puso ebrio con junto con el tío Paul y se tatuó tu nombre en su trasero? — recordó la niña con una gran sonrisa —Justo así, cariño— contestó la mujer sin poder evitar soltar una carcajada al recordar cómo habían llegado Paul y Noah, completamente ebrios y con tatuajes nuevos en sus retaguardias…. —Más le vale no volver a hacer una cosa como esa o ya verá— habló mientras ambas mujeres salían de casa rumbo al auto — ¿Cuándo nace mi nueva hermana, mami? — preguntó la niña mientras abrochaba el cinturón de su asiento de seguridad en el auto —Según la medico en estos días, una semana o dos— respondió la mujer mientras ponía en marcha el auto— yo solo