Capítulo 66 —Yo también tengo mis secretos Narrador: Y allí se hallaba, Janina y Sebastián; ella recibiendo todos los besos que él estaba dando de manera descontrolada.—Ya, Sebastián, déjame respirar —le rogó riendo, en un momento que pudo zafar de ese cariñoso momento.—Tuviste dos largos años para respirar, ahora no voy a volver a soltarte, aunque quieras, no volverá a suceder.—Escucharte decir eso y ver cómo me miras, simplemente llena mi corazón.—Mi amor, no me va a dar la vida, para compensarte por lo que hiciste. Y creo que, en el fondo, nunca me lo voy a perdonar.—Ya te dije que no tienes nada que perdonarte. Y me alegro que me creyeras, porque de esa manera te mantuve a salvo.—Físicamente sí me mantuviste a salvo, ahora mi corazón se rompió en mil pedazos, el día que saliste de firmar nuestro divorcio.—Lo sé, yo lo he tenido roto desde entonces. Y en todo este tiempo se ha vuelto a romper varias veces más, ya casi estaba hecho polvo pero por suerte hoy; Dios, la vida,
Capítulo 67 —Cada uno con su verdad Narrador: Ante la revelación de Sebastián, Janina había quedado paralizada, en medio del salón.—¿Cómo hiciste un hijo? —fue lo primero que se le ocurrió preguntar.—¿En serio Janina? ¡Cómo se hacen todos los bebés! —le respondió con sarcasmo—Sabes que no me refiero a eso —replicó un poco enfadada—Supongo que no —y agachó la cabeza, algo avergonzado—¿Por qué no me lo dijiste, que caso tenía ocultarlo? —ella trataba de entender lo que estaba ocurriendo.—Porque tú y yo, no hemos tenido una conversación civilizada, desde que volviste y, en vista, de lo que se suponía me habías hecho, no consideré la opción de contarte algo tan íntimo, cómo el hecho de que tenía un hijo.—Ahora entiendo a lo que Javier se refería, cuando me decía que tú también tenías cosas para contarme, pero que lo harías a su debido tiempo.—Supongo que te lo hubiera contado con el correr de los días —le dijo arqueándose de hombros—¿Con el correr de los días? —le reprochó—¿Ha
Capítulo 67 —LeonardoNarrador: Janina observaba en silencio a Sebastián sin responderle la pregunta que le había hecho, por lo que se la reiteró.—¿Podrás perdonarme?—No se trata de perdonar, Sebastián —le respondió al fin —se trata de que tengo que ordenar mis ideas y sobre todo lo que estoy sintiendo en este momento.—Decidas lo que decidas, yo lo acataré, pero quiero que sepas que cuando te sientes a pensarlo, pongas en la balanza que yo te amo con el alma y daría mi vida por ti.—Durante estos más de 2 años, no te haces una idea, cuántas veces soñé poder estar nuevamente en tus brazos y escucharte decir que me amabas. Para mí el tiempo estuvo detenido, sin embargo, tú al menos trataste de continuar con tu vida, yo no tengo derecho a juzgarte. Solo me duele que haya sido justo con ella, pero no tenías cómo saberlo, fue parte de mí estrategia para mantenerte a salvo. Así que si hay alguien que es culpable, en todo caso de haber alguno, soy yo.—¿Por qué no dejamos de buscar culpa
Capítulo 69 —Y hubo boda, otra vezNarrador:Habían pasado varias semanas, incluso un par de meses, desde que Carolina falleciera y la pareja se hiciera cargo, tanto de Leonardo como de Sabrina. Pero su día especial llegaba, la tan esperada boda de verdad, donde ya no era una farsa, donde ya no era una pareja actuando para la sociedad, si no era una pareja que se amaba y que lo único que quería, era compartir el resto de su vida juntos, así como también con sus hijos, porque era como consideraban a Sabrina y Leonardo, pero también a los que en futuro vendría, los propios, frutos de ese amor, que ni siquiera pensaron pudieran sentir cuando se pusieron, frente a un sacerdote, la primera vez.—No lo puedo creer, Janina, te vas a casar otra vez con Sebastián, esto solo pasa las telenovelas.—Rosalinda, ni te imaginas lo que pasa por mi cabeza en este momento. Si tan solo aquel día, hubiera sospechado, aunque fuera mínimamente, que esta historia iba a terminar así, me hubiera ahorrado todo
Capítulo 70 —EpílogoFrancis Wil:Para aquellos lectores que no quieren dejar a su libre imaginación algunos cabos sueltos que quedaron en esta historia, les hago un resumen de lo que yo imaginé que pasaba en esta historia. Daniel, desde que se convirtió en abogado, se metió con la gente equivocada y ayudó a malversar fondos en varias empresas y al lavado de dinero de la mafia. Sintiéndose acorralado por estos delitos, sin poder librarse de la justicia y sabiendo que era peor caer en manos de la mafia dado que él había hecho transacciones en su propio beneficio, decidió que lo más conveniente era quitarse la vida. Por ende, se suicidó.Carolina padecía una enfermedad rara, pero terminal e incurable, que la llevó, luego de dos años de luchar con ella, definitivamente a la muerte. Ella siempre estuvo enamorada de Sebastián y por eso fue que ideó todo ese macabro plan. Ustedes ya saben en qué terminó. Sebastián, abrumado por su salida de la cárcel, destruido como hombre, como persona, co
Capítulo 1 — y hubo bodaNarrador:La majestuosa iglesia se erguía imponente, sus altas paredes resonando con un silencio expectante. De pronto las anchas puertas se abrieron de par en par para dar paso a Janina, la novia, envuelta en un inmaculado vestido blanco de encaje que fluía con elegancia, tal cual como si fuera una princesa. Un espeso tul cubría su rostro, ocultando así su mueca de dolor y sus ojos al borde de las lágrimas, no de felicidad sino de frustración. Avanzaba por el pasillo central, a paso lento pero firme, tomada del brazo de su padre. Bajo la atenta mirada de todos los presentes. Sebastián, impecable en su traje oscuro, la aguardaba en el altar con una mirada que oscilaba entre la resignación y la hostilidad. La boda, no era un enlace por amor y se convertiría en una actuación magistral para mantener las apariencias. Una vez que Janina estuvo frente a él, le cogió la mano que el padre le entregaba, trató de verla a través del velo, pero le fue imposible, la conocí
Capítulo 2 —Un ególatraNarrador:En el animado patio de la casa, el hermano mayor de Janina la llevó hacia un grupo de amigos, para presentárselos, luego de la intensa conversación sostenida con su padre minutos antes de que sus amigos llegaran. Los jóvenes del grupo, al ver a su amigo acercarse con ella se diluyó, quedando solo Sebastián, su mejor amigo, es que nunca le dejaba solo por peor que fuera la situación—Janina, quiero que conozcas a Sebastián, es un buen amigo mío—Hola Janina, ¿cómo estás? —le dijo Sebastián con una sonrisa superficial y extendiéndole la mano—Hola Sebastián, encantada de conocerte —respondió la joven tratando de ser amigable—Ah, por fin conozco a la hermanita menor de la que tanto me ha hablado Max —dijo mirándola de arriba abajo —espero que no seas tan ruidosa como tu hermano —acotó con sarcasmoJanina le sonrió de medio lado, mostrando así su enfado ante las palabras de Sebastián. Luego de la incómoda presentación, la joven se retira para reunirse n
CAPITULO 3 — DespreciableNarrador:Janina recién había llegado de su clase de inglés, una de las últimas que tendría antes de ingresar a la universidad, pues ya estaba cursando los últimos días del último año. Se dirigió directamente a su dormitorio con la intención de darse una ducha y luego ponerse a estudiar. Y casi pudo lograrlo, pues luego de su ducha, cuando ya iba a sentarse en su escritorio para estudiar, su madre ingresa para interrumpirla—Hola Janina—Hola mamá, que raro tú en casa a ésta hora —le dijo con sorpresa—¿Acaso tengo horario para estar en mi propia casa? —con el tono dramático que acostumbraba acompañarla —y se sentó al borde de la cama que se encontraba a la espalda de Janina—No, ma, no es eso —y se volteó para quedar frente a ella —es solo que a ésta hora, estas en el club tomando el té y jugando, a lo que sea que jueguen, con tus amigas—Hoy no tenía ganas—¿Qué sucede mamá?—Nada hija—A mí me parece que sí y que es algo grave —ahora estaba realmente preoc