Emily no se detiene y camina, siente una furia tremenda porque ella no escuchó lo que ellos hablaron, pero si miro cómo esa mujer le pasaba su mano por el cabello y el rostro y él sin ni siquiera moverse y eso la enfureció mucho. Ella sabe que Michael es un hombre fácil de seducir y que las mujeres, como esa, rápido lo convencen. Virginia aprovecha para detener a Michael de la mano, ya que ve que su prometida lo está rechazando, ella finge consolarlo.— ¡Maldito mujeriego! Quién lo iba a decir, que es un casanova de primera. — ella va alegando consigo misma, no se percata de que la están siguiendo. Busca un auto y mira que no hay ningún chofer a bordo de ninguno de los que hay ahí estacionado. Entonces decide salir a la carretera.— ¿Por qué tan sola cuñada? ¿Y menos en la noche, que las calles son tan peligrosas?— Solamente voy a tomar un taxi, no se preocupe, estoy bien.— ¡Vamos!, suba al auto y yo la voy a llevar.— Ya le dije que me voy a ir en taxi. No hay necesidad de que se m
Parte del día lo pasó así, como flotando, hasta que tuvo una conversación que fue una especie de cable a tierra. Su celular empezó a vibrar, miro el número y no lo conocía, ya que decía privado. Colgó las primeras tres veces, pero al ver que insistía mucho. Cogió la llamada.—¡Halo! —cascó esperando contestación.— ¿Qué tal? ¿Preciosa? ¿Estaba preocupado por ti? ¿Llegaste bien a tu apartamento anoche?— ¿Quién eres?— Soy tu cuñado, es que anoche me quedé un poco preocupado.—No hay de qué preocuparse, estoy bien.— ¿No te parece una locura lo de anoche? Esa mujer es de armas tomar.—No me interesa saber. —Emily trataba de zafarse de la conversación, pero se le estaba haciendo cada vez más difícil.—¡Mi hermano, está metido en problemas!— A ver, no entiendo. ¿Qué quiere decirme?— Mi hermano está metido en asuntos de faldas, ¿no?— ¿Habla, claro?— Mis padres quieren que se case con Virginia, la chica que vistes a noche.—¡Qué bien! Eso no lo sabía —ella no le da importancia, aunque
Todo estaba oscuro, él encendió unas luces y pasaron por un pasillo pobremente iluminado, salgo por unas lucecillas en el suelo de concreto. Unos pasos más bastaron para que ella se topara con una casa impresionante. Era una especie de escondrijo moderno, de aspecto casi de galería de las grandes ciudades.El techo era alto, no, altísimos. Plantas flotantes y cuadros de arte abstracto distribuidos por todas las paredes de concreto gris. En el medio, un espacio en el que, al mirar el techo, había un enorme tragaluz. Esa noche, el brillo de la luna bañaba todo el interior. La llevo a un pequeño edificio de tres plantas.Un lugar demasiado grande para una sola persona. Se preguntó si había alguien que se encargaba de la limpieza o si lo hacía él mismo. Quizás eran preguntas tontas que se le aparecían porque estaba demasiado impresionada con todo lo que estaba pasando. La casa de él era diferente a lo que estaba viendo en ese sitio.— Ven —volvió a insistirle al tomarle la mano y llevarla
Le recordaba que era un tipo fuerte y capaz… Y que estaba listo para ir a una segunda etapa. Se quitó el resto de la ropa, salvo por los vaqueros. Incluso los zapatos. El suelo era de madera que estaba atemperada especialmente para el frío invernal. Así que movió un poco los dedos de sus pies y se sintió cómodo, a punto de seguir con lo que se tenía previsto.Se estiró un poco y respiró lento y profundo. Parecía prepararse para una especie de batalla, un evento especial. De alguna manera, estar con ella sí lo era. Una sesión era el momento en el que poco a poco se iba despejando de su ser común, del personaje de hombre poderoso y sofisticado. En una sesión, Michael, era un dominante en el que le gustaba ejercer el control y el poder sobre un cuerpo.Emily, no obstante, no solo era un cuerpo, también era una mujer que parecía calzar perfectamente en cada uno de sus gustos y preferencias. Ella le hacía recordar que su ser como tal era ideal y que podía ir tan lejos como fuese necesario.
La erección estaba a punto de explorar, así que le pareció señal más que suficiente como para que se preparara para introducirse. Se levantó, tomó un poco de aire y le penetró casi que en un solo movimiento. Ella hizo un gemido largo y cuando Michael estuvo en la posición en la que deseaba estar, lo demás vino prácticamente solo.Las embestidas eran más suaves de lo que está acostumbrado. Él estaba en su ambiente natural, así que era de esperarse que se comportara de esa manera. Mientras tanto, ella, recibía su rigidez sin parar, prácticamente en una seguidilla que casi la llevaba a la locura. Sin embargo, no solo era la forma en cómo la cogía anteriormente, sino también el estímulo que recibía su trasero.Él movía un poco el plug, suave, claro, para no alterar el hecho de que ella estuviese tan excitada. Ser brusco no era la opción. Tenerla así, en esa posición, bajo ese tipo de máquina de placer lo hacía sentir como si fuera el hombre más poderoso del mundo, que era capaz de dominar
Estaba en su oficina, revisando la contabilidad y una fuente confiable de la policía le dijo que Michael estaba siendo objeto de investigación. Para él, era más de lo mismo. De hecho, no le quiso hacer mucho caso porque no era la primera vez, pero la voz se escuchaba un poco preocupada. Quizás más de lo que esperaba.—¿Qué es lo que te preocupa en particular?—Parece que tienen un testimonio de alguien importante. Estos tíos quieren pescar a ese pez gordo a como dé lugar y ese informante les cae como anillo al dedo.—Necesito que me cuentes más.—Trabajó también para Marcos Finac, así que conoce al chico desde que era un crío. Eso es más que suficiente como para que le metan una sentencia, porque comprobaría que no todo fue un asunto inocente desde que metió en los negocios.—¿Hay algo más?—Es posible, pero no sé mucho por qué no tengo contacto directo con el caso. Creo que es momento de que le digas a tu cliente que está en serios problemas y que seguramente no habrá suficiente plat
*EMILY*Estoy muy molesta conmigo misma, soy una completa idiota, no sé cómo demonios caí en este juego. Dónde las que la llevo de perder, siempre soy yo. Bien decía mi madre que los hombres son puercos. Lo único que les interesa es un buen revolcón. Tengo que alejarme de este hombre sea como sea. No puedo seguir así. No salí de control de mis padres para ser la amante de esta bestia. Buscando unas cosas en mis maletas encontré una de mis agendas de la secundaria, donde hace algunos números de mis amigos en aquellos entonces, aunque no creo que todavía los conserven, pero no pierda nada con probar.Primero marqué el número de María, ella era una muchacha muy centrada. Ella siempre me dio muy buenos consejos. Marque tres veces no recibí contestación, así que probé llamar a Adrián, él fue mi mejor amigo. Aquellos entonces siempre bien serviciales conmigo. Ojalá me conteste, lo llamé dos veces, no pensé volver a marcar, pero. Lo intenté una vez más.—¡Halo!— Halo, Habló con Adrián.— ¿S
Según me contó Adrián, ellos son, no son de fiar el dinero y el poder que tienen, pueden destruir a la gente más poderosa. Quién iba a decir que Michael fuera 1 de los ejecutivos más importantes y aparte de ser el heredero de un negocio frondoso, hay muchas cosas que no sabía de ellos.— ¿Con quién demonios te metiste, Emily? Esa gente no me dejará en paz, menos ahora que saben de la existencia de mi hijo. — me reprochaba mentalmente, es que soy realmente una tonta.Estoy por volverme loca, llegó al apartamento. ¿Hay un auto que no conozco, aparcado en el parque del condominio, será de alguno de los otros ocupantes de los demás apartamentos? Abro la puerta del mío. No sé por qué tengo un mal presentimiento. Entró con cautela. No miro por ninguno a la señora Florinda la busco en la cocina, pero nada. Me dirijo a mi dormitorio cuando, de repente, una voz grave masculina me sobresalta.— ¿En dónde demonios estabas?— ¡Santo Dios! Me asustaste.— ¿Te hice una pregunta, en dónde estabas?—