Michael estaba pensando lo peor, quería matar a ese que había puesto los ojos en Emily y que la tenía en su poder, no lo iba a dejar huir tan fácilmente.— ¿Qué demonios te pasa? — una voz femenina resonó a su espalda.— Patricia, ¿qué haces aquí?— ¿La pregunta es qué haces tú aquí?— Este maldito tiene escondida a mi mujer.— Cuida tus palabras. Ten más respeto para con mi esposo.— ¡¡Tu esposo!!— Ven Adrián, te quiero presentar al amargado de mi amigo Michael.— Tu amigo, vaya, amigo, el que te cargas, mi amor— Es buena onda cuando se esfuerza. — ambos ríen a carcajadas, mientras se besan. — Disculpen, todavía sigo aquí, solamente quiero a Emily devuelta.— Porque insultabas a mi esposo, no comprendo tu enojo.— Porque tu esposo tiene escondida a mi mujer.— No sé de qué hablas. — caminando hacia su escritorio, tomado de la mano de Patricia. — Explícame esto. — sacó su celular y le mostró las fotos donde ellos almorzaban juntos y sonreían.— Ella es mi amiga, Emily, es mi amiga
Desperté desnuda solo con las sábanas de la cama. Me senté, miré que él está sentado con su traje impecable color negro. Está sumergido en su celular. Ahora entiendo todo.—Todo el tiempo eras tú.— Hola, querida. En esa bolsa está una muda de ropa alístate que salimos dentro de una hora. — ¿Qué hora es? ¿A dónde?— Son las nueve de la mañana y el avión sale a las once en punto, pero debemos estar antes, ya ordené el desayuno. Tomé una de las sábanas para envolverme en ella, tomé la bolsa que él puso encima de la cama, me dirigí al baño, saqué el contenido de la bolsa, había un vestido negro al cuerpo, ropa interior y un par de zapatos, un cepillo de dientes. Me baño rápidamente, me cepillo mis dientes y el cabello, me pongo la ropa interior, todo iba bien hasta que digo a ponerme el vestido, no me cierra, me lo compró a la medida sin contar que estoy más gordita. Estoy que batalló por subir el zíper, salgo del baño, frustrada. — ¿Qué te pasa? — El vestido no me cierra. Estoy eno
*EMILY*Nos subimos a uno de los autos que estaba parqueado en el parqueo de la mansión, un señor de mediana edad maneja el vehículo, al llegar a la casa de Michael, su madre me abraza y me susurra.— Mi hijo te ama mucho, eso, no lo dudes, solo dale tiempo que pueda expresar sus sentimientos. — ¿Usted cree?— Ahora la duda está ¿En qué sientes tú por él? — eso me desubico en eso, no había pensado en mis sentimientos hacia él. Ahuyento a muchas interrogantes que llegaron de golpe a mi mente. Algunas tenían respuestas. Otras aún no. Me encanta el sexo con él, medito a cada momento en él. Por Dios. ¿Qué demonios siento por él? Estoy por tener un colapso mental. Entramos a la casa, Michael se había adelantado para avisarles a sus trabajadores que arreglaran una habitación para su madre, él no quería reconocer, pero está emocionado de que su madre viviera con él. Una semana después…Emily se ha adaptado a la madre de Michael y la señora está alegre de estar con uno de sus hijos, se se
En el trayecto, ninguno se dirigió la palabra. Llegaron a la clínica con unos minutos de retraso, la enfermera los hizo pasar al consultorio. Ambos estaban nerviosos, era su primera experiencia de ser padres. Ambos estaban nerviosos. Llegó la doctora que les haría ver a su retoño a través del ultrasonido. Les explico el procedimiento, Emily se puso una bata, ella está nerviosa, él le ayuda a subir a la camilla, se acuesta, le desnuda su poco pronunciado, vientre le coloca el gel para que deslice la máquina. Les indica que miren la pantalla, los dos están en la luna, no ven nada, se miran con interrogantes, en sus rostros, hasta que la doctora les explica. Eso que escuchan ese latido cardiaco del feto, está casi formado, se le ven sus piernas y brazos. Trataremos de ver el sexo, algunos lo esconden bien, que es imposible de verlos a los cuatro meses. Ella pasa y repasa sobre el vientre de Emily. Ellos atentos a lo que ella tiene que decir. — Vamos, cariño, deja verte, al parecer es u
Estos dos días ella no ha visto a Michael. Por orgullo no le ha preguntado a su suegra sobre él. Almorzaron juntas, pero no quiso mencionarle nada de su hijo. Trata de ser lo más normal posible, aunque las preocupaciones la tienen muy distraída.— Cariño. ¿Quieres acompañarme a hacer unas compras? — le dice su suegra. — Claro que sí, eso me distraerá del encierro y las preocupaciones. — ¿Es bueno tomar aire de vez en cuando? — Ya somos dos la que reflexionamos así. — el chofer las llevó al centro comercial, Emily solo tenía ojos para la ropa de bebé. Mientras que su suegra miraba otro tipo de atuendos y no eran para ella, precisamente, que estará tramando.Miro las cunas, los accesorios, todo le gustaba, pero aún es muy pronto para esas cosas, llegaron a una tienda de ropa de marca, la madre le sugirió que se midiera unos vestidos que ella escogió. — Madre, no creo que sea necesario. — Vamos, cariño. Mídete estos lindos vestidos.— Pero son blancos, no me quedan bien con solament
Él, por instinto, le besaba su frente, aún no podía considerar que esa mujer lo haya atrapado, no solamente eso, sino que haya sembrado ese sentimiento de querer protegerla por el resto de sus días, entre más la observaba, se da cuenta de que ella es la correcta.—Estoy sorprendida. Yo nunca pensé dar este paso contigo.—Y yo nunca reflexioné darlo con nadie, pero aquí estoy en mi boda civil. Pronto seré padre y quiero hacer las cosas bien. ¡Enséñame a amar Emily!, mi estilo de vida nunca ha sido la responsabilidad, pero contigo todo es diferente.—Te diré que yo también estoy aprendiendo a amar contigo. No supuse que un hombre me atraparía. No quería compromisos con nadie, pero llegaste como un huracán y me arrebataste todo hasta la respiración.—La boda religiosa que la organicen tus padres, así tendrás cómo darles la cara y no se sientan defraudados por ti.—Todo este tiempo reflexionaste en eso. Eres admirable.—Que te puedo decir. Tú cubres la mayor parte de mis pensamientos.—¡L
Michael de inmediato la volvió a sentar para estirarle el pie, le acaricio la pierna hasta que se le quitó el calambre. No era la primera vez que él la auxiliaba, cuando le daban esos calambres. En el auto y siendo un hermoso domingo, Michael llevó a su esposa y madre a dar un paseo a uno de los zoológicos de la ciudad.Ella está encantada de ir a ver animalitos, ambas mujeres se divirtieron, la madre de él siempre les daba su espacio. Llegó la noche, salieron de ahí, su madre nunca había visitado uno, se divirtió conociendo algunos animales que solo por televisión los había visto.—Vámonos para la casa, quiero cocinarte para la cena, ya mucha comida de la calle, quiero algo casero.—Sus palabras son órdenes para mí, querida esposa. Me encantará degustar algo que tú cocinas.—Tengo en mente hacer una rica lasaña, ¿lo recuerdas?—Como olvidarme de eso.—Me vas a dar la receta, hija, yo también quiero cocinar rico.—desde luego que sí.—Ella es la mejor cocinando, madre.Llegaron a la c
—Pensé que viajaríamos en limusina.—Lamento que supusieras mal.—No importa, ojalá que donde vives sea mejor.—Es humilde. —susurro Emily, con una sonrisa. Al bajarse del taxi y ver el enorme condominio.—¡¡Guau!! ¡¡Aquí, Vives prima!!—Si este es un condominio, mi apartamento está arriba.—Hey portero, sube mis maletas. —eso le molesto a Emily, quien se disculpó con él, aunque él terminó llevándolas.—No abuses, Jessica, súbela tú misma.—Por favor prima, ese es su trabajo. Además, tú le darás propina. —Emily se molestó que le dijo al portero que bajara las maletas al suelo.—Súbela a tú misma. —Emily le hizo señas al portero para que no se moviera, quería hacer que la pedante de su prima subiera su maleta, aunque sea dé regaña dientes. La termino subiendo ella. Rosa se reía en silencio, entraron al apartamento.—Dios, ¿pero qué bonito apartamento tienes prima? ¿Dime dónde trabajas para costeártelo?—Eso no te importa. —contestó Rosa.—Y está metida ¿Cuándo se va? Ya me tiene a bomb