Narra Alessandro.
El timbre de mí alarma sonó, despertándome de mi sueño erótico con la mujer de ojos azules con la cuál soñaba últimamente, no tenía idea de quién era. Me quejé al ver el sol brillando a través de las ventanas de mi sala de estar. Tomé el teléfono y vi que ya eran más de las ocho. Me metí a la ducha y me bañe antes de ponerme uno de mis trajes. Luego bajé las escaleras para luego prepararme una taza de café y una tostada, después salí de mí casa, bajo mí pies estaba dos periódico (diarios), uno de estos era independiente, escrito por Robert Smith, un periodista entrometido con poca ética laboral, se encargaba de dejar a mal a todo tipo de empresas de mayor éxito, negocios locales y hasta exponer aspectos personales de ciertos empresarios. En muchas ocasiones ha solicitado una entrevista conmigo, pero ese hombre era un humano desagradable, además tenía que tener oculto nuestra existencia. Después subí al auto con dirección a mí empresa.
Una vez llegando me detuve en mi lugar de estacionamiento, apague el motor. Ingresé al edificio administrativo de Empresas Black, éramos una compañía especializada en recreaciones turísticas. El pueblo de Chester, era una zona altamente visitada dónde las personas podían encontrar buenos hoteles, museos, spa, restaurantes y actividades al aire libre. Mí padre antes de morir me nombró alfa, decidí seguir su tradición de involucrar empleados tanto humanos como cambiaformas Lobo. Algo que me ha funcionado muy bien, solamente debía procurar que nuestra identidad se mantuviera oculta.
—Hola señor Black—me saludó Esmeralda la recepcionista, ella era humana.
Cuando llegué a mí piso, vi a mí asistente Diana. Ella pertenecía a mí manada.
— Buenos días, señor Black—me saludó con formalidad, fuera de la oficina me llamaba alfa como todos los demás.
—Buenos días—respondí sonriendo.
Diana ha estado trabajando para mí desde que me converti en el nuevo alfa, nunca me ha defraudado. Jamás he conocido a una persona más organizada y eficiente que ella. Luego ingresamos a mí oficina, ella tomó su libreta para recordarme mis reuniones de hoy, algo que me provocaba estrés.
— ¿Estás seguro de que estás bien? —me preguntó preocupada una vez que finalizó.
—Estoy bien—gruñí, odiando la lástima y la preocupación que me estaba dando. Era el alfa de la manada. No había nada que no pudiera manejar, a pesar de que mi lobo se estaba volviendo completamente errático.
—¿Estás demasiado estresado? —interrogó.
—Algo—respondí.
No dije nada más solo di un gran suspiro. Pasé el resto de la mañana y parte de la tarde repasando algunos contratos, haciendo cambios sutiles. En ese momento recibí una llamada de mí beta Ian, respondí la llamada.
—Maximiliano ha sido arrestado por atacar a otro tipo—me informó.
Colgué la llamada realmente furioso. Esto no era lo que necesitaba escuchar hoy. Llamé a Diana para que veniera a mi oficina.
—¿Qué pasó?— preguntó mientras entraba y cerraba la puerta. Le conté lo que mi beta me había dicho.
—Esto no ayuda a tu estado de ánimo agitado —me dijo.
—No, seguro que no, pero tengo que irme, envíame todo lo que necesite hacer—le dije.
—De acuerdo—contestó ella.
Salí corriendo de mi oficina, estaba ansioso y cabreado. Ingresé a mí camioneta rumbo a la estación policial de Chester. Necesitaba detalles sobre lo que había sucedido y del por qué fue arrestado en primer lugar. Mí hermano era menor que yo, pero era demasiado impulsivo y no media su temperamento. Mas cuando se peleaban con algún humano. Tan pronto como llegué miré a mí hermana menor, estaba esperando que nuestro hermano fuera liberado.
—¿Qué paso Alexa?¿Estabas con Maximiliano?—interrogue.
Ella dio un suspiro y luego comenzó a hablar.
—Estaba charlando con mis amigas afuera de la tienda y con nosotras estaba Jonny—dijo, mencionando a su amigo humano—. Pero en ese momento Maximiliano llegó a recogerme, y al mismo tiempo paso por mí lado Aston y me beso—comentó—. Maximiliano para protegerme lo golpeó. Ya sabes cómo es él—relató. En ese momento me enfureci ella era mí hermanita y nadie podía tocarla, todavía no tenía la edad para apariciarse. Ahora comprendía la reacción de mí hermano, ya que le había dicho que protegiera a nuestra hermanita—.Solo fue un beso, algo estúpido a decir verdad— argumentó mí hermana para evitar que me metiera en problemas.
No le dije nada más, solo debía hablar con Gabriel Jones, el padre de Aston, él era uno de los cambiaformas lobos más viejos y era muy sabio. Después pagué la fianza y mí hermano salió libre. Los lleve a los dos a la casa de mi madre. Luego me fui a la mía. Cuando llegué me quite la ropa y me quedé en boxer. Ingresé a mí cama y me dispuse a dormir, necesita volver a soñar con la hermosa mujer de ojos azules y cabello negro como la noche que me suplicaba que la hiciera mía una y otra vez como todas las noches. No sabía porque razón soñaba con está mujer ¿Acaso ella era mi compañera de vida? Me preguntaba cada vez que tenía ese sueño. No podía decírselo a nadie de la manada, incluyendo a mí beta porque pensarían que estaba loco por tener esos sueños, fantasías apasionadas y vívidas llenas de sexo caliente y orgasmos múltiples.
Me relajé un poco y cerré los ojos, deseando volverla a ver en mis sueños.
Nota: Está es una historia corta. Espero sea de su agrado.
Narra Amelia.Me desperté con un sudor frío, sentía un hormigueo en el cuerpo que me resultaba difícil de explicar. Era como si me devorara el éxtasis y me liberara el placer. Cada mañana me despertaba de la misma manera: sonrojada, sudorosa, sintiéndome exhausta y deseando más de él, de ese hombre de ojos cambiantes de color verde. Desde que me mudé a Chester he soñado con este hombre misterioso y no sabía la razón. Toda mi vida, nunca esperé necesitar a un hombre, pero este, sea quien fuera, había creado un vacío que sabía que solo él podía llenar.Me quite las sábanas un poco desorientada. Creo que este pueblo me estaba afectando. Todo era demasiado misterioso, habían una familia que al parecer gobernaba todo, estos eran los Black, Pero ciertas personas me daban una sensación sobrenatural; sin embargo, sabia perfectamente que no había forma de que existieran ese tipo de cosas. Quizás se debía porque la mayoría de las personas Vivian
Narra Alessandro.Ian y yo nos dirigiamos hacía las afueras de Chester donde nos reuniríamos con Gabriel Jones, el padre de Aston.— ¿Tu hermano reaccionó de forma exagerada, y nosotros somos los que debemos enmendarlo ?—mencionó frustrado mí beta.—Lo sé, pero tocó a mi hermana, y eso automáticamente puso en la mira a Aston. Solo quiero la palabra de su padre de que eso no volverá a pasar—le afirme.—¿Y una llamada telefónica no era suficiente?—comentó Ian.—Obviamente no. Si lo fuera, no iría. Ahora, ¿vas a conducir y dejar de quejarte ?—le dije enojado con ganas de golpear su cabeza contra el volante.—Joder, que humor que te cargas últimamente—mencionó—. solo trata de no actuar de esa manera con Jones, el es más viejo que tu y merece respeto—me recordó, el tenía razón él era el único de su edad con vida en Chester, cualquier duda que pudiéramos tener siempre acudiamos a él para consejos e información. Estaba
Narra Alessandro.No me esperaba que fuera humana, ya que nunca había escuchado que nuestra especie tuviera lazos con humanos, pero eso no me importaba. Finalmente había encontrado a mí compañera.— Soy Alessandro Black, vivo aquí en Chester—me presente.—Mi nombre es Amelia Beltrán—dijo ella poco después—.¿Qué quieres decir con compañera— preguntó nerviosamente apartando sus ojos de los mios para mirar hacia la carretera, como si me tuviera miedo.—Cálmate, amor. No te lastimaré. Nunca, jamás podría lastimarte—intente tranquilizarla, pero no estaba seguro si funcionaria por lo repentino de la situación—. Significa que tu fuiste destinada para mí por la diosa luna, tu eres mí otra mitad y nos complementamos juntos—le explique.—No entiendo esta conexión que siento—mencionó abrumada poco después de mí respuesta. Ella no tenia idea de lo que éramos y lo que significamos el uno para el otro. Decidi detener el auto a un lado de la carretera—.¿Qu
Narra Amelia.Cuando desperté mire hacía a mi compañero. Era muy extraño decirlo, pero no dejaba de pensar en él de esa manera. Mí suposición sobrenatural era correcta y no me estaba volviendo loca. Era real y estaba aquí. Presioné mi cabeza en el hueco de su hombro y pecho, sintiendo una profunda sensación de estar en casa.—Ella es hermosa—escuche que dijo.—¿Quién es ella?—pregunte sentándome en la cama.—¿Qué?—dijo él sentándose también.—Dijiste que ella es hermosa—le recalque.—¿Puedes oírme, Amelia?—preguntó con asombro, pero yo estaba igual, ninguno de los dos estábamos moviendo la boca. Estábamos hablando telepáticamente.—¡Puedo oírte! —exclame—.Esto es una locura—agregue.En ese momento él me explicó que esa habilidad era parte de nuestra conexión, ahora que me había marcado podíamos compartir ciertos sentimientos y habilidades, solo que él no creía que funcionaria en mí, ya que yo era humana, algo que su m
Narra Alessandro.Nos hemos acostado y hecho el amor más veces de las que podía contar en las últimas veinticuatro horas, pero debía volver a la empresa antes de que comenzará la temporada alta de visitantes. Me di una ducha rápida y ahora estaba vestido y listo para irme, pero era hora de despertar a mi compañera.La llamé porque sabia que si la tocaba volvería a perder el control.—Amor, se supone que nos reuniremos con Jones en la cafetería—le recordé. Había recibido un mensaje de su parte para que hablamos sobre mí mate, quizás él por su edad tenía registro de que un humano hubiera tenido un lazo con un alfa.—Está bien—respondió aturdida. Se deslizó fuera de la cama, completamente desnuda con pequeñas marcas de mis manos y boca. Después ingresó al baño.Mientras tanto revisé mí celular.Tenia mucho mensajes, entre ellos uno de mí madre.—Hola, hijo. Me preguntaba cuándo tendría noticias tuyas. ¿Cómo va todo con tu
Narra Amelia.Nos levantamos muy temprano, tan temprano que ni siquiera ha salido el sol. Alessandro ya estaba hablando por teléfono con su beta. Caminaba mientras la tensión lo dominaba, al parecer su asistente sufrió un pequeño accidente y se fracturó la pierna, no llegará al trabajar por unos días. En ese momento me levanté y me puse frente a él.— Puedo reemplazarla mientras ella regresa. Además no tengo algo mejor que hacer —le dije.—¿Estás segura?—me preguntó.—Estoy segura de que puedo arreglármelas.—De acuerdo, realmente me vendría bien tu ayuda. Me siento terrible poniéndote en está situación. Se supone que debes estar descansando—mencionó.—No te preocupes, después tendré tiempo para descansar—le dije dándole un beso en los labios.Después nos comenzamos a vestir para ir a trabajar. Cuando estaba lista fui a la cocina, busqué la cafetera y está comenzó a preparar el café, mientras yo hacía unos huevos revueltos y algo
Narra Alessandro.Días después.Nos dirigimos a la casa de mí prima Rachel, ella había dado a luz a un hermoso cachorro, mí deber como alfa era dar la bienvenida a los nuevos miembro de la manada. Amelia escogió un bonito regalo para él.—Alfa, es un honor tenerlos de visita —dijo mí prima.Luego su esposo nos trajo al bebé.—Su nombre es Ricardo—nos dijo.—Excelente nombre—mencione—.Me gustaría presentarles oficialmente a mi compañera, la encantadora Amelia—agregue con orgullo.—Es un placer conocerte, Alfa Amelia—dijieron al mismo tiempo.—Gracias—dijo ella—. ¿Puedo cargarlo?—preguntó refiriéndose al bebé.—Por supuesto—le dijo mí prima entregandoselo.Después de un rato, nos despedimos de ellos.—Estoy ansioso por darle la bienvenida a la manada a nuestros cachorros—le dije cuando salimos—. Seguramente ya lo llevas en tu vientre—añadí conociendo nuestro sistema de reproducción.—¿En serio?—preguntó ella tocán
Narra Amelia.Alessandro y yo nos alejamos sin volver a dirigirnos al periodista porque no iba a terminar bien, así que giramos hacia uno de los departamentos más cercanos de su propiedad. Sabía que él necesitaba liberar algo de la tensión que ha llevado a su lobo a la superficie. Podía sentirlo, sentirlo como si fuera yo con tal energía alfa lista para atacar. Nuestra casa quedaba un poco lejos y nos tardaríamos en llegar así que era más factible ir al complejo de departamentos Black.En el momento que el ascensor llegó, ingresamos y él de inmediato me besó, me inmovilizó contra la pared del ascensor. No había cámaras porque era privado solo tres personas en el piso podian acceder a el. Alessandro agarró el broche de mi pantalón de vestir y los desabrochó, bajándomelo junto a las bragas, luego me dio vuelta para mirar hacia la pared. En segundos, sentí que el aire fresco golpeaba mí coño, luego introdujo sus dedos dentro de mí, luego los sacó