Clara sentía movimiento a su alrededor como mismo escuchaba murmullos encima de ella. Había un olor raro, mezclado con varios individuos, pero no solo de lobos también eran algunos diferentes. Se obligó a abrir los ojos para encontrarse aun en su cuerpo lobuno, con las patas de adelante y atrás amarradas a la par, una gruesa soga alrededor de su morro y acostada de lado en el suelo. Alrededor de ella podía ver diversas sombras que se movían de un lado a otro y comentaban entre ellos.Sintió unas manos sobre su cuerpo, pero cuando intentó moverse para apartarse se dio cuenta que estaba paralizada. Comenzó a temblar y a soltar un gemido lastimero. Tenía miedo, mucho miedo. Primero raptada. Después atrapada así por extraños que no conocía. Se aterró aún más que antes.La única idea que le vino a la mente fue cuando fue rescatada por sus mates de las garras de su padre cuando este la había encerrado, pero ahora no había esa esperanza. Si era lo que se imaginaba y había escuchado hablar… e
La boca de Clara fue soltada debido a que ella no se podia mover. Él plato con comida exuberante olía bien he hizo que las tripas se ella se emovieran en su interior. Tenía hambre. Mucha hambre. El día anterior no había comido nada. Y a pesar del calor en su cuerpo quería alimentarse. Era un instinto nato de la naturaleza de supervivencia. No... Apenas un murmullo en su cabeza la alertaba Que no la tocara y aun asi Clara espero a que pudiera moverse un poco su cuerpo, que la droga se hubiera desvanecido para levantar su cabeza y probar el primer bocado. El sabor jugoso empalagoso su boca mas siguió comiendo. Uno tras otro hasta soltar un gemido a modo de sollozo.Porque ella. Hubiera sido mas fácil si hubiera muerto aquella noche. Si al final no se hubiera encontrado con sus mates. Todo sería realmente mas fácil -Oh, una nuev- Escuchó una voz cerca de ella. No venía de su cabeza.Apenas giró su cuello buscando de donde provenía sin mucho éxito. Alrededor de ella solo estaban parede
El cuerpo entero de Clara comenzó a temblar. Quedarse en aquel lugar no era una opción para nada placentera. Su vida iba de mal en peor. Por que nada bueno le ocurría. Solo era una tragedia detras de otra. Y ahora estaba ahí. Atrapada a su suerte. Lejos de todo lo que conocia y además sin ninguna esperanza. No era estupida. Estaba lo suficientemente lejos de la manada para saber que esta vez no sería salvada por sus mates. Y si era verdad lo que ellos decían quizás no los viera de nuevo.Aquella idea la hizo tener sentimientos contradictorios. Por una parte no le interesaba reunirse con ellos. Pero por la otra, la sola idea de no volver a verlos y pasar el resto de su vida a su lado la hizo casi comenzar a llorar de nuevo. -No llores- Uno de los lobos le dijo con todo de compasión.- Eso solo los alentara aun más. Les gusta ver el sufrimiento en la garras de sus víctimas. No les muestres debilidad. O eso te traerá peores resultados. Clara tragó en seco. Cerró sus ojos e intentó volve
Como había ocurrido cuando la habían atrapado, su cuerpo fue cargado sobre el hombro del lobo y fue sacada de la prisión donde se encontraba. Clara jadeaba y con cada roce sobre ella soltaba un gemido de dolor. Las manos del hombre se sentían ásperas incluso por encima de su pelaje y la agarraban con tanta fuerza que dejarían de seguro marcas.-¿ya está lista para él?- escuchaba voces a su alrededor.-Sí, ya su celo está en su máximo esplendor. De seguro a él le gustará. Lleva un tiempo sin aparearse así que no se demorará mucho en preñarla.-Me preocupa que la mate en el proceso. Es un poco violento durante el apareamiento y ella es tan pequeña.-No la matará- el hombre que la cargaba se rio- Es un macho, en su instinto está tener cría con una hembra en celo, no marcarla. No sabemos bien cómo funciona, pero es capaz de destrozarla y dejarla lo suficientemente viva como para pueda a dar a luz después. Los cachorros se venden muy caros así que no nos podemos dar el lujo que él haga de
Dixon ya no sabía cómo caminar por la casa. Sus pies estaban en carne viva cubiertos por vendas y aun con su rápida facilidad para curarse no le había dado tiempo a que la carne se reconstruyera. Sus manos en igual estado. Había enormes ojeras y su cabello estaba completamente enmarañado. Alrededor de los muebles de la oficina estaban destrozados, con marcas de garras o partes partidas. Él, se encontraba sentado en el único butacón que no había volcado pero que sus garras ya habían astillado la madera del reposabrazos.Su pecho estaba apretado. No sentía a su loba, era como si ella estuviera muy lejos, tampoco la habían encontrado, por mucho que la hubiera buscado. Era como si hubiera algo que no les dejara llegar a ella.Y durante toda la noche había estado un sentimiento de angustia que lo había hecho derramar lágrimas de sus ojos. No supo si era realmente él el que estaba llorando, pero solo le pudo venir la idea a su cabeza que había sido su loba la que había pasado por algo que l
Clara se estremeció al sentir aquella lengua rasposa de su anterior atacante pasar por las heridas que él le había provocado en su lomo y cuello durante la noche. Ya había amanecido, era lo que le indicaba la poca luz que entraba en aquella habitación. Sin embargo, para ella aún era oscuro. Estaba en una esquina hecha una bola temblante, con su cuerpo adolorido, con desgarro en su interior dado el nudo que había intentado sacar solo causándose más daño del que le había hecho, y el semen del lobo aun escurriendo por su sexo asquerosamente. Gimiendo bajo con su cabeza escondida entre las patas queriendo que el mundo se le acabase.Ella había sido violada por otro lobo brutalmente. No había sido tomada por sus mates, El celo había mermado significativamente dado el fluido que corría en su interior y que la calmaría hasta la noche donde los síntomas volverían. De solo pensar que pasaría por lo mismo la hizo comenzar casi a sollozar.Se retorció más e intentó fundirse con la pared intent
Las palabras de aquella loba aun resonaban en la cabeza de Clara acostada en una esquina hecha una bola. Su cuerpo dolía ya recuperándose del ataque recibido antes. Sus recuerdos eran difusos durante el suceso. No sabía si por la mezcla de emociones, o por el miedo, o porque había perdido la conciencia, varias veces. Eso no quitaba que se tuviera asco y que temblara como si pudiese quebrarse en cualquier momento. Su cuerpo había sido mancillado. Aunque a esa altura ya no le importaba.Tampoco se abría sentido bien junto a sus mates. Ella nunca los había aceptado en ningún momento. Les tenía miedo. Ellos… ellos.Acercó su boca al plato de comida que estaba delante de ella. Tenía ganas de vomitar, pero sabía que al menos comer no la haría pensar.-Yo tú no comería eso- oyó la voz de una loba amarrada cerca de ella, con un cachorro pequeño durmiendo como una bola entre sus patas que al igual que su madre estaba delgado y demacrado, no muy diferente a todos a su alrededor- La comida que n
Había demasiado silencio.Normalmente cada vez que le llevaban una loba a su macho reproductor durante la noche, solía haber sonidos saliendo de la celda, no muchos y en varias frecuencias, pero si había. Entonces era de suponer que algo raro estaba ocurriendo.Uno de los cazadores que custodiaba el pasillo avanzó algo preocupado. Apretó la vara eléctrica en su mano cauteloso. Entraría en una celda con dos lobos en celo. Uno de ellos, un macho que intentaría proteger a la hembra con que se estaba apareando y con el carácter del lobo de seguro lo atacaría.Tragó en seco y acercó la mano a la manigueta y la comenzó a bajar con cuidado creando un chirrido oxidado. Aun así, no sintió sonido dentro. Frunció el ceño, algo no estaba bien. Abrió la puerta con la vara en la otra mano y entró. La luz del pasillo inundó la habitación y su pie se posicionó en el suelo escuchando un leve chapoteo. Cuando miró abajo sus ojos se abrieron grandes de la impresión.Sangre. Mucha sangre.Su primera impr