Clara había esperado mucho tiempo dentro de la habitación y no había recibido noticia alguna de la situación de la manada y de sus mates. Y tenía una muy mala sensación sobre el tema. Estaba preocupada. Sumamente preocupada. Aquello que lo llamaba se había esfumado poco después que Ethan se había ido, sin embargo, eso no la tranquilizaba.Se llevó la mano al vientre y lo acarició en un intento de calmar la molestia que había en este. El dolor y el calor que cada vez iba en aumento ya era incómodo. Las mordidas de sus mates palpitaban en su cuello como un recordatorio que ella tenía dueños. Malditos dueños que no estaban con ella en ese momento. El olor, de cualquiera de los dos, era suficiente para calmar la molestia dentro de ella.Al parecer ya pronto estarían enlazados. El celo estaba rayando en su interior. Después de eso ella podría tomar el control del cuerpo sin sufrir tanto en el proceso. La presencia de la otra Clara la estaba debilitando demasiado.Pasó otra hora más y los r
La situación era realmente tensa. Desde hacía horas estaban intentando controlar a los salvajes, pero parecían más rebeldes que en otro momento que habían rodeado a la manada. Estaban de forma insistente intentando entrar a la manada por lo que ya había algunos lobos junto a él que estaban heridos. Hasta él mismo estaba agotado.Gruñó nuevamente erizando el lomo de los lobos junto a él, sin embargo, los salvajes apenas se inmutaron. Era sabido que al estar en la naturaleza y con el resentimiento de haber sido expulsados o de no haber sido acogidos en ninguna manada no solían tener miedo tan fácilmente. Y Dixon podía jurar que una pelea directamente podría ser realmente peligrosa.Los Salvajes eran lobos sin nada que los frenara.Sin embargo, y cuando pensó que la situación se volvería peor uno de ellos aulló. Los demás salvajes lo miraron y lentamente comenzaron a retroceder hasta dar la vuelta y comenzar a correr. Alejándose. Dixon no supo que había ocurrido exactamente, pero de que
Dixon pensó que enloquecería cuando no encontró a su mate en la habitación. Dio media vuelta y comenzó a correr por toda la casa buscándola en cada cuarto, en cada rincón aun si este no tenía olor a ella. El rastro de Clara estaba tan débil que apenas si podía sentirlo. Podía oír a su hermano corriendo detrás de él como loco.Aun así, cuando se detuvieron en la planta baja, jadeando y salivando, no habían encontrado a su mate. Dixon se trasformó haciendo que una densa capa de feromonas lo envolvieran. Sus garras, colmillos y ojos apenas notaron la transformación, se giró hacia su hermano que lo había copiado y no lo pensó dos veces antes de lanzarle un puñetazo.Ethan no tuvo tiempo de reaccionar y el dolor en su rostro lo atravesó cayendo al suelo con un sonido sordo. La sangre pronto brotó de su nariz y boca y hasta los huesos de su rostro habían crujido bajo los nudillos del alfa.-Solo tenías que quedarte con ella- Dixon gruñó sonoramente y Will y los pocos lobos que se acercaban
Los dos lobos se pusieron en alerta. El cuerpo de la loba estaba temblando además de miedo. Era bien sabido que si había algo más peligroso que los salvajes eran los mismos cazadores. No había una historia donde el lobo que fuera atrapado por ellos hubiera sobrevivido ni que ocurría con ellos. Había algunas teorías de que eran llevados lejos para la venta de especies y sus pieles, pero nunca habían estado tan cerca de ellos como para saberlo.El lobo a pesar de la tensión gruñó y se puso delante de la hembra. El cazador por su parte solo tenía una sonrisa en el rostro y cargaba algo pesado y largo en sus brazos que lo hizo tronar en entre sus dedos y levantarlo en dirección a ellos.El macho no lo pensó dos veces. Cuando el peligro se aventuraba contra ellos debían responder, por lo que no lo pensó dos veces antes de lanzarse contra el cazador. Grave error. Tras un sonido ensordecedor el cuerpo del lobo cayó en el suelo, jadeando y con sangre brotando ahora de su cuerpo y boca. El caz
Clara sentía movimiento a su alrededor como mismo escuchaba murmullos encima de ella. Había un olor raro, mezclado con varios individuos, pero no solo de lobos también eran algunos diferentes. Se obligó a abrir los ojos para encontrarse aun en su cuerpo lobuno, con las patas de adelante y atrás amarradas a la par, una gruesa soga alrededor de su morro y acostada de lado en el suelo. Alrededor de ella podía ver diversas sombras que se movían de un lado a otro y comentaban entre ellos.Sintió unas manos sobre su cuerpo, pero cuando intentó moverse para apartarse se dio cuenta que estaba paralizada. Comenzó a temblar y a soltar un gemido lastimero. Tenía miedo, mucho miedo. Primero raptada. Después atrapada así por extraños que no conocía. Se aterró aún más que antes.La única idea que le vino a la mente fue cuando fue rescatada por sus mates de las garras de su padre cuando este la había encerrado, pero ahora no había esa esperanza. Si era lo que se imaginaba y había escuchado hablar… e
La boca de Clara fue soltada debido a que ella no se podia mover. Él plato con comida exuberante olía bien he hizo que las tripas se ella se emovieran en su interior. Tenía hambre. Mucha hambre. El día anterior no había comido nada. Y a pesar del calor en su cuerpo quería alimentarse. Era un instinto nato de la naturaleza de supervivencia. No... Apenas un murmullo en su cabeza la alertaba Que no la tocara y aun asi Clara espero a que pudiera moverse un poco su cuerpo, que la droga se hubiera desvanecido para levantar su cabeza y probar el primer bocado. El sabor jugoso empalagoso su boca mas siguió comiendo. Uno tras otro hasta soltar un gemido a modo de sollozo.Porque ella. Hubiera sido mas fácil si hubiera muerto aquella noche. Si al final no se hubiera encontrado con sus mates. Todo sería realmente mas fácil -Oh, una nuev- Escuchó una voz cerca de ella. No venía de su cabeza.Apenas giró su cuello buscando de donde provenía sin mucho éxito. Alrededor de ella solo estaban parede
El cuerpo entero de Clara comenzó a temblar. Quedarse en aquel lugar no era una opción para nada placentera. Su vida iba de mal en peor. Por que nada bueno le ocurría. Solo era una tragedia detras de otra. Y ahora estaba ahí. Atrapada a su suerte. Lejos de todo lo que conocia y además sin ninguna esperanza. No era estupida. Estaba lo suficientemente lejos de la manada para saber que esta vez no sería salvada por sus mates. Y si era verdad lo que ellos decían quizás no los viera de nuevo.Aquella idea la hizo tener sentimientos contradictorios. Por una parte no le interesaba reunirse con ellos. Pero por la otra, la sola idea de no volver a verlos y pasar el resto de su vida a su lado la hizo casi comenzar a llorar de nuevo. -No llores- Uno de los lobos le dijo con todo de compasión.- Eso solo los alentara aun más. Les gusta ver el sufrimiento en la garras de sus víctimas. No les muestres debilidad. O eso te traerá peores resultados. Clara tragó en seco. Cerró sus ojos e intentó volve
Como había ocurrido cuando la habían atrapado, su cuerpo fue cargado sobre el hombro del lobo y fue sacada de la prisión donde se encontraba. Clara jadeaba y con cada roce sobre ella soltaba un gemido de dolor. Las manos del hombre se sentían ásperas incluso por encima de su pelaje y la agarraban con tanta fuerza que dejarían de seguro marcas.-¿ya está lista para él?- escuchaba voces a su alrededor.-Sí, ya su celo está en su máximo esplendor. De seguro a él le gustará. Lleva un tiempo sin aparearse así que no se demorará mucho en preñarla.-Me preocupa que la mate en el proceso. Es un poco violento durante el apareamiento y ella es tan pequeña.-No la matará- el hombre que la cargaba se rio- Es un macho, en su instinto está tener cría con una hembra en celo, no marcarla. No sabemos bien cómo funciona, pero es capaz de destrozarla y dejarla lo suficientemente viva como para pueda a dar a luz después. Los cachorros se venden muy caros así que no nos podemos dar el lujo que él haga de