El agua golpeaba contra su piel como queriendo romperla, su cuerpo se estrellaba contra las piedras rompiendo lastimando sus huesos a su paso. Y a pesar de todo aquello y del dolor que casi la llevaba a la inconciencia, Isabela solo podía sonreír internamente porque por fin, después de esto, cuando llegara al borde del río, donde se encontraba el inicio de una violenta cascada, ella podría encontrar la paz tras la muerte.«NO» escuchaba en su cabeza, una voz que no pertenecía a su mate, más ella no le prestaba atención. Había sido la primera vez que había podido tomar una decisión y llevarla a cabo hasta el final. Más feliz no podía ser, incluso si esta significaba terminar con su vida.Sin embargo, su felicidad, como siempre no duró mucho. Algo se cerró en torno a su nuca de una manera violenta y tiró de ella con fuerza impidiendo que llegara a su destino. Clara intentó luchar y resistirse, para percatarse del daño a su cuerpo y no poder moverse. Además, lo que atravesaba la piel tr
(Les dejo antes un mensajito por aquí para que puedan leerlo. Estoy lenta con las actualizaciones pues llevo casi un mes enferma, entre fiebres, temblores, decaimiento y mucho dolor muscular, mucha tos que me deja afónica por días, que muchas veces no me puedo ni levantar de la cama. Haré todo mi esfuerzo para actualizar lo más seguido posible, casi diario, siempre que mi cuerpo me lo permita. Disculpen las tardanzas, yo también estoy emocionada con esta historia. Espero comprendan)Clara se despertó lentamente. Se encontraba confundida, mareada, con un sabor metálico en la boca. Estaba acostada sobre una superficie suave más no familiar. Apenas había luz en donde estaba y le resultó casi imposible enfocar algo, si es que podía.Hizo el esfuerzo de levantarse de la cama para que llegara a ella el sonido el metal, uno que para ella no era desconocido y se estremeció. Se sentó y estiró la mano para encontrar que un grueso grillete estaba alrededor de su tobillo y unido a este una caden
Will sentía que su cabeza estaba a punto de estallar, sobre todo porque estaba siendo mediador en toda la situación caótica de la manada. Tener al antiguo alfa a punto de morir, a sus supuestos hijos a punto de arrancarse el pescuezo reclamando tanto la posición que por derecho les pertenece y también a la loba que era la mate de ellos. Todo eso le sacaría canas en su ya clara cabellera, por la que se pasó la mano sintiéndola empapada de sudor. Se estaba volviendo loco.Pero lo primero era lo primero. Solucionar el tema del alfa de la manada eso era lo más importante, después vendría lo de la Luna. Se preguntó la razón por la que la Diosa Luna le había otorgado a esos dos lobos a alguien como Clara. Una hembra defectuosa, sin apenas personalidad y que prefería quedarse en una esquina recibiendo castigos que levantarse en todo su esplendor. Eso siempre había detestado de ella. Aun si era media ciega y había tenido una infancia un poco dura por lo que había oído, al menos podría tener m
El alfa había muerto muertoAnte aquellas palabras Ethan fue el que se quedó sin aliento. -¿Qué?-no pudo evitar decir enterrando las manos tan fuerte en los barrotes que se pusieron blancas y su rostro pálido- ¿Cómo que murió?- su expresión cambió de pronto a una de odio y furia contenida.Will lo miró por encima del hombro, había amargura en él.-El alfa estaba muy enfermo. Esto era algo que esperábamos hacía mucho tiempo. Ya era bastante el tiempo que había durado en su estado.-Pero, pero yo- las palabras casi no salían de la boca de Ethan.-¿Qué?- esta vez fue Dixon el que habló, su voz fue tan fría que los presentes tragaron en seco- Acaso tenías la idea de matarlo tú mismo- bufó- Siento decepcionarte pero él es era de esos lobos que siempre rompían tus planes. Y diciendo esto se encaminó a la salida seguido del beta y el guardia dejando a Ethan aun en la celda.-AAAAAHHHHHH- el gritó del lobo resonó en toda la estancia estremeciendo las paredes y él cayó de rodillas en el suel
-Sigue corriendo. No te detengas. Vas muy lento.Un cachorro de 10 años escuchaba a su espalda, órdenes, y más órdenes, que lo incitaban a continuar moviéndose, aun cuando su cuerpo ya no soportaba más, las heridas en su piel eran profundas, haciendo que la sangre corriera y manchara el suelo, dejando un rastro detrás de él. Porque si, no importaba su estado, si se sentía mal, si estaba herido, si no había descansado, si era un simple cachorro. Estaba obligado a entrenar hasta que el sol se desvaneciera y más allá.Así había sido enseñado y entrenado desde que tenía memoria. Sin el amor de una familia, sin saber que era ser abrazado, o cuidado después de las largas jornadas de entrenamiento donde ni siquiera le daban la suficiente comida para saciar su hambre. Por lo que, Dixon solo había desarrollado sus instintos, no sus sentimientos.Así que cuando percibió la sensación de amozaba contra él y algo rozando contra su cuello, se giró con fuerza, agarrando las dos manos que encontró en
A pesar de que no quería sentirse así, no podía evitarlo. Su cuerpo estaba respondiendo a las feromonas ricas y densas de su pareja, a las manos que recorrían su cuerpo desnudo, a su lengua que jugaba en su oído y ahora se desplazaba por su cuello, lamiendo su piel perlada de gotas de sudor, como si fuera lo más dulce que existiese.Dixon la había acotado sobre la cama y se había acomodado entre sus piernas haciendo que su erección cubriera se friccionara con el sexo ahora húmedo de ella. Clara gemía lastimeramente ante cada roce. Su mente decía que no, que tenía miedo, que no quería aquello, pero su cuerpo era otra cosa. Lágrimas corrieron por sus mejillas presa del miedo, como siempre. Ella era tan débil, tan débil, tan dé…«Apártate» sintió la voz en su cabeza y tras un fuerte dolor de cabeza se sintió hundiéndose en un vacío oscuro y sin fondo que de alguna forma la hizo sentir reconfortada. Así que cerró los ojos y se acurrucó allí, en ese escondite de su mente sin importarle na
Dixon no recordaba la última vez que había dormido tan bien, porque nunca antes lo había hecho. Siempre había alguien que lo despertaba de forma brusca y hasta violenta. Abrió sus ojos encontrando un techo para nada familiar y recordó los últimos sucesos en su vida. En cómo había llegado a la manada. Como se había hecho alfa. En la llegada de su hermano. En la muerte de su padre… y en el encuentro por fin con su mate.Su mate.Se levantó de golpe al sentir el olor de ella muy a lo lejos. Giró la cabeza buscándola al no encontrarla a su lado imaginándose la peor escena. Que ella hubiera escapado de nuevo. Sintió algo de alivio al verla recostada en una esquina hecha un ovillo envuelta en la sábana. Su posición no era nada cómoda para dormir, pero parecía relajada.Dixon se levantó de la cama y se arregló el pantalón. No toleraba que ella estuviera durmiendo allí. Se suponía que ella debía haber despertado a su lado, donde él la despertaría, le comería la boca y volvería a marcar su cue
Clara soltó un chillido y se dio la vuelta tan rápido que cayó de nalgas al suelo y retrocedió en un intento de alejarse de esa loba. No era solo su imagen idéntica a ella, los ojos rojos completamente salvajes u que tanto le aterraban, y, además, su cuerpo estaba cubierto de enormes heridas sangrantes, muchas de ellas abiertas, incluso la más notable atravesaba su rostro de un lado a otro. La ropa desgarrada, dejándolas ver, llena de moretones y un par de grilletes, amarraban sus muñecas y tobillos.Ella se preguntó cómo estaba en ese estado.-¿Quién eres? ¿Qué quieres? - Clara temblaba otra vez.La loba la miró desde arriba hasta con desprecio en sus orbes. Chasqueó la lengua y tomó un profundo respiro.-Solo te limitas a temblar como un ratón asustado. Acaso no tienes la intención de hacer nada por ti- ella le habló con una voz grave que apenas salía dada la marca permanente en su cuello de una cadena que había sido enroscada de forma violenta. El cuerpo de la loba daba lástima sol