A pesar de que no quería sentirse así, no podía evitarlo. Su cuerpo estaba respondiendo a las feromonas ricas y densas de su pareja, a las manos que recorrían su cuerpo desnudo, a su lengua que jugaba en su oído y ahora se desplazaba por su cuello, lamiendo su piel perlada de gotas de sudor, como si fuera lo más dulce que existiese.Dixon la había acotado sobre la cama y se había acomodado entre sus piernas haciendo que su erección cubriera se friccionara con el sexo ahora húmedo de ella. Clara gemía lastimeramente ante cada roce. Su mente decía que no, que tenía miedo, que no quería aquello, pero su cuerpo era otra cosa. Lágrimas corrieron por sus mejillas presa del miedo, como siempre. Ella era tan débil, tan débil, tan dé…«Apártate» sintió la voz en su cabeza y tras un fuerte dolor de cabeza se sintió hundiéndose en un vacío oscuro y sin fondo que de alguna forma la hizo sentir reconfortada. Así que cerró los ojos y se acurrucó allí, en ese escondite de su mente sin importarle na
Dixon no recordaba la última vez que había dormido tan bien, porque nunca antes lo había hecho. Siempre había alguien que lo despertaba de forma brusca y hasta violenta. Abrió sus ojos encontrando un techo para nada familiar y recordó los últimos sucesos en su vida. En cómo había llegado a la manada. Como se había hecho alfa. En la llegada de su hermano. En la muerte de su padre… y en el encuentro por fin con su mate.Su mate.Se levantó de golpe al sentir el olor de ella muy a lo lejos. Giró la cabeza buscándola al no encontrarla a su lado imaginándose la peor escena. Que ella hubiera escapado de nuevo. Sintió algo de alivio al verla recostada en una esquina hecha un ovillo envuelta en la sábana. Su posición no era nada cómoda para dormir, pero parecía relajada.Dixon se levantó de la cama y se arregló el pantalón. No toleraba que ella estuviera durmiendo allí. Se suponía que ella debía haber despertado a su lado, donde él la despertaría, le comería la boca y volvería a marcar su cue
Clara soltó un chillido y se dio la vuelta tan rápido que cayó de nalgas al suelo y retrocedió en un intento de alejarse de esa loba. No era solo su imagen idéntica a ella, los ojos rojos completamente salvajes u que tanto le aterraban, y, además, su cuerpo estaba cubierto de enormes heridas sangrantes, muchas de ellas abiertas, incluso la más notable atravesaba su rostro de un lado a otro. La ropa desgarrada, dejándolas ver, llena de moretones y un par de grilletes, amarraban sus muñecas y tobillos.Ella se preguntó cómo estaba en ese estado.-¿Quién eres? ¿Qué quieres? - Clara temblaba otra vez.La loba la miró desde arriba hasta con desprecio en sus orbes. Chasqueó la lengua y tomó un profundo respiro.-Solo te limitas a temblar como un ratón asustado. Acaso no tienes la intención de hacer nada por ti- ella le habló con una voz grave que apenas salía dada la marca permanente en su cuello de una cadena que había sido enroscada de forma violenta. El cuerpo de la loba daba lástima sol
La habitación estaba inundada de feromonas de loba hembra. Clara lo había hecho con la intención de tener al lobo bajo ella en trance. Aun cuando no estaban enlazados, él la había marcado y como su mate su cuerpo se relajaría ante la presencia de su olor. Una leve sonrisa apareció en el rostro de Clara mirándolo desde su posición.A diferencia de la Clara consciente, ella no tenía intención de quedarse con los brazos cruzados. A ella le costaba mucho más trabajo salir. Normalmente tenía que usar esos momentos más vulnerables o de noche cuando estaba durmiendo. Su consciencia era débil, solo lo suficientemente fuerte para resistir el dolor que la otra no podía, o no quería enfrentar. Para ella era más fácil entregarse a la muerte. Pero esta Clara no tenía esa intención.Y para eso iba a utilizar cualquier método que fuese necesario. Como el que había aprendido.Su mirada poco a poco se estaba mejorando y se había dado cuenta que esto estaba ocurriendo desde que se estaba vinculando con
Una burla sombría se escuchó en la habitación.-Salvaje, inútil, defectuosa, asquerosa, buena para nada, no debiste haber nacido. Ah, me han dicho tantas cosas que creo que me estoy acostumbrando.Will escuchaba a la loba para después desenfundar todos sus colmillos y garras.-¿Quién eres?- gritó esta vez exaltado. Por su parte Clara ni se inmutó.-Tranquilo beta. Acaso me vas a poner un dedo encima. No creo que tu alfa te perdone por tocarme- inclinó la cabeza hacia un lado con un brillo escarlata en ellos.Will usó toda su fuerza de voluntad para contenerse. Su cerebro aun intentando descifrar que había pasado.-Soy Clara- al parecer la loba se dignó a cooperar- la misma Clara pero no la que todos conocen- se dio la vuelta y se dejó caer en la cama cruzando las piernas.-Eres…-Digamos la que ha soportado todo el dolor de ella. Mi otra yo… es agobiante, temerosa, y una egoísta. Prefiere quedarse en una esquina mientras yo tengo que soportar todas las torturas en mi cuerpo.Will no p
Will caminaba en dirección a la oficina donde estaba trabajando el alfa aun cuando el clima era tan húmedo, secándose de paso el sudor de su frente y con aun los recuerdos de hacía unos momentos cruzando por su mente. Aun le costaba procesar ver a Clara tan cambiada, el brillo de aquellos orbes, la forma en que hablaba, como se movía, como olía. Si, ella era la mate de su alfa y del otro hijo de su exlíder, pero en ese momento le pareció la loba más atrayente que había visto hasta el momento en toda la manada. Y aunque aquellos ojos rojos era sinónimo de salvajismo, y hasta destrucción él se había sentido atraído.Se quedó parado en seco recordando las palabras de ella, incluso la piel descubierta que había podido apreciar. Los dos lobos no la apreciaban. Ella una loba tan hermosa. Se mordió la lengua y estuvo tentado a golpearse al darse cuenta de los pensamientos tan impuros que le estaban cruzando debido a una loba que ya tenía pareja, y no solo una, sino dos.Suspiró y se apretó e
Ethan abrió los ojos de golpe, una sonrisa se proyectó en sus labios. Se enderezó sintiendo su espalda completamente tensa después de estar horas en la misma posición. Su hermano, el supuesto alfa lo había dejado en aquella celda solo con una manta y nada más. Se podía ser un poco más considerado, pero viniendo de él se lo esperaba. Que se podía esperar del hijo de aquel maldito lobo que lo había abandonado junto con su madre a la deriva, en pleno bosque, rodeados de salvajes y sin comida.De solo recordar aquellos años le hacía sacar sus colmillos y querer desenterrar el cuerpo del antiguo alfa, ese que solo había dado su esencia y degollarlo por sí mismo.Pero ahora no era el momento de pensar en ello. Quien venía caminando en dirección a él era lo que llenaba toda su atención. La había llamado innumerables veces, sobre todo en las noches, para que dejara a su hermano y viniese con él. Él podía darle lo que de seguro Dixon no podía. Al final ella había acudido a su llamado y eso lo
La lengua del lobo macho se introdujo en la pequeña cavidad húmeda de la loba buscando su lengua para enrollarla con la suya. El pequeño cuerpo en sus brazos se estremeció y comenzó a temblar y eso estimuló aún más a Ethan. Ella estaba reaccionando a él. Sonriendo levemente reforzó aún más el beso. Chupando, besando, mordiendo, sorbiendo hasta que el sabor de su mate se impregnara en su boca. Podía estar haciendo eso todo el tiempo y no se aburriría. Si solo ella no tuviera el olor de su hermano todo sería mejor.-No- la escuchó articular pobremente cuando separó su boca para dejar entrar aire entre ellos- No… quiero.-Por qué dices eso- Ethan chupó su labio inferior y la arrastró hasta pegar la espalda de ella a la pared y meter su pierna entre los muslos de ella impidiendo que pudiera moverse mucho. Esa posición le hizo recordar la primera vez que la había encontrado y casi habían tenido sexo en el bosque. Esa noche la tenía guardada en su mente y la repetía una y otra vez.Ethan no