El alfa había muerto muertoAnte aquellas palabras Ethan fue el que se quedó sin aliento. -¿Qué?-no pudo evitar decir enterrando las manos tan fuerte en los barrotes que se pusieron blancas y su rostro pálido- ¿Cómo que murió?- su expresión cambió de pronto a una de odio y furia contenida.Will lo miró por encima del hombro, había amargura en él.-El alfa estaba muy enfermo. Esto era algo que esperábamos hacía mucho tiempo. Ya era bastante el tiempo que había durado en su estado.-Pero, pero yo- las palabras casi no salían de la boca de Ethan.-¿Qué?- esta vez fue Dixon el que habló, su voz fue tan fría que los presentes tragaron en seco- Acaso tenías la idea de matarlo tú mismo- bufó- Siento decepcionarte pero él es era de esos lobos que siempre rompían tus planes. Y diciendo esto se encaminó a la salida seguido del beta y el guardia dejando a Ethan aun en la celda.-AAAAAHHHHHH- el gritó del lobo resonó en toda la estancia estremeciendo las paredes y él cayó de rodillas en el suel
-Sigue corriendo. No te detengas. Vas muy lento.Un cachorro de 10 años escuchaba a su espalda, órdenes, y más órdenes, que lo incitaban a continuar moviéndose, aun cuando su cuerpo ya no soportaba más, las heridas en su piel eran profundas, haciendo que la sangre corriera y manchara el suelo, dejando un rastro detrás de él. Porque si, no importaba su estado, si se sentía mal, si estaba herido, si no había descansado, si era un simple cachorro. Estaba obligado a entrenar hasta que el sol se desvaneciera y más allá.Así había sido enseñado y entrenado desde que tenía memoria. Sin el amor de una familia, sin saber que era ser abrazado, o cuidado después de las largas jornadas de entrenamiento donde ni siquiera le daban la suficiente comida para saciar su hambre. Por lo que, Dixon solo había desarrollado sus instintos, no sus sentimientos.Así que cuando percibió la sensación de amozaba contra él y algo rozando contra su cuello, se giró con fuerza, agarrando las dos manos que encontró en
A pesar de que no quería sentirse así, no podía evitarlo. Su cuerpo estaba respondiendo a las feromonas ricas y densas de su pareja, a las manos que recorrían su cuerpo desnudo, a su lengua que jugaba en su oído y ahora se desplazaba por su cuello, lamiendo su piel perlada de gotas de sudor, como si fuera lo más dulce que existiese.Dixon la había acotado sobre la cama y se había acomodado entre sus piernas haciendo que su erección cubriera se friccionara con el sexo ahora húmedo de ella. Clara gemía lastimeramente ante cada roce. Su mente decía que no, que tenía miedo, que no quería aquello, pero su cuerpo era otra cosa. Lágrimas corrieron por sus mejillas presa del miedo, como siempre. Ella era tan débil, tan débil, tan dé…«Apártate» sintió la voz en su cabeza y tras un fuerte dolor de cabeza se sintió hundiéndose en un vacío oscuro y sin fondo que de alguna forma la hizo sentir reconfortada. Así que cerró los ojos y se acurrucó allí, en ese escondite de su mente sin importarle na
Dixon no recordaba la última vez que había dormido tan bien, porque nunca antes lo había hecho. Siempre había alguien que lo despertaba de forma brusca y hasta violenta. Abrió sus ojos encontrando un techo para nada familiar y recordó los últimos sucesos en su vida. En cómo había llegado a la manada. Como se había hecho alfa. En la llegada de su hermano. En la muerte de su padre… y en el encuentro por fin con su mate.Su mate.Se levantó de golpe al sentir el olor de ella muy a lo lejos. Giró la cabeza buscándola al no encontrarla a su lado imaginándose la peor escena. Que ella hubiera escapado de nuevo. Sintió algo de alivio al verla recostada en una esquina hecha un ovillo envuelta en la sábana. Su posición no era nada cómoda para dormir, pero parecía relajada.Dixon se levantó de la cama y se arregló el pantalón. No toleraba que ella estuviera durmiendo allí. Se suponía que ella debía haber despertado a su lado, donde él la despertaría, le comería la boca y volvería a marcar su cue
Clara soltó un chillido y se dio la vuelta tan rápido que cayó de nalgas al suelo y retrocedió en un intento de alejarse de esa loba. No era solo su imagen idéntica a ella, los ojos rojos completamente salvajes u que tanto le aterraban, y, además, su cuerpo estaba cubierto de enormes heridas sangrantes, muchas de ellas abiertas, incluso la más notable atravesaba su rostro de un lado a otro. La ropa desgarrada, dejándolas ver, llena de moretones y un par de grilletes, amarraban sus muñecas y tobillos.Ella se preguntó cómo estaba en ese estado.-¿Quién eres? ¿Qué quieres? - Clara temblaba otra vez.La loba la miró desde arriba hasta con desprecio en sus orbes. Chasqueó la lengua y tomó un profundo respiro.-Solo te limitas a temblar como un ratón asustado. Acaso no tienes la intención de hacer nada por ti- ella le habló con una voz grave que apenas salía dada la marca permanente en su cuello de una cadena que había sido enroscada de forma violenta. El cuerpo de la loba daba lástima sol
La habitación estaba inundada de feromonas de loba hembra. Clara lo había hecho con la intención de tener al lobo bajo ella en trance. Aun cuando no estaban enlazados, él la había marcado y como su mate su cuerpo se relajaría ante la presencia de su olor. Una leve sonrisa apareció en el rostro de Clara mirándolo desde su posición.A diferencia de la Clara consciente, ella no tenía intención de quedarse con los brazos cruzados. A ella le costaba mucho más trabajo salir. Normalmente tenía que usar esos momentos más vulnerables o de noche cuando estaba durmiendo. Su consciencia era débil, solo lo suficientemente fuerte para resistir el dolor que la otra no podía, o no quería enfrentar. Para ella era más fácil entregarse a la muerte. Pero esta Clara no tenía esa intención.Y para eso iba a utilizar cualquier método que fuese necesario. Como el que había aprendido.Su mirada poco a poco se estaba mejorando y se había dado cuenta que esto estaba ocurriendo desde que se estaba vinculando con
Una burla sombría se escuchó en la habitación.-Salvaje, inútil, defectuosa, asquerosa, buena para nada, no debiste haber nacido. Ah, me han dicho tantas cosas que creo que me estoy acostumbrando.Will escuchaba a la loba para después desenfundar todos sus colmillos y garras.-¿Quién eres?- gritó esta vez exaltado. Por su parte Clara ni se inmutó.-Tranquilo beta. Acaso me vas a poner un dedo encima. No creo que tu alfa te perdone por tocarme- inclinó la cabeza hacia un lado con un brillo escarlata en ellos.Will usó toda su fuerza de voluntad para contenerse. Su cerebro aun intentando descifrar que había pasado.-Soy Clara- al parecer la loba se dignó a cooperar- la misma Clara pero no la que todos conocen- se dio la vuelta y se dejó caer en la cama cruzando las piernas.-Eres…-Digamos la que ha soportado todo el dolor de ella. Mi otra yo… es agobiante, temerosa, y una egoísta. Prefiere quedarse en una esquina mientras yo tengo que soportar todas las torturas en mi cuerpo.Will no p
Will caminaba en dirección a la oficina donde estaba trabajando el alfa aun cuando el clima era tan húmedo, secándose de paso el sudor de su frente y con aun los recuerdos de hacía unos momentos cruzando por su mente. Aun le costaba procesar ver a Clara tan cambiada, el brillo de aquellos orbes, la forma en que hablaba, como se movía, como olía. Si, ella era la mate de su alfa y del otro hijo de su exlíder, pero en ese momento le pareció la loba más atrayente que había visto hasta el momento en toda la manada. Y aunque aquellos ojos rojos era sinónimo de salvajismo, y hasta destrucción él se había sentido atraído.Se quedó parado en seco recordando las palabras de ella, incluso la piel descubierta que había podido apreciar. Los dos lobos no la apreciaban. Ella una loba tan hermosa. Se mordió la lengua y estuvo tentado a golpearse al darse cuenta de los pensamientos tan impuros que le estaban cruzando debido a una loba que ya tenía pareja, y no solo una, sino dos.Suspiró y se apretó e