―Es triste pensar en la manera en que me subestimas, hermanita, y quiero que sepas que has herido mi corazón, por tu falta de fe en mí―mi dice, haciéndose el ofendido―para tu tranquilidad, fue lo primero que le pregunté, cuando me propuso siquiera hacer cualquier tipo de trabajo dentro del mundo de los lobos―añade y, a pesar de todo lo indignado que se ve, sigo mirándolo intensamente, a ver si ya afloja la respuesta―pues, resulta que ella se mudó de la ciudad en donde vivíamos en casa de Richard y ahora vive en un pueblo rural, rodeado de mucho aire fresco, en donde encontró a su pareja destinada―revela y yo quedo sorprendida por todo lo que acaba de decir.Y es que me acaba de dar un poco de nostalgia la mención de mi antigua casa y mi antigua recámara, la que no compartía con nadie, a pesar de que vivía en una casa de acogida. De seguro mi habitación debe haber quedado igual que siempre, con todo mis queridos objetos, los que atesoraba y que me traían recuerdo de todos los hermanos
Claro que tampoco lo hubiera intentad0 esas otras veces, porque aún se estaban desarrollando mis habilidades como loba, como alfa y como la sanadora del mundo, a decir verdad.Ni siquiera podía transformarme, debo admitir, pero aquí y ahora, en este momento en el que me siento tan molesta por todo, creo que él no debería estarme provocando, porque sé que es un alfa poderoso, lo he visto luchar, pero eso no significa que no le pueda dar pelea, incluso, hasta ganarle.Después de todo, le gané a mi padre que es igual de poderoso que él.―Pues, en este momento no te veo como una alfa, sino como mi hija y con el perdón de Richard, pero creo que no has recibido la educación adecuada y no te has dado cuenta en el peligro en el que te encuentras―me responde y trago en seco y quedo desarmada, porque jamás me hubiera esperado que me dijera eso―deberías valorar más todo lo que hizo tu madre por ti, incluso se sacrificó solamente para que vivieras y creo que, en honor a eso, deberías ser un poco
Mientras Kieran y yo subimos por las escaleras, escoltados por Derrick y Frans, siento como empieza a recorrerme un escalofrío por toda mi columna vertebral, y es que me parece que Kieran está algo esquivo, muy diferente a la manera en que me tocaba el muslo hace un momento, lo que me hace pensar que no la tendré fácil, ahora que estemos a solas. Y debo confesar que yo quería tener una discusión acalorada, acerca de las razones por las cuales me fui, cuando ambos estábamos listos para crear otro lobo, para luego tener una reconciliación llena besos, arrumacos y otras tantas cosas más, después de todo somos una pareja destinada. Él y yo nos dimos la marca y eso significa algo por aquí. Pero esa actitud esquiva hace que mi escalofrío se sienta con un hormigueo alrededor, sobre todo por todo lo que dijo Kyle hace un rato, referente al legado familiar y toda esa cháchara, y ahora me estoy planteando otra cosa que él pudiera estar pensando y no me gusta para nada. Sí, ya sé que la manad
― ¡Y ahora resulta que soy una loca! ―le espeto molesta y trato de golpearlo en el pecho, pero él me atrapa los brazos en la espalda― ¡suéltame, tú, pedazo de patán! ―le grito, pero no me contesta, en cambio, acerca su cara a la mía y me da un beso en la frente.―Una encantadora e irremediable loca, debo agregar―me dice y yo trato de luchar para alejar sus labios de mí y, sin embargo, lo hago sin mucho fuerzo―una deliciosa y maravillosa loca―continúa hablando, mientras reparte más besos por mi cara.―Eso díselo a tu nueva pareja destinada―le digo y muevo mi cara hacia un lado, para que deje de besarme la cara, pero entonces, él aprovecha para besarme el cuello hasta llegar a arriba de mi clavícula, justo donde se encuentra mi marca, la cual besa y lame con devoción―espero que la disfrutes, aunque dudo que te dure el gusto, porque me encargaré de destriparla por completo, dejaré sus tripas regadas por todo el territorio, ya lo vas a ver. Todas las lobas van a saber lo que les va a pasa
―Entiendo que tengamos que venir a ver cómo está todo en la manada de Los Desterrados―dice mamá y beta de la manada, quien me mira con una ceja levantada y yo me pongo a arreglar unos documentos en mi escritorio improvisado dentro de la carpa que hace la función de casa de la manada.Y es que la insólita manada de Los Desterrados, mi responsabilidad, tiene menos de tres meses de haberse fundado. Es una especie de manada nómada que hasta ahora ha acantonado en los límites de la manada Luna Escarlata, territorios en los cuales soy Luna.Hay tantas cosas qué hacer por aquí y sin embargo tenemos que esperar a que pase el juicio para poder organizarnos tanto aquí como en la manada Plata, donde también soy alfa por derecho de nacimiento, ya que soy la primogénita de su último líder, quien ahora se encuentra en una mazmorra por ser el tipo más odiado del mundo de los lobos.Y pensar que hace solo unos tres meses atrás, yo, Bianca, vivía en una casa de acogida con mi cuidador, Richard, mi tío
―Ya estamos listos para acompañarla, mi alfa―me dice uno de los que ahora considero de mis mejores hombres dentro de la manada de Los Desterrados, Bersi, quien fue a uno de los que liberé en las mazmorras de la manada Plata, cuando rescaté a mi madre y mis hermanos. Larga historia. ―Creo que iré sola esta vez―le digo, pero siento que de alguna manera lo he ofendido, así que añado―creo que es mejor que te quedes cuidando a la beta, mientras no esté, ¿te parece, Bersi? ―le pido y él suspira, así que prosigo―Luna Adara necesita verificar que las raciones lleguen a tiempo a todos los lobos y ya sabes las discusiones que se pueden producir por aquí―le recuerdo y él lo medita un poco. Es verdad, según me comentó Kyle hace unos días, le resultó muy difícil controlarlos, a pesar de su voz de alfa y de la ayuda que tiene con los lobos que han prestado otras manadas. Y hoy, el día en que todos los alfas se reúnen para juzgar a Einar, no puede estar por aquí, ya que Kieran lo necesita, al igu
Los dos lobos negros están ahora con el rabo entre las patas, los cual me dan unas ganas inmensas de reír.¡Ja!Hace un rato se veían muy valientes, atacándome sin piedad los tres a la vez, pensando que era una pobre loba indefensa, que podían darme muerte para tomar mi puesto dentro de la manada Plata.Pobrecitos, qué lástima que me dan.Resulta que soy Bianca, la piedra en su zapato y no estoy sola, además, porque tengo el apoyo de tres manadas y una de ellas es la más salvaje de todos, Los Desterrados, gente temida en el mundo de los lobos, quienes detestan a los alfas en general.Algunos de ellos están transformados en lobos, otros, como mi madre y su ahora nuevo ayudante, Bersi, permanecen humanos.Y ahí, detrás de mí, están tres alfas de linaje muy antiguo, quienes se han preocupado por mí desde que me introduje en toda esta locura del mundo de los lobos.Kieran avanza y pasa por mi lado y en dirección al tal Ezra, quien tiene ahora las orejas hacia atrás, ante su gruñido feroz,
“Te diría que es verdad, Bianca, pero estoy más que seguro que el hambre habla por ti”, me contesta Aren, pero no lo dice molesto, más bien es una de sus tantas bromas. Él se transforma y acerca a mi madre y le da un beso, lo que me sigue resultando repulsivo, a pesar de las dos semanas que tengo de verlos hacer lo mismo.―Creo que ya están retrasados, amor―le comenta mi madre a Aren y luego me mira directo a los ojos―yo me encargaré de todo por aquí, ahora que Bersi me está ayudando, así que se pueden ir tranquilos, no creo que esos dos vuelvan por aquí―me dice y ahora siento que estoy dejando a mi manada sin nada de protección y no es que sea la gran alfa y tal, pero sí que puedo ser la horma del zapato de esos dos grandes cobardes que se acaban de escabullir por el bosque.―Te prometo que regresaré en cuanto pueda, Luna Adara―le digo, aunque me encantaría decirle mamá delante de todos, pero estoy segura de que eso le generaría las ronchas que no necesita en este momento que debo ab