La pequeña espera de tan solo cinco minutos fue eterna para los dos, Dana observaba atentamente la varilla por si cambiaba o no, mientras que Vicenzo tenía sus manos juntas, como si estuviera elevando una plegaria. Y es que en realidad lo estaba haciendo, él quería que la mujer de la que estaba irremediablemente enamorado le diera la bendición de darle un hijo.Una línea se formó, seguida a los pocos segundos de la segunda línea lo que confirmaba fehacientemente que estaba embarazada. La segunda prueba, que era un poco más sofisticada, marcaba la cantidad de días que eran, según esta, catorce.La felicidad era plena, Vincenzo no podía creer lo bueno que le estaba ocurriendo mientras que Dana se sentía un poco confusa, su expresión era algo contrariada._ ¿Qué ocurre muñeca? _ preguntó él mientras que observaba como ella estaba aún tiesa y muda a su lado, hasta que vio una pequeña lágrima rodar por su mejilla lo que lo desesperó por completo _ Dana… ¿No quieres tener a mi hijo? _ pregu
Un nuevo día había iniciado y Dana tenía grandes planes para él. Por un lado, estaba el tema de conseguir un obstetra que la atendiera durante su embarazo, por el otro estaba el tema del trabajo. Ella no pensaba quedarse quieta, siempre había trabajado y lo seguiría haciendo sin lugar a duda._ Abu…Sofi _ ingresó la joven al departamento que se suponía era de las tres, aunque ella siempre estaba con Vincenzo en su departamento._ Mi niña…veo que estás muy feliz, anoche no quisimos molestar, por eso no fuimos a verte, sabíamos que era una situación que tenían que resolver entre ustedes _ la abuela Clara había estado tentada de ir a verla todo el tiempo, pero tanto Sofía como Monique la habían detenido, ellas creían que a quien Dana quería era a su amado, y ellas quizá molestarían un poco._ Todo está excelente, es más les tengo la mejor noticia del mundo _ dijo riendo y abrazando a su abuela.Tanto la anciana como Sofía observaban atentamente a una Dana que se veía exuberante de felici
Mientras Dana tenía su epifanía, Vincenzo libraba su propia batalla._ ¡Vin por favor! _ gritaba una furiosa Anahí que no aceptaba el rechazo del hombre.A ella no le interesaba el dinero en realidad, ella sentía que había nacido para ser la esposa de Vincenzo, ser la señora Corpa era todo para ella en realidad, y el divorcio no constituía una opción._ ¿Qué es lo que ocurre Anahí? _ ya se sentía fastidiado por la insistencia de la mujer _ ¿No tienen ya lo que siempre han querido? _ agregó en un tono un poco más elevado _ ahora eres la dueña del conglomerado Corpa, eres inmensamente millonaria ¿Qué más se le ofrece a la señora? _ lo último lo dijo con absoluto y completo sarcasmo._ Yo…solo quiero que formemos una hermosa familia, tu, nuestro hijo y yo _ contestó ella con la cara de piedra más grande del universo._ Esto es increíble… ¿Te das cuenta de qué actúas como loca? _ Vincenzo se había acercado solo unos pasos a la mujer y le hablaba en un tono más calmado, sentía que definiti
Dana caminaba de un lado al otro esperando ser atendida en la estación de policía. Sabía que la decisión que había tomado era arriesgada, pero también sabía que su hermana siempre tenía la manera de salirse con la suya y estaba segura de que esta no sería la excepción. Es por eso por lo que acababa de tomar la decisión de dejarla en libertad, tenía que averiguar cuál era la verdad detrás del odio de su hermana y al parecer de su madre también, ya que era evidente que ella sabía que todo había sido un plan para intentar eliminarla y luego lo fraguaron todo para culparla._ ¿En qué la puedo ayudar señorita? _ preguntó un oficial de policía que llevaba bastante tiempo observándola._ Necesito retirar una denuncia _ dijo ella intentando armarse de seguridad._ Dígame cuál es su denuncia y la razón por la que la quiere retirar _ fue la pronta respuesta que recibió.El hombre estaba en sus cuarenta, era un poco robusto, pero con una sonrisa amable. Le extrañaba bastante la situación en la q
Mientras Dana llegaba feliz a su departamento, Vincenzo recibía otra visita desagradable. Tal parecía que sería un día sumamente complicado._ ¿Se puede saber que diablos haces en mi empresa? _ se escucho la rasposa voz del anciano Valles.Vincenzo lo observó con algo de molestia, no podía creer la desfachatez de ese viejo, tal parecía que no había sido bien informado._ ¿Disculpe? Yo quiero saber quién es el responsable de que usted haya irrumpido de esa manera en mi oficina _ dijo con un tono visiblemente molesto._ Yo…lo siento señor, él…no pude detenerlo _ la pobre secretaría se sobaba el brazo, que mostraba un moretón en él aparentemente producido por el bastón del viejo.El aura asesina de Vincenzo se despertó en el acto, no podía creer cómo ese hombre se había atrevido a tanto, como para golpear a su secretaria._ Tranquila…ve a la enfermería que yo me ocupo de este…hombre _ fueron las palabras del empresario que quería matar al hombre que permanecía de pie y observándolo con f
Un auto circulaba a toda velocidad por la amplia carretera. Dentro de este una joven mujer intentaba controlar el volante mientras que la otra gritaba a todo pulmón. Los frenos parecían estar averiados, De cerca los perseguía otro vehículo, que parecía intentar ayudar. La joven al volante, quién demostró tener suma pericia, salió de la carretera y comenzó a maniobrar para intentar frenar utilizando la el camino que iba hacia arriba. Quizá la pendiente ayudara a aminorar la marcha y pudieran saltar antes de llegar al precipicio._ ¡Cuando te diga te avientas del auto! _ fue la orden que dio Dana a Mariana su hermana menor, que seguía gritando y no parecía entender lo que le decía _ ¿Me oíste?_ volvió a gritar para comprobar si había sido escuchada. En respuesta recibió un asentimiento de cabeza. Cuando ya la velocidad había disminuido lo suficiente Dana comprendió que era el momento, cosa que fue también comprendida por Mariana. La joven miró a su hermana de una manera extraña, tomó
Otro largo mes había pasado. Dana había aguantado estoicamente los dolorosos tratamientos a los que la habían sometido para ayudarla a recuperar la movilidad. Ahora podía ponerse de pie y daba algunos pasos aunque con bastante dificultad. El último tramo del tratamiento lo haría de manera ambulatoria, sabía que pronto podría moverse nuevamente con normalidad.Sofía tenía ya todos los papeles listos para llevar a su hermana a casa. Ella era todo lo que le quedaba a Dana, ningún miembro de su familia había tenido el más mínimo interés en conocer el estado en el que se encontraba. Matt, quién era su prometido hasta hace dos meses ahora era el novio de Mariana. Toda la situación era terriblemente bizarra y le costaba, a una sencilla Sofía, entender el nivel de maldad que esas personas estaban manejando._ Vamos amiga, ya tengo todo lo necesario listo _ habló Sofía risueña._ Vamos, ya no quiero estar un minuto más en este lugar _ emitía una feliz Dana que por fin vería nuevamente la luz.
Las tres mujeres se encontraban en una esquina observando atentamente como todo sucedía a su alrededor. Los hermosos autos modificados para correr a gran velocidad se encontraban en la línea de largada. Todo estaba perfectamente arreglado para la gran competencia._ ¡Dana! _ gritó una mujer de unos 30 años, mientras se acercaba a ella con una sonrisa_ es bueno volver a verte después de tanto tiempo _ agregó mientras abrazaba cálidamente a la joven._ ¿No corres? _ preguntó mirando a su alrededor como buscando algo o a alguien._ No Monique, me quedé sin auto…ya no puedo correr _ contestó bastante melancólica, en ese momento le vendría tan bien descargar un poco de su dolor en la pista._ ¡Oh!... ¡Qué casualidad!... _ dijo la mujer sonriente evidentemente feliz, lo que dejó desconcertadas a las otras tres_ tú necesitas un auto y yo un piloto _ agregó feliz sacando de dudas a sus interlocutoras._ ¿Es un chiste? _ preguntó una asombrada Dana que se había desacostumbrado a recibir algún