Dana caminaba de un lado al otro esperando ser atendida en la estación de policía. Sabía que la decisión que había tomado era arriesgada, pero también sabía que su hermana siempre tenía la manera de salirse con la suya y estaba segura de que esta no sería la excepción. Es por eso por lo que acababa de tomar la decisión de dejarla en libertad, tenía que averiguar cuál era la verdad detrás del odio de su hermana y al parecer de su madre también, ya que era evidente que ella sabía que todo había sido un plan para intentar eliminarla y luego lo fraguaron todo para culparla._ ¿En qué la puedo ayudar señorita? _ preguntó un oficial de policía que llevaba bastante tiempo observándola._ Necesito retirar una denuncia _ dijo ella intentando armarse de seguridad._ Dígame cuál es su denuncia y la razón por la que la quiere retirar _ fue la pronta respuesta que recibió.El hombre estaba en sus cuarenta, era un poco robusto, pero con una sonrisa amable. Le extrañaba bastante la situación en la q
Mientras Dana llegaba feliz a su departamento, Vincenzo recibía otra visita desagradable. Tal parecía que sería un día sumamente complicado._ ¿Se puede saber que diablos haces en mi empresa? _ se escucho la rasposa voz del anciano Valles.Vincenzo lo observó con algo de molestia, no podía creer la desfachatez de ese viejo, tal parecía que no había sido bien informado._ ¿Disculpe? Yo quiero saber quién es el responsable de que usted haya irrumpido de esa manera en mi oficina _ dijo con un tono visiblemente molesto._ Yo…lo siento señor, él…no pude detenerlo _ la pobre secretaría se sobaba el brazo, que mostraba un moretón en él aparentemente producido por el bastón del viejo.El aura asesina de Vincenzo se despertó en el acto, no podía creer cómo ese hombre se había atrevido a tanto, como para golpear a su secretaria._ Tranquila…ve a la enfermería que yo me ocupo de este…hombre _ fueron las palabras del empresario que quería matar al hombre que permanecía de pie y observándolo con f
En un lujoso consultorio una pareja observaba feliz cómo su hijo comenzaba a dejarse ver. Dana ya tenía cuatro meses de embarazo por lo que no solo se veía muy bien, sino que ya se podía saber el sexo del bebé. Era el momento más feliz de la vida de ambos, a pesar de qué, algunas cosas no habían salido como ellos esperaban.Anahí había intentado impedir el divorcio durante más de dos meses, y recién en el tercero había terminado de firmar los acuerdos, a pesar de que ella había quedado como la dueña de todo, ya que lo que realmente siempre quiso fue a Vincenzo en su vida. Fue realmente difícil de conseguir que la mujer finalmente se diera por vencida, ella aseguraba que lo amaba y que podrían tener un gran futuro juntos. Ella esperaba un varón al que le pondría Máximo, porque sería el más grande de los Corpa, según sus palabras, Vincenzo no se terminaba de reconciliar con la idea de ser padre de un niño que fue concebido con semejantes mañas, pero el niño que venía en camino no tenía
El sol se había posicionado en su posición central sobre el cielo, lo que indicaba que la hora del almuerzo había llegado, por lo que todos los que podían hacerlo volvían a casa para dicho evento, otros se encaminaban a distintos restaurantes o simplemente tomaban su almuerzo en sus lugares de trabajo. El ajetreo de la ciudad no disminuía en realidad por nada del mundo.Justamente, a uno de los restaurantes más famosos de la ciudad ingresaban dos mujeres, las que pavoneándose en gran manera caminaron detrás del mozo que las dirigía hacia su mesa asignada, allí las esperaba una tercera mujer, que tenía una gran sonrisa en los labios que mostraba su increíble felicidad._ ¡Bienvenidas! _ dijo Anahí manteniendo en su lugar la curva de sus labios._ Veo que estás muy feliz _ la voz de Mariana sonaba con algo de molestia _ a pesar de que la maldita de Dana sigue estorbando en nuestros caminos _ agregó ya evidentemente furiosa al solo recordar a su hermana._ Querida Mariana debes de relaja
Mientras las tres mujeres seguían planificando sus maldades, Vincenzo llegaba a su departamento buscando desesperadamente a Dana. Salir del hospital y comprobar que ella se había marchado no fue algo grato para el hombre, miles de dudas y conjeturas se agolpaban en su mente que no dejaba de maquinar intentando saber qué era lo que le podría haber ocurrido.Al entrar al departamento buscó con la mirada el objeto de su preocupación y un sonoro suspiro se dejó oír al ver allí a Dana, sentada junto a la ventana observado la ciudad con una tasa de té en la mano.Fue una visión sublime, majestuosa, adorada. Era el epítome de la belleza en estado puro, de eso estaba completamente seguro. Vincenzo caminó con paso firme hasta el sofá en el que se encontraba la belleza sentada y se arrodillo frente a ella para colocar la cabeza sobre su vientre. Este no era un acto aislado, en realidad era algo que él hacía muy a menudo. Le encantaba sentir que podía estar más en contacto con su adorada hija de
La vieja villa Corpa se estaba preparando para recibir prontamente a sus invitadas. Vincenzo había decidido que las tres mujeres se instalaran en ese lugar, por dos razones fundamentales, primero porque de esa manera ella no estaría sola, y segundo para protegerlas a todas. Sentía que tanto Sofia como la abuela también estaban expuestas. Había recibido alguna información sobre los últimos acontecimientos y lo descubierto lo dejaba demasiado inquieto.Andrés había cumplido con su palabra y tenía en sus manos información sobre sobre la familia Valles, aunque seguían existiendo algunas lagunas. También tenía información sobre la familia de Dana, aunque esta no era para nada concluyente.El joven asistente tenía una gran felicidad plasmada en su rostro, y es que faltaba realmente poco para su casamiento y luna de miel, todo pagado por su jefe, a eso se le sumaba el grandioso hecho de que había recibido un cuantioso aumento de sueldo, y sabía que con esta información Vincenzo estaría realm
Dana lloraba de manera desconsolada sin poder creer todo lo que había escuchado. Lo que había en su pasado era tan turbio, tan increíble. Sin pensarlo mucho se abalanzó sobre su abuela y la abrazó con fuerza, siendo respondida de la misma manera.La boca de todos había quedado abierta de la incredulidad sobre todo lo acontecido. Era una situación extraña, era difícil comprender cómo es que esos hechos se habían dado, pero también les costaba entender el por qué no se investigó de la manera correcta para poder saber, a ciencia cierta, qué había ocurrido._ Abuela…no es tu culpa…en absoluto…creo que hiciste lo que pudiste…lo que te salió…como ibas a adivinar lo que ella pensaba o haría _ dijo Dana entre sollozos que le dificultaban el habla.Pero la verdad, es que Clara no podía dejar de sentir que ella debería de haber hecho algo diferente. Siente que tuvo en sus manos la solución a todo ese conflicto y no hizo nada._ Clara _ intervino Vicenzo para preguntar lo que ninguno se atrevía
Anahí se encontraba en su habitación, aún estaba perpleja por lo que había descubierto hace tan solo un día. La foto no era todo lo que había en ese cajón, por el contrario, encontró algunos documentos que le resultaron bastante curiosos. En sí no había nada que resultara sospechoso a prima facie, pero, el solo hecho de encontrarlo escondido allí, lo tornaba un misterio que ella estaba dispuesta a develar._ ¿Qué esconde Demetrio Valles? ¿Qué escondes? _ se preguntaba ella mirando las fotos que había tomado de todo lo encontrado.Tras esto ella comenzó una inexperta búsqueda en internet, que resultaría poco productiva para ella, pero muy interesante para otra persona, que, desde el interior de una habitación, rodeada de computadoras, sonreía al ver ese burdo intento de pesquisa de una mujer que evidentemente no tenía ni idea de lo que estaba haciendo ni mucho menos de la puerta que acababa de abrir.Mientras Anahí intentaba encontrar algo interesante, una jovencita, desde otro lugar,