Mientras esto ocurría en el hospital una furiosa Anahí rompía todo a su paso al llegar a casa. Ella quería darle una lección a esa maldita de Dana, pero no había podido y todo lo había salido muy mal, pero eso solo la motivaba a seguir intentando, esa maldita mujer le había robado todo lo que le pertenecía y el único camino posible era la muerte, y si su Vincenzo se oponía, entonces él también tendría que morir. Ella ya estaba cansada de solo recibir rechazo de parte de ese hombre que le pertenecía, por lo que ahora era momento de cambiar de planes y una idea se vino a su mente.Ambos debían morir, eso era lo mejor, si ella no podía ser feliz, nadie lo sería, de eso se encargaba ella como que se llamaba Anahí Valles, y a un Valles nadie le dice que no.Con esta idea en mente, tomó su teléfono y realizó una llamada que había evitado hacer, quería agotar todas las posibilidades antes, ella estaba segura de que ese hijo que esperaba haría que Vin se atara a ella de manera firme y segura,
Aurelio había conocido a Isabel cuando la mujer era muy joven, tenía solo 18 años y buscaba trabajo, en ese momento él necesitaba una asistente, estaba comenzando con su pequeña empresa y ella tenía solo los estudios básicos, pero mostró un gran poder de observación, una excelente memoria, gran predisposición y talento para la decoración. Su compañía era de remodelaciones y ella significaba un combo completo, ya que incluso lo ayudaba en el trabajo pesado.Poco a poco fueron adquiriendo fama, aunque ella siempre solicitó permanecer en las sombras, cosa que no le pareció extraño ya que era sumamente tímida, y era una época en la que no había tanta exposición por lo que no le vio el problema.Cuando Isabel cumplió los 20 años ellos se casaron, el que sentían era un amor puro y sincero, lejos de ambiciones y malicias la mujer se desempeñaba como madre, ama de casa y trabajadora, siempre acompañada por un Aurelio dispuesto a realizar en equipo todas las tareas, como ya lo habían aprendido
Hugo Mills era un hombre taciturno, siempre se había preocupado por su familia, y había sentido cierto apego mayor por su primogénita. Ella era la que lo acompañaba, lo escuchaba, en definitiva, la que más se le parecía en carácter y forma de ser. Él solía ser un hombre cálido, de férreos valores morales, que siempre cumplía con sus contratos y jamás dejaba las cosas por la mitad.Hugo amaba intensamente a Melina, aún cuando sabía que no era del todo correspondido, él nunca hubiera deseado que las cosas se dieran de esa manera, pero no había nada que pudiera hacer, no lo había buscado, no lo había provocado, pero no por eso iba a perder la oportunidad de pasar el resto de su vida junto a la mujer que amaba y ese fue su peor error.Del enérgico hombre que era en su juventud, hoy solo quedaba un ser apagado, un pusilánime en toda la extensión de la palabra, y lastimosamente, no parecía querer salir de esa situación. Había perdido el interés por su propia vida y en correspondencia por to
El resto de los días en los que Dana permaneció bajo observación parecieron estar tranquilos para todos. Matt finalmente había visitado a Mariana, aunque no fue muy amistoso con ella, solo le dejó claro que amaba a su hijo y que haría todo lo que estuviera en sus manos por su felicidad. Había un detalle que Mariana no sabía, o no había notado y ese es que él se refería a algo muy diferente a lo que ella pensaba.Para Mariana, Matt se quedaría a su lado y serían una familia feliz por el bien del bebé, en cambio para Matt, como ya lo había decidido, lo mejor para su hijo era sacarla a ella de su vida. Pero él no le informaría sobre esa sutil diferencia, dejaría que ella considerara y creyera lo que quisiera, de esa manera lo dejaba tranquilo.Andrés seguía investigando todo lo que tenía que ver con el pasado, tanto de su jefe como de la novia de su jefe, tal parecía que ambos, o, mejor dicho, sus familias, tenían muchos muertos en el placard.El abuelo Corpa estaba sumido en la tristeza
El día del alta de Dana había llegado y todos lo esperaban con ansias por diferentes motivos.Anahí, Mariana y Melina se encontraban juntas en un café que se encontraba enfrente del hospital. Mariana, había sido dada de alta un día antes que Dana, su evolución había sido excelente, ella solo había sufrido una cesárea de emergencia por lo que su estado no era realmente delicado, el que sí seguía en incubadora era Ethan, quien en esos pocos días había ganado algunos cuantos gramos y respiraba de manera más tranquila, lo que indicaba que, en poco tiempo, de seguir así, se iría a casa con su padre.Volviendo a las tres mujeres, ellas tomaban una infusión y observaban expectantes el movimiento de la calle, había una gratificante anticipación en cada uno de sus gestos. El común denominador era el silencio, cargado de anticipación por aquello que estaba por venir dentro de algunos minutos._ ¿Estás segura de que todo será como lo esperamos? _ preguntó una ya demasiado ansiosa Mariana que que
El movimiento frente al hospital era muy grande. En pocos minutos llegaron la policía, los bomberos y por supuesto muchos periodistas. Todo era caótico, increíble y demasiado extremo. Parecía el escenario de una película de acción, en la que los buenos buscaban los restos de los malos entre los deshechos de hierros retorcidos e incendiados aún. Pero una sola frase corría por todos los labios “era imposible que hubiera sobrevivientes”.Las tres arpías estaban tranquilas, se pusieron de pie al unísono y comenzaron a caminar hacia la salida, ellas no querían ser filmadas o fotografiadas en la escena y lo mejor era salir rápidamente del lugar, mientras que las cámaras estaban concentradas en los despojos del auto en llamas.Caminaron sin pausa, pero sin prisa, nada podía alertar a los presentes sobre su presencia. Gruesos sombreros de grandes alas cubrían sus rostros, junto con grandes lentes oscuros. Todo les había salido a pedir de boca, y ya nada podían esperar de la situación.Mientra
Las luces que permanecías apagadas se encendieron de golpe._ Buenas tardes a todos _ se escuchó al fin la gruesa voz de Vincenzo Corpa quien se encontraba de pie en el lugar mirando a todos los presentes con la solemnidad que lo caracterizaba, a su lado estaba de pie como una reina que viene a juzgar a sus súbditos, Dana _ gracias por venir para poder ser testigo de todo lo ocurrido. Mi hermosa esposa y yo hemos sido víctimas de un cruel atentado, como ya todos saben, pero… ya ven cómo resultaron las cosas en realidad. Estamos bien, a salvo, y los responsables de este hecho están en manos de la justicia, solo falta un cabo suelto, el autor intelectual…la persona que ideó y planeo todo…esa persona estuvo siempre allí, observando lo que ocurría…esperaba ver en primera fila como mi hermosa y yo volábamos por los aires, y claro que le dimos ese espectáculo… no queríamos defraudarla, después de todo había hecho un gran esfuerzo para deshacerse de nosotros _Ahora los murmullos se escuchab
Dana se tardó muy pocos minutos en exponer su idea al anciano, quien estuvo de acuerdo de inmediato, no había riesgo alguno en realidad y más si se tomaban todos los recaudos. No sería difícil conseguir los dos autos iguales, luego le harían creer las tres arpías y sus cómplices que en ese auto iban a subir ellos, era en realidad como un truco de magia, solo tenían que lograr que ellas prestaran atención a lo que ellos querían._ ¡No puedo creer que estés de acuerdo con esta locura! _ vociferaba Vincenzo enojado con su padre quien intentaba convencerlo de seguir con el plan._ Hijo, no hay riesgos si nosotros realizamos las cosas de manera adecuada _ Ignacio necesitaba ser escuchado por un hombre que se negaba a dejarlo siquiera hablar _ todo es simple, jamás se subirán al auto que tenga el explosivo, es más no estarán cerca, y al colocar el camión para que haga de distractor, también servirá de barrera, es claro que una vez arriba del auto deben acelerar para salir de allí rápidament