Después de ingresar a la zona del Horizonte Dorado, Xavier se dirigió directamente hacia el edificio del hotel. Afuera, todo eran trabajadores de construcción. Beatriz, debería estar dentro del hotel. Llegó al primer edificio del hotel. En el primer piso, varios empleados estaban realizando cambios
El agudo sonido perforó los tímpanos de Xavier. Cuando finalmente reaccionó, se apresuró a tapar la boca de Carmen con la mano.—¡Umm, umm! Carmen solo pudo emitir sonidos ininteligibles ya que su boca estaba fuertemente tapada por Xavier. Ella miró con terror al intruso que había irrumpido en el v
—¿Realmente hay un asesino?Carmen miró la expresión nerviosa de Xavier con cejas ligeramente fruncidas.—¡Por supuesto, ¿por qué te mentiría?! —dijo Xavier apresuradamente. ¿Dónde está tu señorita ahora? ¡Tenemos que ir a buscarla de inmediato!—No te preocupes, la señorita está bien —dijo Carmen,
La mirada de Carmen tembló, su rostro palideció. La ventana de ventilación del baño estaba completamente abierta. ¡Eso indicaba que alguien se había escapado a través de esa ventana! ¡Esa persona debería ser el asesino mencionado por Xavier! La altura de esa ventana era casi de tres metros, diseñad
Dentro del vestuario, Carmen miraba a Xavier con una expresión algo incómoda. Sin embargo, realmente estaba muy asustada. De lo contrario, no le habría pedido a Xavier que la acompañara, retrasando así su búsqueda del asesino.—Está bien —dijo Xavier al ver el miedo genuino en Carmen y no la rechazó
La tierra temblaba incesante.Grandes llamaradas de fuego se elevaban hacia el cielo. Las llamas furiosas casi barrían todo el estacionamiento.Carmen estaba tendida en el suelo. Sentía la oleada de calor ardiente acercándose, con la mente en blanco.—¡Beatriz!La mirada de Xavier temblaba repentina
—Suelta a la chica —resonó al instante la voz fría de Xavier en la puerta del aula.—¿Soltarla?El hombre respondió con una sonrisa muy siniestra en los labios al escuchar las palabras de Xavier.Miró a Xavier detenidamente, que estaba en la puerta, con un tono bastante oscuro y juguetón dijo: —¿Sab
Beatriz abrió los ojos lentamente. Sintió que un afilado cuchillo le estaba presionando con fuerza su garganta. Pronto recordó lo que había sucedido en el estacionamiento momentos antes. Se dio cuenta de que la tenían bajo su control. A pesar de eso, su respiración seguía siendo tranquila y su rost