—¿Cuándo preparaste esto?—Es un secreto— dijo abrazándola por la espalda y dándole besos en el cuello. Ella cerró sus ojos disfrutando de su abrazo. Luego de unos segundos él la soltó, de inmediato ella lo extrañó. Se giró para verlo, y lo que vio la dejó aún más sorprendida. Maurizio se había puesto sobre una de sus rodillas mientras sostenía una cajita roja y dentro de esta un anillo de compromiso.—Antonella, desde que te vi me enamoré de ti, no solo de tus hermosos ojos o de tu cabello como el fuego, sino también de tú corazón, de la persona que eres, te amo con toda mi alma, con tus locas ocurrencias y tu carácter que a veces me enloquece, pero amo esa locura y todo lo que me provocas. ¿Me harías el honor de convertirme en tu esposo, por siempre?Cuando conoció a Maurizio, no tenía dudas de que él podría ser alguien pasajero también como muchos otros lo había sido en tan solo un año. Cuando se dio su rompimiento con su novio, no creyó que podría enamorarse, al menos no tan pront
Esa noche decidieron quedarse en casa de los padres de Sofía. Al día siguiente la pareja volvió a su propio hogar, junto a su hija. Xavier buscaba toda clase de excusa para estar cerca de ella. se iba tarde al trabajo y volvía muy temprano. En tanto ella, no se sentía nada aburrida, pasaba la mayor parte del tiempo con su pequeña, aunque tenía una niñera.Intentaba armar en su cabeza la historia de ella y su esposo. Y aunque la visita a su doctor fue alentadora, según los análisis ella estaba bien. Pero, aún no lograba recordar, excepto unas cuantas imágenes fugases que pasaban por su mente y algunos sueños que había tenido que parecían más recuerdos. Esas cuatro semanas viviendo junto a su esposo habían sido las mejores en mucho tiempo. Se sentía como en un sueño.—Amor— Lo llamó ella. Cuando estaba a punto de Salir de la habitación. Sofía estaba aún en la cama, y parecía no querer levantarse. Sus cabellos eran un desastre, pero lucía hermosa. Él se había despedido y estaba a punto d
Cuando ella salió, el celular de Xavier vibró en su bolsillo. Xavier ni siquiera tomó su saco apenas recibió la noticia salió como un huracán de la oficina. En la puerta se encontró con Gino y por su cara pudo ver que él también había sido notificado.—Voy a matarlo— Soltó Xavier, su mirada estaba llena de ira, sus puños apretados y sentía su sangre hervir. Cuando llegaron a la villa. Los de la ambulancia estaban haciendo su trabajo. El corazón de Xavier se sintió como si hubiera recibido una puñalada cuando la vio en aquella camilla. Subió a la ambulancia con ella y sostuvo su mano todo el camino.El doctor la estaba analizando. Antonella no tuvo más remedio que decirle a los paramédicos que la atendieron que su amiga estaba embarazada. Esa mañana habían ido al hospital para estar más seguras. Sofía se dio cuenta de los cambios en su cuerpo y hace unos días que tenía sus sospechas.—Ella está bien, no te preocupes— Antonella estaba al lado de Xavier. Sabía que era en vano decirle esa
Debió pasar alrededor de una media hora, cuando escuchó la puerta abrirse, entonces se hizo el que estaba profundamente dormido. La sintió cerca y su aroma llegó hasta él. Unos segundos después ella se acomodó a su lado debajo de la manta, colocó su cabeza en su pecho y lo abrazó, también subió una pierna sobre las de él. Xavier no tardó mucho en envolverla en sus brazos dándole un beso en su cabeza. —Creo que estos meses no serán fáciles— Musitó él muy bajo. —¿A qué te refieres con eso? — Preguntó ella levantando su cabeza. Al parecer logró escucharlo. —Nada princesa— Le dio un corto beso en los labios. Sus cambios de humores estaban siendo peores que la primera vez. Era mejor que se prepara para lo que venía. Pero estaba muy seguro que jamás se quejaría de nada. —Te amo. —Y yo a ti. ¿Me perdonas? —No tengo nada que perdonarte hermosa— Sofía levantó su cuerpo y se subió sobre él. Besó sus labios y él soltó un gemido. Xavier llevó sus dos manos a sus senos y los masajeó. Sofía no
Presente —¿Has tenido pesadillas recientemente?—Sí.—¿Las mismas?—Así es.—¿Cómo vas con la interacción con los chicos?—No muy bien —Sofía tomó un respiro— Desde la última vez que quise Salir con uno, no me animo a volver a intentarlo pronto…— hizo una mueca —fue un desastre——Tómatelo con calma —Su Terapeuta seguía escribiendo en su libreta— No es al contacto físico a lo que le temes, sino a la idea de que intenten hacerte daño nuevamente.—No quiero volver a pasar por lo mismo, Pero intentaré socializar más.—Como dije no te apresures, aún eres muy joven tienes metas y un camino que recorrer, en ese camino puedes llegar a conocer personas increíbles, no te cierres a esa posibilidad.Sofía salió del consultorio de su Psicóloga y su madre la recibió con un abrazo. —¿Cómo te fue? —Preguntó Aurora.—No estoy segura —Sofía encogió los hombros. Su madre la miró con amor.—Todo va estar bien cariño.—Eso espero.Cinco años antes.—¡Sofía! ¡hija! ¡Sofía Princesa Despierta! —Rara vez lo
—Espera— Andrés se cruzó de brazos y levantó una ceja. La verdad Andrés no iba hacer lo que dijo y tampoco estaba ahí solo por molestar a su hermana, pero ya que él había regresado justo cuando su pequeña hermana ingresaba a la universidad a los 16 años de edad quería saber todo de ella, no perderla de vista y asegurarse de que nadie la lastimara, su hermana era una chica linda y de seguro más de alguno le había puesto el ojo y esa idea lo hacía sentirse el protector de ella.—No es un novio, bueno si es un chico, pero solo me invitó a salir el sábado— Después de que Sofía le contara todo sobre su relación cercana con Giovanni, Andrés se las arregló para que ella aceptara que él la llevara hasta el lugar donde quedaron para reunirse ese día. A Sofía le sorprendía lo fácil que era hablar con su hermano. Estaba segura que sus padres no se opondrían rotundamente que ella saliera con un chico, ellos mismo la animaban de vez en cuando a que ella saliera con sus compañeros y así lo hacía al
Presente.—¿señorita, en que puedo ayudarla?—Podría empacarme este pequeño pastel de chocolate, por favor.—Por supuesto.Sofía salió de la tienda con una pequeña caja en sus manos subió a su auto y se dirigió hacia la oficina de su hermano, esa mañana después de salir de su cita con su Psicóloga, Andrés la había llamado para pedirle que fuera a su oficina, quería que conociera a su mejor amigo. La empresa de su hermano no estaba muy lejos y su cuñada le había pedido que llevara algo para compartir y como esposa de su hermano mayor a quien ella tanto amaba y respetaba no podía contrariarla, aunque fueran casi de la misma edad con tan solo unos meses de diferencia, siendo Irina la mayor.—De acuerdo, estamos en eso, hasta la próxima— escuchó decir a Irina mientras se despedía de uno de los clientes de la empresa de su hermano, en poco tiempo su cuñada se había ganado un puesto importante dirigiendo un proyecto con buenas expectativas se notaba que su hermano tenía buen ojo para los ne
Dos años antes.—Puedes decirle que surgió algo importante——No puedo cancelarle, lleva pidiéndome una cita desde hace mucho y la verdad creo que debería darle una oportunidad y dármela a mí también. no entiendo ¿Por qué no te cae bien? — Desde que le dijo a su amiga que iba a salir con Raúl se había empeñado en convencerla de que no lo hiciera, algo contradictorio ya que su amiga era la primera en decirle que debería tener citas y era Sofía quien se negaba.—Supongo que no te convenceré——No——Debía al menos intentarlo——Tranquila estaré bien, solo será una cena— Antonella la convenció de compartir la ubicación de donde estaría con Raúl y le hizo prometer que la llamaría cuando llegara a casa.Raúl era un chico de unos veinte años, estaba llevando una licenciatura en estudios literario y trabajaba medio tiempo en la biblioteca que Sofía solía frecuentar ahí fue donde lo conoció, parecía un tipo agradable y era fácil conversar con él. Sofía no sabía mucho de él más lo que brevemente l