Sofía se quedó pensativa mirando su teléfono como si el dispositivo fuera a darle las respuestas a sus preguntas, pero sabía que eso no iba a suceder, tomó a su hija en brazos y salió de la habitación sabían quién si podría darle algunas respuestas. Buscó a su mamá y la encontró en la cocina.—Supongo que te gustará volver a aprender a preparar algunas comidas para nuestro angelito, en lo que recuerdas todo— no había sido una pregunta igual Sofía respondió.—Me encantaría— Una de las muchachas de Servicio que a veces hacía de niñera se llevó a la pequeña en lo que Sofía se acercaba a su madre. Pasaron un rato ahí mientras su madre le explicaba lo que necesitaba volver a saber sobre el cuidado y la alimentación de su pequeña, no tuvo ningún problema en aprender todo.La mención de Xavier por parte de su madre, le recordó el motivo por el cual había llegado hasta ahí —Escuché que comprarán un hotel en Grecia— Comentó Sofía de forma casual.—Así es, nosotras fuimos con tu padre y Xavier
Después de algunos minutos se sentaron en su mesa, cenaron mientras conversaban en ocasiones de negocio y a veces de moda gracias a que Antonella conocía muy bien esa industria. Xavier nunca dejó de tener contacto con Sofía, si no sostenía su mano, pasaba su brazo por su espalda. Un rato después se disculpó tomó a Sofía de la mano y salieron de la sala, una que otra persona intento detenerlo en el camino, pero él amablemente de deshizo de ellos. Cuando estuvieron fuera de la mirada de todos, Xavier la acorraló contra la pared, se miraron por algunos segundos sin decir una palabra, Xavier se inclinó a ella lentamente dándole tiempo para que ella decidiera si quería lo que estaba a punto de hacer, o no. Terminó de cerrar la distancia que los separaba cuando ella no dijo nada, las manos de Sofía estaban sobre el pecho de Xavier que poco a poco se fueron enredando en su cuello, ella correspondió al demandante beso de su esposo casi de inmediato, era como si su cuerpo lo estaba esperando
Xavier le ayudó a acomodarse su vestido luego ella intentó bajarse para sentarse en el asiento del pasajero, pero él se lo impidió —Quédate aquí— Se las arregló para que estuviera más cómoda en sus brazos, encendió el auto y se puso en marcha. Sofía se quedó recostada sobre el pecho de Xavier. Cerró sus ojos.No se había quedado inconsciente ni se había dormido, bueno casi, solo estaba disfrutando de lo bien que se había sentido haciendo el amor con Xavier, se le vino una imagen a su mente y eso fue lo que la hizo abrir sus ojos, era un recuerdo. Levantó su mirada para verlo, él estaba concentrado conduciendo.En la imagen miraba a Xavier cargándola en sus brazos y llevándola hacia adentro de una casa, ella vestida de novia. Repasó una y otra vez esa imagen en su cabeza en busca de algo más. Estaba convencida de que no era un sueño sabía que era real, casi no podía esperar para recordar más sobre su vida de los últimos cinco años.Supo que habían llegado cuando el auto se detuvo miró
—¿Cuándo preparaste esto?—Es un secreto— dijo abrazándola por la espalda y dándole besos en el cuello. Ella cerró sus ojos disfrutando de su abrazo. Luego de unos segundos él la soltó, de inmediato ella lo extrañó. Se giró para verlo, y lo que vio la dejó aún más sorprendida. Maurizio se había puesto sobre una de sus rodillas mientras sostenía una cajita roja y dentro de esta un anillo de compromiso.—Antonella, desde que te vi me enamoré de ti, no solo de tus hermosos ojos o de tu cabello como el fuego, sino también de tú corazón, de la persona que eres, te amo con toda mi alma, con tus locas ocurrencias y tu carácter que a veces me enloquece, pero amo esa locura y todo lo que me provocas. ¿Me harías el honor de convertirme en tu esposo, por siempre?Cuando conoció a Maurizio, no tenía dudas de que él podría ser alguien pasajero también como muchos otros lo había sido en tan solo un año. Cuando se dio su rompimiento con su novio, no creyó que podría enamorarse, al menos no tan pront
Esa noche decidieron quedarse en casa de los padres de Sofía. Al día siguiente la pareja volvió a su propio hogar, junto a su hija. Xavier buscaba toda clase de excusa para estar cerca de ella. se iba tarde al trabajo y volvía muy temprano. En tanto ella, no se sentía nada aburrida, pasaba la mayor parte del tiempo con su pequeña, aunque tenía una niñera.Intentaba armar en su cabeza la historia de ella y su esposo. Y aunque la visita a su doctor fue alentadora, según los análisis ella estaba bien. Pero, aún no lograba recordar, excepto unas cuantas imágenes fugases que pasaban por su mente y algunos sueños que había tenido que parecían más recuerdos. Esas cuatro semanas viviendo junto a su esposo habían sido las mejores en mucho tiempo. Se sentía como en un sueño.—Amor— Lo llamó ella. Cuando estaba a punto de Salir de la habitación. Sofía estaba aún en la cama, y parecía no querer levantarse. Sus cabellos eran un desastre, pero lucía hermosa. Él se había despedido y estaba a punto d
Cuando ella salió, el celular de Xavier vibró en su bolsillo. Xavier ni siquiera tomó su saco apenas recibió la noticia salió como un huracán de la oficina. En la puerta se encontró con Gino y por su cara pudo ver que él también había sido notificado.—Voy a matarlo— Soltó Xavier, su mirada estaba llena de ira, sus puños apretados y sentía su sangre hervir. Cuando llegaron a la villa. Los de la ambulancia estaban haciendo su trabajo. El corazón de Xavier se sintió como si hubiera recibido una puñalada cuando la vio en aquella camilla. Subió a la ambulancia con ella y sostuvo su mano todo el camino.El doctor la estaba analizando. Antonella no tuvo más remedio que decirle a los paramédicos que la atendieron que su amiga estaba embarazada. Esa mañana habían ido al hospital para estar más seguras. Sofía se dio cuenta de los cambios en su cuerpo y hace unos días que tenía sus sospechas.—Ella está bien, no te preocupes— Antonella estaba al lado de Xavier. Sabía que era en vano decirle esa
Debió pasar alrededor de una media hora, cuando escuchó la puerta abrirse, entonces se hizo el que estaba profundamente dormido. La sintió cerca y su aroma llegó hasta él. Unos segundos después ella se acomodó a su lado debajo de la manta, colocó su cabeza en su pecho y lo abrazó, también subió una pierna sobre las de él. Xavier no tardó mucho en envolverla en sus brazos dándole un beso en su cabeza. —Creo que estos meses no serán fáciles— Musitó él muy bajo. —¿A qué te refieres con eso? — Preguntó ella levantando su cabeza. Al parecer logró escucharlo. —Nada princesa— Le dio un corto beso en los labios. Sus cambios de humores estaban siendo peores que la primera vez. Era mejor que se prepara para lo que venía. Pero estaba muy seguro que jamás se quejaría de nada. —Te amo. —Y yo a ti. ¿Me perdonas? —No tengo nada que perdonarte hermosa— Sofía levantó su cuerpo y se subió sobre él. Besó sus labios y él soltó un gemido. Xavier llevó sus dos manos a sus senos y los masajeó. Sofía no
Presente —¿Has tenido pesadillas recientemente?—Sí.—¿Las mismas?—Así es.—¿Cómo vas con la interacción con los chicos?—No muy bien —Sofía tomó un respiro— Desde la última vez que quise Salir con uno, no me animo a volver a intentarlo pronto…— hizo una mueca —fue un desastre——Tómatelo con calma —Su Terapeuta seguía escribiendo en su libreta— No es al contacto físico a lo que le temes, sino a la idea de que intenten hacerte daño nuevamente.—No quiero volver a pasar por lo mismo, Pero intentaré socializar más.—Como dije no te apresures, aún eres muy joven tienes metas y un camino que recorrer, en ese camino puedes llegar a conocer personas increíbles, no te cierres a esa posibilidad.Sofía salió del consultorio de su Psicóloga y su madre la recibió con un abrazo. —¿Cómo te fue? —Preguntó Aurora.—No estoy segura —Sofía encogió los hombros. Su madre la miró con amor.—Todo va estar bien cariño.—Eso espero.Cinco años antes.—¡Sofía! ¡hija! ¡Sofía Princesa Despierta! —Rara vez lo