26 de abril de 1742La medianoche abre paso a la madrugada; lejos de ser una noche tranquila, la lluvia de cañones y disparos perturban la tranquilidad de la isla azul. Hay piratas corriendo de lado y lado, ambos bandos se atacan con todo lo que tienen; en especial Catherine.Tiene a Ragnar frente a frente, y cruzan espadas de forma insistente sin descanso. La pelirroja arremete una vez más contra el pirata rubio, quien hace un movimiento evasivo inclinando su cuerpo hacia atrás como si estuviera hecho de hule. La flexibilidad del hombre la deja impresionada.Catherine patea un poco de arena a su cara, y eso logra cegarlo lo necesario como para que ella pueda correr directo hacia él. Se encarama sobre su espalda y trata de asfixiarlo lo suficiente para hacerlo perder el conocimiento. Sin embargo, Ragnar es mucho más fuerte y no se deja atrapar tan fácil. La capitana suelta el arma sin querer y ve como el pirata está por asestarle una clavada con su espada. El tajo precede al grito de
26 de abril de 1742Catherine tiene toda la madrugada y el inicio de la mañana reunida con la capitana Lin, Arden, Cassia, Cooke y Cheng, mientras discuten qué medidas deberían tomar contra Ragnar.El pirata es un hueso duro de roer y no da su brazo a torcer. No cree en los cuentos del tesoro, y mucho menos los considera capaces de vencer al guardián del abismo; así que solo se ha quedado allí en la misma posición donde lo pusieron, atado junto a sus hombres en el tronco de la palmera.Los piratas del norte y del oeste se mantienen vigilantes ante los del sur. Los han encerrado en las celdas de sus propios barcos. En el día, las velas azules de su flota se mimetizan con el color del mar. Los diez navíos flotan en el agua y todo aparenta una calma de esas que precede a una terrible tormenta.Catherine sabe que debe actuar rápido ante la situación. Es consciente de que ellos los superan en número, y que solo es cuestión de tiempo para que se decidan a venir por su líder.—No veo otra sa
27 de abril de 1742El gran arpón de metro y medio es de lo que todo el mundo habla en la isla azul. Incluso los piratas del sur que están cautivos en la playa miran con atención el arma dorada con las tres puntas tipo flecha sobresalientes y amenazantes.Andrew sonríe muy complacido y orgulloso al mostrársela a la capitana, quien titubea un poco antes de sujetarla entre sus manos. Lejos de ser pesada como creyó es bastante ligera. El mango se siente liso y suave, es de un material que ella no había visto nunca.—¿De verdad con esto podremos matarlo? —pregunta, todavía con algo de duda al respecto y sin apartar la vista del curioso objeto.La tripulación que está merodeando por ahí curiosea desde lejos, sin terminar de acercarse a comprobar.—Es lo que me dijo Xuan, incluso la impregnó con parte de mi sangre para darle más poder. —El pecho del hombre se infla un poco al decir eso. Ella lo nota y por un segundo, su mirada se pierde entre ese pequeño espacio de piel expuesta que deja en
27 de abril de 1742El proceso de hacer desembarcar a todos los piratas cautivos en los barcos de Ragnar se toma un buen tiempo. El sol llega al punto máximo que marca el mediodía cuando ya todos están en la playa. Hay tantos piratas que es imposible ver un pedazo de arena en una buena área alrededor de la isla.Los bandos se han dividido en dos. De un lado están los doscientos piratas de Ragnar, y del otro los ochenta de Catherine y la capitana Lin Shi. Si él quisiera, bien podría ordenar un ataque contra su gente y acabarlos en un santiamén. Los superaban por mucho, y aunque su gente se defendiera bien, por simples números matemáticos, ellos ganarían.Sin embargo, Ragnar se mantiene firme en lo que acordó con Catherine. Está dispuesto a aceptar la votación, sin buscar orquestar un nuevo ataque por lo bajo. Ahora está desatado y junto a su gente, pero la capitana no le quita la mirada de encima, prevenida ante cualquier movimiento de traición que él pueda desatar.Lin se para en medi
18 de mayo de 1742Veintiún días habían transcurrido desde la victoria de la capitana Catherine Riley sobre el pirata del sur. En un inicio el hombre se negaba aceptar su derrota, pero no le quedó más opción que ceder ante la presión de su mismo juramento. La flota entera del sur pasó a ser dirigida por la pelirroja, y partieron esa misma noche rumbo al abismo.El plan consiste en primero hallar el tesoro, y luego se enfrentaría a Sparrow con todo lo que tiene. El tesoro sigue siendo la prioridad porque todavía corre peligro la vida de Arden. Xuan Xinyue se ha mantenido reservada todo ese tiempo. Hacía mucho que la serpiente de su brazo no se movía. Catherine tiene una teoría al respecto, que se relaciona con la última vez que la vio salir como un humo de ese tatuaje. Ella los espía a través de los ojos del animal.No tiene pruebas de ello, y se le hace aterrador pensar qué cosas es capaz de ver esa bruja mediante el tatuaje, pero es la única explicación que se le ocurre. Mientras Xua
18 de mayo de 1742De las profundidades del abismo emerge el guardián. Ha recibido muchos nombres, y a la vez ninguno. Todos los marineros de alta mar han contado historias sobre él, pero la gente de tierra firme que nunca ha cruzado hacia los otros reinos continentales, desacredita las historias, asegurando que solo se trata de delirios de hombres cansados por el azote del sol y las inclemencias del océano.No obstante, no se puede negar lo que es evidente a la vista. Lo primero que sale del agua son un trío de tentáculos, el doble o hasta el triple de gruesos que un mástil central. Catherine y los demás miran horrorizados como la altura de esa bestia viscosa se sigue elevando, seis, siete, ocho metros por encima de sus cabezas.—¡No se queden ahí parados! ¡Alisten los cañones, las armas y por amor de Dios, no se caigan al agua! —ordena Catherine entre gritos.—Capitana, ¿qué hacemos nosotros? —pregunta Lin Shi con el terror reflejado en el rostro. Traga en seco y trata de mantener l
18 de mayo de 1742La capitana se queda un par de segundos en el agua antes de emerger. La criatura que acaba de matar se hunde en el abismo negro y profundo poco a poco. La visión es aterradora y al mismo tiempo sublime. Nunca en su vida volverá a ver un animal o monstruo similar. De pronto siente que algo tira de ella desde su cintura. La cuerda que se amarró en el cuerpo se tensiona y la jala con brusquedad hasta sacarla a la superficie.Aspira una gran bocanada de aire cuando alcanza a respirar de nuevo. Arriba, todo es un caos. Hay demasiados barcos hechos trizas, fuego en las tablas de madera que se incendiaron debido a la pólvora y los cañones. Hay cuerpos de piratas y oficiales flotando inertes en el agua. No quiere mirar a ninguno porque teme que uno de ellos sea Portgas.—¡Catherine! ¿Estás bien? —pregunta Andrew.Tanto él como Arden, tiran de la cuerda hasta arrastrarla de vuelta al barco. Catherine escala el lateral de su navío, que sufrió bastantes daños significativos, a
18 de mayo de 1742El túnel de agua por el que se adentraron los impulsa a toda velocidad hacia lo desconocido. Catherine y su tripulación, incluyendo a los señores piratas se agarran de lo que pueden para evitar salir despedidos del barco y morir ahogados.—¡¿Hacia dónde vamos?! —grita Andrew.—¡No lo sé!—¿Qué es eso? —pregunta Ragnar. Frente al barco, una pared de agua turbulenta les avisa que es el final de ese extraño túnel.—No puede ser —dice Catherine en un hilo de voz—, ¡agárrense de algo, sujétense fuerte! —Da aviso a sus hombres, poco antes de que el barco choque de frente contra el muro líquido.El barco logra atravesarlo debido a la velocidad que lleva, todos quedan sumergidos bajo esas aguas desconocidas, la presión es tan fuerte que les hace doler los oídos. El fantasma del pacífico comienza a emerger rápidamente a la superficie y sale de un tirón, balanceándose en el agua violentamente de un lado a otro.La tripulación vuelve a recuperar el aliento, se sueltan de los o