18 de mayo de 1742Veintiún días habían transcurrido desde la victoria de la capitana Catherine Riley sobre el pirata del sur. En un inicio el hombre se negaba aceptar su derrota, pero no le quedó más opción que ceder ante la presión de su mismo juramento. La flota entera del sur pasó a ser dirigida por la pelirroja, y partieron esa misma noche rumbo al abismo.El plan consiste en primero hallar el tesoro, y luego se enfrentaría a Sparrow con todo lo que tiene. El tesoro sigue siendo la prioridad porque todavía corre peligro la vida de Arden. Xuan Xinyue se ha mantenido reservada todo ese tiempo. Hacía mucho que la serpiente de su brazo no se movía. Catherine tiene una teoría al respecto, que se relaciona con la última vez que la vio salir como un humo de ese tatuaje. Ella los espía a través de los ojos del animal.No tiene pruebas de ello, y se le hace aterrador pensar qué cosas es capaz de ver esa bruja mediante el tatuaje, pero es la única explicación que se le ocurre. Mientras Xua
18 de mayo de 1742De las profundidades del abismo emerge el guardián. Ha recibido muchos nombres, y a la vez ninguno. Todos los marineros de alta mar han contado historias sobre él, pero la gente de tierra firme que nunca ha cruzado hacia los otros reinos continentales, desacredita las historias, asegurando que solo se trata de delirios de hombres cansados por el azote del sol y las inclemencias del océano.No obstante, no se puede negar lo que es evidente a la vista. Lo primero que sale del agua son un trío de tentáculos, el doble o hasta el triple de gruesos que un mástil central. Catherine y los demás miran horrorizados como la altura de esa bestia viscosa se sigue elevando, seis, siete, ocho metros por encima de sus cabezas.—¡No se queden ahí parados! ¡Alisten los cañones, las armas y por amor de Dios, no se caigan al agua! —ordena Catherine entre gritos.—Capitana, ¿qué hacemos nosotros? —pregunta Lin Shi con el terror reflejado en el rostro. Traga en seco y trata de mantener l
18 de mayo de 1742La capitana se queda un par de segundos en el agua antes de emerger. La criatura que acaba de matar se hunde en el abismo negro y profundo poco a poco. La visión es aterradora y al mismo tiempo sublime. Nunca en su vida volverá a ver un animal o monstruo similar. De pronto siente que algo tira de ella desde su cintura. La cuerda que se amarró en el cuerpo se tensiona y la jala con brusquedad hasta sacarla a la superficie.Aspira una gran bocanada de aire cuando alcanza a respirar de nuevo. Arriba, todo es un caos. Hay demasiados barcos hechos trizas, fuego en las tablas de madera que se incendiaron debido a la pólvora y los cañones. Hay cuerpos de piratas y oficiales flotando inertes en el agua. No quiere mirar a ninguno porque teme que uno de ellos sea Portgas.—¡Catherine! ¿Estás bien? —pregunta Andrew.Tanto él como Arden, tiran de la cuerda hasta arrastrarla de vuelta al barco. Catherine escala el lateral de su navío, que sufrió bastantes daños significativos, a
18 de mayo de 1742El túnel de agua por el que se adentraron los impulsa a toda velocidad hacia lo desconocido. Catherine y su tripulación, incluyendo a los señores piratas se agarran de lo que pueden para evitar salir despedidos del barco y morir ahogados.—¡¿Hacia dónde vamos?! —grita Andrew.—¡No lo sé!—¿Qué es eso? —pregunta Ragnar. Frente al barco, una pared de agua turbulenta les avisa que es el final de ese extraño túnel.—No puede ser —dice Catherine en un hilo de voz—, ¡agárrense de algo, sujétense fuerte! —Da aviso a sus hombres, poco antes de que el barco choque de frente contra el muro líquido.El barco logra atravesarlo debido a la velocidad que lleva, todos quedan sumergidos bajo esas aguas desconocidas, la presión es tan fuerte que les hace doler los oídos. El fantasma del pacífico comienza a emerger rápidamente a la superficie y sale de un tirón, balanceándose en el agua violentamente de un lado a otro.La tripulación vuelve a recuperar el aliento, se sueltan de los o
19 de mayo de 1742La isla paraíso le hace honor a su nombre y le queda corto. El lugar es tan hermoso que los marinos no pueden ocultar su asombro a cada paso que dan. Flores de todos los colores adornan el camino. El mapa los lleva por un sendero que parece hecho por personas hace mucho tiempo atrás.Empedrado con baldosas de color durazno, ni el paso de los años, ni el aparente abandono, han deteriorado su belleza. Se conserva perfectamente.Los altos árboles que franquean el sitio están tupidos hasta la copa, el viento los mece suavemente y de vez en cuando, algunas aves salen volando de entre ellos piando cantos melodiosos.Catherine lidera el camino junto a los señores piratas. Detrás, Arden y Andrew los siguen codo a codo. No se miran, ni se dicen nada, sin embargo, de alguna forma inesperada, ya no hay una tensión de odio entre ellos. Tampoco es que se caen bien del todo, simplemente las ganas de matarse de un tajo se han ido, para dar paso a una tolerancia muda.—¿Cuánto tiem
19 de mayo de 1742El camino sinuoso entre los árboles acojona de miedo hasta al más fiero de los piratas de la tripulación. Incluso el mismísimo Ragnar avanza con paso tembloroso mientras sujeta firmemente su hacha en las manos.Catherine sigue liderando el camino junto a Arden. Andrew va cuidando sus espaldas, a pesar de todo aquello que le ha dicho hace unas horas en el descanso, no piensa permitir que algo malo le suceda.La selva en ese lugar se siente silenciosa, ya no hay aves que revolotean y cantan entre las copas, ni siquiera los insectos realizan sus típicos sonidos agudos, que al menos los tranquilizarían un poco más; pues esa calma espectral les da la sensación de que algo va a saltar en cualquier momento para llevarlos a las profundidades de la oscuridad que los rodea.Portgas además de conseguir el agua, también consiguió algo de leña, e hicieron algunas antorchas improvisadas con los pocos recursos que les quedaron.Gotas de sudor recorren la frente de la capitana, ent
19 de mayo de 1742Catherine es quien da el primer paso hacia la entrada en el árbol. Los demás la siguen temerosos, y no es que ella no tenga miedo de hacerlo, pero es la líder, y su deber es guiarlos a todos hasta dentro.Arden le sujeta la muñeca justo antes de que termine de introducirse.—¿Estás segura?—Confía en mí, este es el final del camino. —Arden asiente y la deja pasar.Catherine entrecierra los ojos debido a la fuerte luz que mana del otro lado. No sabe hacia dónde está caminando, bajo sus pies se siente algo sólido, así que al menos le da la seguridad de que no caerá al vacío y morirá.Cuando la intensidad del brillo merma, logra ver todo con claridad. Es el lugar más bello que ha visto en su vida. No entiende cómo es que eso puede estar dentro de un árbol, pero hace mucho que dejó de cuestionarse la lógica de la magia.Un camino empedrado la conduce hasta una especie de patio abierto, rodeado por pilares circulares que parecen ser de mármol. El camino es flanqueado por
02 de septiembre del 742 A.P.La princesa de Regoria está de pie frente a ellos. El rey la mira con sorpresa, no puede disimular la impresión que le causa su belleza.Burchard trata de acomodarse la ropa andrajosa que tiene en un intento por impresionarla. La mujer irradia una hermosura casi celestial. Lleva un vestido largo etéreo de corte A, color hueso, que se ciñe a su cintura esbelta y pequeña. Burchard va subiendo la mirada hasta detenerse en su rostro, enmarcado por un largo cabello ondulante castaño oscuro. Su piel blanquecina y perfecta, parece de la porcelana más fina que alguna vez haya visto.Unos labios rojos carmesí son lo que más resalta de su cara, sus grandes ojos azules son cubiertos por unas pestañas frondosas y delicadas.Es como un ángel caído del cielo.—Su alteza, lamento mucho que tenga que ser recibida en estas bochornosas circunstancias —se disculpa el Rey.—No tiene de que preocuparse su excelencia —dice ella haciéndole una reverencia—, yo he decidido llegar