El próximo capítulo es el final de esta historia. Nos veremos en el epílogo y algunos extras que conectan directamente con "En los brazos del mafioso", "Mimada por el mafioso" y todas las demás. Recuerden que hablé de unos extras de todos ellos, aún siguen en pie si los quieren leer.
La operación había sido un éxito más para Braulio, quien a su vez no pudo evitar sentir esa sensación extraña cuando la hora de hacer algunas pruebas llegó. No fue de lo mejor, pues también tenía algunas molestias, sin embargo, incluso de ellas disfrutó. Tenía años de tener paralizado la mitad del cuerpo y sentir algo, así fuese doloroso, le resultó ser un poco agradable. Debía estar en reposo por orden del doctora que lo atendió por el resto de su estancia en el hospital y quien, periódicamente lo visitó en el penhouse en donde estuvo algunas semanas, mientras las pruebas post operatorias llegaron. Debían intentar de otra manera con él, pues fue el diagnóstico que realizó la especialista, de quien no supo más durante ese tiempo. No iban a arriesgarse a hacer algo que en lugar de ayudar, solo lo empeoraría, por ello cada recomendación que esta dejó lista para él, fue seguida al pie de la letra.Con las semanas, Aarón llegó a ver a Luisa más de lo que debería, comenzó a usar guante
__ Prometo que no sucederá tan seguido, solo serán los días en los que mi amiga no pueda. - explicó la terapeuta a la mujer de servicio que fue la única que se encontraba en ese lugar. - Solo emergencias prácticamente. __ Nadie aquí tolera los niños. - contestó la mujer. - Si no ves ninguno es porque no los quieren.__ ¿No quieren que cosa? - preguntó el consejero cuando iba por ella, ya que su jefe estaba listo para su terapia. __ Consejero Ryan, le explicaba que no puede traer a infantes a esta casa por los problemas que puede causar o romper objetos irreemplazables. - dijo la mujer dejando a Sara en silencio.No era que le pidiera permiso a ella, pero la escuchó hablando por teléfono y rápidamente le dejó ver que nadie de ahí iba a cuidar de un bebé. Ella ofreció incluso una parte de su paga, porque de verdad no quería dejar a su bebé en una guardería. Le dolió el corazón de solo pensarlo. __El único que puede decidir algo como eso, es el señor Braulio. - dijo el consejero. - Deb
Nota: Creo que este es un extra que querían leer. Así que aquí lo tienen. ...Cada día que transcurrió para Braulio fue de exhaustivas terapias que aún al tener resultados, tuvieron esas dificultades que odió. Pero no se rindió. Jamás podría hacer tal cosa al saber que había alguien aplaudiendo aún cuando no había nada por hacerlo. Su amargura llegó por momentos a atacarlo, ya que con semanas y semanas, apenas había logrado mover sus dedos, tener sensibilidad y sentir oleadas de dolor. Se desesperó por ello. Los avances eran lentos. Despreció el hecho de no controlar eso, pero Adelina estuvo ahí para compensarlo. Su esposa le hizo ver que esos avances eran enormes para ella y quizá imposibles para otros, le dio su apoyo incondicional, haciéndole ver que podía o no caminar, pero que no se sentiría mal al saber que sí lo intentó. Conocía la mente de su esposo y supo que este se reprocharía el no hacerlo. Por lo que siempre trató de que no faltara a ninguna terapia con la mujer que
Braulio estuvo atento a cualquier cambio en la mansión, pues desde que Leonardo salió de la casa no pudo dejar de pensar que debía tomar cartas en el asunto. No por entrometerse en la vida personal de su nieto, sino para dar la imagen que siempre se cuidó. Un Crown jamás estaría solo y menos cuando se trataba de dar solución a los asuntos que se presentaban. Pues estaba seguro que eso causaría algún problema. No lo dudó cuando vio a Leonardo regresando esa noche con Sara de la mano, a quien presentó como lo que era, dejando estupefactos a todos cuando dejó claro que nadie debía poner los ojos en ella, sin siquiera mencionarlo. De cierta manera le gustó saber que ese niño que sin explicación se hizo tomar afecto, era pariente suyo. Alguien que sin saberlo, llevaba la sangre de alguien que tenía mucho de no emocionarse de esa manera. Aunque aún estaba molesto por la forma en que quisieron apartarlo de ellos. Sin embargo escuchó los consejos de su esposa al enfocarse solo en la parte
Para Joseph el pensar en las maneras más absurdas de perder la cabeza, jamás incluyó el ver a alguien como un camino sin retorno. Claro que no le tuvo repudio o temor a una relación, pero tampoco era un imbécil como para caer ante la primer cercanía entre él y alguien que tenía más ganas de matarlo que de dejarse besar de nuevo. Al menos era lo que siempre le repitió durante algunos días en los que tuvo que aguantar la consternación de ver, no lo gestos se burla, sino de enojo en su contra.Los roces fueron cada vez más grandes, no disimularon tener problemas. Todos se fijaron en ello, pues aunque lo trataron de disimular, no lograron más que dejar a la vista de todos su pelea de orgullos. Peleas que siguieron en el comedor, en la sala, en el jardín. Cuando se la encontró en el pasillo le hizo entender el desinterés inexistente que había por ella, pues era mentira, pero no se dejaría burlar de esa manera.Cada vez que la veía, el aire le fue insuficiente, los músculos se contrajeron
Todo se había complicado para encontrar con el chico que ahora buscaban. Llegaron al sitio correcto, pero alguien lo hizo antes que ellos y se lo habían llevado. Si no fuese Adrián, nadie podía tener motivos para raptarlo, pero al hacerlo, confirmaron que sí lo era, empeñando más a sus hermanos en dar con él. Eso fue lo que supieron por parte de la señora que decía ser la madre del amigo de Sara y el hermano de este, quien a su vez parecía ser el chico que ella conoció. Sin embargo no les sirvió de nada. Aarón fue puesto al tanto junto a los del concejo de que Leonardo estaba dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para dar con Adrián, no dudando en ir con él.Salvo que haber estado trabajando lado a lado con Lorenzo Blanco y Angelo le dio la experiencia para saber que sitios podrían ser los mejores para desaparecerlo. No se equivocó y aun cuando perdiera el cargo de consultor ante en concejo, no le importó pues prefirió perder eso y no a su hijo, no de nuevo. Una de l
Adrián aún debía amoldarse al lugar al que ahora sabía que pertenecía. Todas las miradas aún incrédulas siguieron viéndolo a él, como si no creyeran que estaba ahí. Pero, ¿quién podría culparlos? Vivieron una vida entera pensando que habían perdido a Adrián y por ello en la mañana Luisa sin haber dormido un poco siquiera envió a que prepararan un desayuno para celebrar, ella por su parte no dejó de verlo, pidiendo disculpas si llegaba a incomodarlo, pero no pudo contener la emoción de ver a su hijo menor.Sara pudo percibir como todo cambió desde ese día. Leonardo podía dormir un poco más, como si sus pesadillas fueran menos dolorosas, además de sentirlo cada vez más cariñoso, algo que disfrutó, pues aprendió a conocer facetas de su esposo que tal vez nadie más podría tener la dicha de tener. Braulio admiró la mesa con sus tres nietos alrededor y esa presión en su pecho lo hizo apretar la mano de su esposa, la cual también comprendió el sentimiento. Faltaba uno y tal vez fuese muy
Muchos temían mirar los ojos de aquel que llamaron de distintas formas antes que un solo nombre lo distinguiera como tal. Todos huían de él si tan solo respiraba cerca suyo. Algunos se atrevían a tocarlo, teniendo la creencia que se trataba de un ser mitológico, de un hombre creado con ciencia o una máquina salida de una película de ciencia ficción.No obstante, ninguna de esas teorías fue cierta, ya que para que la Bestia naciera, tuvo que morir... Marcelo Crown. El hijo menor de Braulio Crown era la viva imagen de su hermano, con rasgos distinguibles, pero también unos tan iguales que podrían pasar como nacidos el mismo día, sin ningún problema. El carácter atrevido fue heredado de su madre y el aventurero por su padre.Siendo la similitud más grande que podría verse en la familia, de cada integrante de esta. Un accidente acabó con lo que ellos conocieron como una etapa feliz de sus vidas. Braulio y Adelina vivieron años llenos de alegrías, disfrutando de sus hijos, viviendo cada