Despertar con un gato dormido en su espalda ya era parte de la rutina de Adrián, cada mañana era lo primero que sentía, por lo que no se le hizo extraño oír la puerta ser abierta, siendo Valentina quien entró y lo tomó cuidando de no hacer ruido. __ Que se vea cómodo no quiere decir que tengas que venir todos los días. - lo regañó saliendo de puntillas, en tanto él se giró en la cama para verla cerrar la puerta con mucha suavidad. Su herida en su brazo ya no dolía tanto, pues la misma mujer que peleaba con un gato, era quien se encargaba de limpiarla y lo reprendía si no tenía cuidado. Vio los puntos en su reflejo cuando se dio un baño y aunque las cicatrices ya tuvieran algún lugar en su pecho y abdomen, ese le recordó que debía prestar más atención a lo que veía y hacía. No podían dejarse robar por alguien que para ese momento era invisible. __ Acuéstate en la cama. - la voz de Valentina salió en una orden, mientras llevaba una bandeja con apósitos y algunos suplementos médicos.
Los pensamientos de Adrián se centraron en lo bien que se veía Valentina sentada en su regazo, dispuesta a continuar el trabajo que tenía su mente ocupada, mientras ella tan solo pensaba en como este con todo descaro le hizo sentir la dureza en su miembr0 y no se veía con ánimos de soltar los dedos que la sostenían sobre él. __ ¿Todo bien? - le preguntó el administrador desde la puerta. La incomoda no sería solo ella, se dijo la rubia, por lo que se movió dejando que este sintiera su trasero frotando sobre sus pantalones, cerrando su garganta con el gruñido que se guardó. __ Todo bien. - logró contestar Adrián al sentir como Valentina, se movió discretamente estimulándolo de forma lenta y tortuosa. __ Tengo el otro aquí mismo para que lo revise de una vez. - Bran fue por el segundo libro y la agenda que tenía a un lado. En lo que Adrián quiso detenerla , sin embargo la chica sobre él encontró el ritmo de atrás hacia adelante, sin prisa. - En la libretita encontrarán lo que hace fal
Valentina guardó la reacción natural que ver ahí a su cuñada le causó. Cuando la vio al principio creyó que sería muy agradable por la forma en que se mostró con su padre, pero fingir ser dulce, amable y paciente, se terminó muy pronto, luego se algunas semanas eso quedó atrás y pudo ver su interés por una sola cosa, el dinero. Algo que se vió reflejado cuando murió su padre; Cole, Carter y ella se vieron muy interesados en la lectura del testamento, prácticamente obligándola a ir a la reunión dispuesta para eso, en lugar de dejarla con su luto. Pero sabían cuánto les beneficiaba, pues Renzo dejó solamente cláusulas donde especificó que todas sus posesiones se repartirían en partes iguales a sus hijos, siendo su tío Larry quien se ofreció a dividir todo justamente. Algo que hasta el momento, no había sucedido. Ahora veía a su hermano y cuñada frente a ella, saludando como si se llevaran de toda la vida. __ Solo digan lo que quieren de una vez y se marchan, tengo hambre y así no so
__ ¿No puedes dormir también? - le preguntó Valentina a Adrián cuando lo encontró en la cocina, casi a las dos de la mañana. Este la vio por encima del hombro y negó. __ Solo tengo que rastrear un contenedor. - se alejó del computador. - ¿Que es lo que no te deja dormir? __ ¿Quieres té? - cambió de tema. - Estoy de ánimos de invitarte uno. __ Pago todo lo de aquí. No podría considerarse como algo que tú me invites. - le recordó y ella giró los ojos. __ ¿Dejarás algún día de responder así y me dejarás ser amable, arrogante? - puso agua a calentar. Adrián apoyó su barbilla en su puño, aclarando su garganta para no demostrar cuánto le divertía verla frustrada. - A veces creo que el señor Arrogadrián solo sabe contradecir. Podrías comenzar a auto tratarte para al menos decir gracias en lugar de recordarme que no he aportado nada para la casa. __ No comiences con dramas. - rodó los ojos. - Te acepto el té, solamente porque tengo sueño y no puedo dormirme hasta verificar que llegó al p
Adrián culminó con la reunión que tenía desde las cinco de la mañana. La seguridad de ese contenedor no debía verse comprometida y sabía a quien acudir para que nadie estuviera husmeando por ahí, ahora que estaba en tierra.Se despidió del general y salió directo a su auto, siendo entretenido por una llamada más que le hizo estar al tanto de la clave que se le enviaría poco después. Necesitaba café o algo por el estilo, pues tenía prácticamente toda la noche de no dormir y eso mezclado con la molestia que aún tenía en su hombro era imposible de dejarlo pasar. Se dirigió a la mansión Crown, ya que tenía días de no ir, por lo que cuando aparcó lo primero que vio fue una manada de rottweiler corriendo junto a su dueño principal, más defensa no podría tener, con solo ello tenía para que no hubiese amenaza que pudiera acercarse. Esa era rutina matinal, siendo recibidos por tres niños que no le temieron a unos animales que pesaban el doble que ellos. __ ¿No se supone que tienen un entrena
Valentina tenía muchas preguntas para hacer, pues jamás creería que Adrián llegaría a buscarla. Dos o tres teorías llegaron a su cabeza, pero no era tiempo de hacerlas cuando, este se posó a su lado colocando la mano en su cintura.__ ¿Que haces aquí? Creo que dejaste muy claro que no nos tolerarlo,bni tú, ni yo. - mencionó Carter. __ ¿Por qué te crees tan importante como para que yo no vaya a un lugar solo porque estés presente? - se burló Adrián.__ ¿Se te escapó la presa? - se sumó Cole, riendo con descaro al mirarlo con una risa burlesca. __ ¿Eso es lo más inteligente que puedes decir? - contestó el mafioso sin verse afectado. __ No vienes a ofender al enemigo a su casa. - lo reprendió Larry confiado en ser estar respaldado.__ No te considero mi enemigo. Pero si tanto es tu deseo porque seas considerado como tal, puedo hacerlo. - miró a los del concejo. - Creí que el pacto de no ofender a los Crown iban a cumplirlo. - soltó. - Pero al parecer se les olvidó lo que es mantener f
Las emociones rondaron por todos lados, cada una de ellas más fuerte que la anterior, como una neblina que no se disipó como creyeron. Valentina tenía trabajo que hacer, pero ver a Adrián desde su sitio, aún con esos cambios de temperamento a cada momento, con el ceño fruncido y facciones tensas, le sumó atractivo. Se sintió como una tonta de verlo casi todo el tiempo, pero no era la única, pues la única forma en que Adrián podía calmarse de dicho estrés, por errores que otros cometían, era ver al lugar donde la rubia se movía muy confiada en lo que hacía. Concentrada y avanzando rápidamente. Eran como dos piezas hechas para encajar perfectamente con la otra, negarse a lo que sentían era imposible de hacer. Siempre estaban los ojos de uno sobre el otro, no podían evitarlo. La comida llegó y aún cuando no era de comer en ese sitio, Adrián se sentó para observar a Valentina comer los nuggets de pollo que parecía disfrutar como nada en el mundo. __ Como jefe me caes mejor. - le dij
Adrián ignoró la actitud que Silvia tenía para con su esposa, la cual no quiso decirle nada, porque poco a poco fue entendiendo a qué se debía. Dos días habían pasado desde que había llegado, el mismo tiempo que Valentina tuvo que mantener su distancia y solo enfocarse en el trabajo que le entregaban para devolver ya resuelto. Adrián recibió los inventarios, viendo que era una preocupación menos para él, por lo que más complacido no podría estar ante tal eficacia de la mujer que trabajaba como si ese hubiese sido su lugar de siempre. Leonardo se vio pendiente de la seguridad que ahora era Joseph quien mantenía vigilada. Aunque sabía que si lo que querían era seguir robando su artillería encontrarían la forma, pero por el momento tenían asegurado, añadiendo medidas más estrictas. __ Tendré que reunirme con los Silver's, tienen algo para mí. - avisó Adrián para Valentina, la cual lo vio apurado sacando algunas cosas que dejó adentro de un maletín que luego envío al helicóptero que e