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—¿Sigues nerviosa?— pregunto Val mientras me indicaba donde sentarme —Yo no mentí, estamos aquí para comer

—Lo lamento, solo no me siento cómoda —conteste insegura

—¿Que pasa? No te gusta la comida italiana—me pregunta regalándome una sonrisa, me extiende una el menú en forma de libro cubierto de tela roja

—¿A quien no le gusta la comida italiana? —Bromeo

—Supongo que a ti...

—No es eso solo, no visto adecuadamente.

Val sonríe con mas ganas y pasa su mirada alrededor de nosotros

—¿Que es tan gracioso?—cuestiono molesta

—Tenia otra idea en mi mente —confiesa

—¿Como cual?

—¿Listos para ordenar?—pregunto de pronto un mesero que apareció junto a nosotros.

Val me miro esperando que hablara

—Ah...

Mire rápidamente el menú, tantos nombres extraños y costosos, encontré un nombre que se me hizo conocido

—Este —dije señalando sobre el menú, el mesero se inclina para mirar

—¿Ensalada Caprisse?—pregunto y mire que Val se cubria la boca, sus ojos brillaban y delataban una risa

—Si —dude

Mire la descripción del platillo y maldije. Sin embargo seria buena idea querer aparentar comer como una dama cuando me estaba muriendo de hambre

—¿Para usted caballero?

—Pasta a la carbonara y dos copas de Romanée Conti

Mi boca se abrió un poco, no podía creer que alguien se viera tan atractivo con solo pedir comida italiana

—Perfecto, en un momento regreso.

El mesero desapareció de mi vista y cuando regrese al frente encontré que el rubio me observaba con atención

—Creí que tenias mucha hambre —comento con una burlona sonrisa

—Si tengo —reclamo

—¿Por que pediste solo la ensalada? —. Me mira con atención

—No puedo pedir todo lo del restaurante —respondi con tristeza

—Claro que puedes...

—¡No¡ Créeme que no—digo riendo nerviosa —Vivir en un lugar bonito no siempre significa que puedo pagarlo

—Entonces mi mente comenzará a pensar mal de mi vecina, pregundome por qué mi nueva vecina puede vivir en un lugar bonito pero no comer más que una ensalada —Su mirada se profundiza, analiza cada uno de mis gestos ¡No puedo respirar!

Siento como debajo de mi abdomen se comienza a formar un toque de electricidad el cual se poco a poco va creciendo Necesito comer pero ¡Ya!

—¡Oh no! Mis padres me ayudarán con eso — respondo, Val suelta un suspiro aliviado

—Entonces podías pedir más, yo te ayudaré con esto —.Sonrie mirándome con atención

—Ademas... Nadie te diría nada —afirma mirando de nuevo a nuestro alrededor

—Tal vez ellos no pero tu si —reclamo

—No tengo por que criticarte — me mira —Te traje para que comas y si aceptas pueda conocerte un poco

—Pero una señorita no debe comer mucho frente a un hombre que apenas y conoce

—¿De que siglo eres Hannah?—expresa con asombro

Como decirle que mi forma de ser dependía completamente de mi madre, que había pasado tanto tiempo con alguien tan exigente que había logrado manipular mi mente para degradarme yo sola ¿Como se explica eso?

—Come lo que gustes, pide cuanto quieras, nada te va a pasar, no aquí, no conmigo.

Trago saliva, la sensación en mi abdomen crece sin control recorre mi cuerpo haciendo que me estremezca, no puede ser real, cada segundo que pasa solo me confirma que estoy soñando. Yo tan aburrida e insignificante. Si mi madre se enterará ya estaría insultadome por dejarme llevar a primera impresión por el, por aceptar salir sin conocerlo, por estar aquí tan cerca, sintiendo como el calor me sube al rostro.

—¿Siempre eres tan amable? —. Rompo el silencio

—Ahora si soy amable —dice recargando su rostro sobre su mano derecha como admirandome

—Nunca dije que no fueras amable —. Vuelvo a ser victima de esa intensa corriente eléctrica dentro de mi

—Entonces soy intimidante y también amable —dice sonriendo —Dime Hannah ¿Que mas soy para ti?

Val juega su labio inferior con ayuda de su pulgar, mi boca se seca, me muevo incomoda en el asiento, bajo mis manos donde el no puede verlas y entonces clavo mi uña sobre mi mano y siento dolor ¡Dios! No es un sueño

—Mi vecino... amable —tartamudeo Val me mira y me derrite por dentro

—Eso no es descriptivo —reclama —Otro—ordena

—Elegante...

Asiente con la cabeza

—Caballeroso —. Trago saliva y duele, se me está cerrando la garganta

Val me observa con seguridad, con intensidad, esa iris verde me analiza con atención, me esta dominando, me esta hipnotizando, se apodera de mi psique y me vuelvo de nuevo transparente y entonces me pregunto ¿Que es lo que quiere de mi?

—Hipnotizate...

Se muerde el labio inferior y entonces desconecto nuestras miradas y le clavo la vista en los labios, los cuales se vuelven rojos cuando suelta su mordida. Aprieto mis piernas, algo duele, algo, hay algo...

El mesero nos interrumpe anunciando su llegada, colocando dos copas frente a nosotros, comienza a abrir la botella llamando la atención de Val, las copas se llenan a la mitad y el mesero desaparece de nuevo

—¿Te gusta el vino? Hannah...—pregunta de pronto

Val coloca una copa frente a mi, su manera al decir mi nombre me esta volviendo loca

—No conozco mucho, no lo se..—.Observo la copa

—Da un sorbo —ordena —Uno pequeño

Tomó la copa y la muevo un poco, el color oscuro me provoca miedo. Siento como Val me observa, acerco la copa a mis labios, un poco de liquido entra en mi boca

—Deja que el sabor se extienda—comenta el rubio

El sabor me abruma, y lentamente lo dejo pasar por mi garganta, se vuelve caliente y entonces mi cuerpo se tensa, Val extendió su mano para tomarme del mentón

—Aspira —ordena y yo lo hago, el aire invade mi boca y los sabores se hacen presentes

—¿Que descubriste?—pregunta mientras me suelta la barbilla

—Bayas , moras...—susurro, de nuevo me observa Seductor otra palabra para describirlo

—Un sabor cítrico —.Val me mira asombrado. Suelto una sonrisa y niego con la cabeza, en verdad estoy loca algo no está bien

—¿Que es tan gracioso?— pregunta

Paso mi lengua por mis labios el sabor se vuelve mas increíble

—Como esencia de rosas —susurro y Val hace un rostro de fascinación y sonríe

—Eres un excelente catador —comenta para luego dar un trago a su copa

—Mi sentido del gusto es algo sensible —respondo

Mi sentido del tacto es mas sensible pienso mientras Val me mira alzando su ceja derecha.

Me di un momento para pensar, ese vino era demasiado fuerte para mi paladar, no obstante tenia algo que me hacia querer seguir bebiendo, así me imaginaba que era Val como este vino, que seguramente tenia un sin fin mas de sabores por descubrir y yo al probarlo solo encontré dos ¿Cuantos mas encontraría si tan solo pudiera probar mas? Si Val era como este vino ¿Cuanto mas necesitaba estar junto a el para saber mas? Mi mente se distrajo mientras conectaba de nuevo con esa mirada esmeralda. El mesero volvió

—Aquí tiene señorita —dice dejando el plato de ensalada frente a mi.

Observo el plato, se ve apetitoso pero es muy poco ¡Maldición!

—Y para el caballero —el mesero coloca el plato frente a Val

Lo observo con envidia, el vapor que sale de este llega hacia mi y huele delicioso Quizás en otra ocasión pienso y comienzo a comer.

—¿Te gusta?—pregunta Val mientras me observa comer

—Si, es delicioso —digo tomando otro sorbo de la copa

—¿El tuyo no es bueno?—pregunto al notar no ha tocado la comida

—Aun no lo se —responde mientras mira mi plato casi vació

Tomo el ultimo trozo de tomate y entonces Val retira el plato de mi para luego colocar el de la pasta en su lugar, lo miro sin entender que pasa

—Seria descortés regresarte a dormir con hambre, sonríe y yo al mirar la pasta siento que mi boca se hace agua

—¿Era tu plan desde el inicio? —comento mientras introduzco el tenedor en la pasta y lo giro

—Fue mi plan hasta que te escuche pedir ensalada —comenta atento mirándome comer ¿Por qué me mira tanto?

Era deliciosa, mucho mejor que la ensalada pero no mejor que el vino. Me pregunte entonces si esta cena se estaba volviendo deliciosa por que así debía ser o solo era el reflejo de lo que sentía al estar acompañada de un hombre tan hermoso. Termine la comida, Val no interrumpió, no pregunto ni nada, solo me miraba y eso era perfecto para mi ya que no era muy buena en las conversaciones sin embargo me gustaría saber que pensaba, que tanto me miraba, que pasaba por su mente porque por la mía solo estaba el

—¿Donde están tus padres?—pregunto de pronto

—Se fueron...

—¿Tan pronto?—pregunto de nuevo

—Increíble ¿No? —Tome la copa y me volví a perder en su oscuridad.

—Mi madre es muy estricta y adicta al trabajo..

Claro, hasta el que era un completo desconocido notaba que esa actitud de mis padres no era de lo mas normal pero que se podía hacer, es lo que hay.

—¿Por eso hablas y te expresas como de otro siglo?—Cuestino bromista

—¿Y tú?—.Intento evadir el tema

—¿Yo hablo de otro siglo?—dice confundió

—Siempre eres amable cuando invitas una cena?—cuestiono como si tuviera alguna autoridad sobre el y sus desiciones

—Si, siempre—dice mirándome con seriedad, bajo la mirada, en verdad esperaba otra respuesta, pero era estupido. Claro que salía con más personas, con muchas más mujeres

—Por mi trabajo tengo varias comidas, cenas para cerrar tratos, conozco varios lugares —dijo de pronto

—Esto para ti es algo muy común ¿Cierto?—.No entiendo a dónde quiero llegar y tampoco entiendo que fórmula mi mente para que el me de más información, una información que ayude a satisfacer algo que no entiendo.

—No tanto, estar contigo también me resulta intimidante—Dice tomando un sorbo de vino. mi boca se abre llena de asombro, ¿Intimidarlo yo?

—¿Quieres postre — dijo de pronto, le sonreí en verdad era todo un caballero y bueno cambiando de tema

—No ahora si estoy satisfecha

—Entonces es momento de volver —.Sonrió

—Claro solo me termino la copa —dije mientras la llevaba a mi boca, di otro sorbo ahora si me parecía delicioso, me gustaba igual que Val

—Solo eso —dijo tomando la copa cuando la regrese a la mesa

—Pero...

—Si tomas demasiado podría hacerte daño —interrumpió. Una sensación extraña se creo en mi pecho

—Esta bien —dije mientras tomaba mi bolso

—¿Cual es su plan señorita Bramson?—cuestionó

—Pagar la comida —.Soltó una risa

—Eso no pasara, yo te traje aqui

—Dijiste que me ayudarías a encontrar que comer no que me estabas invitando

—Lo se —me miro —Pero no dejare que manches mi expediente

—¿Expediente?

—El que estas haciendo, hasta ahora todo es positivo, debe seguir así

El rubio se levanta, me guiñe un ojo

—Dame un segundo señorita —pronuncia y pronto lo veo perderse junto al mesero.

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