Will ya esperaba en la entrada del edifico con un auto deportivo negro. Siendo sincera yo sabia muy poco de autos, modelos, nombres y todas esas cosas pero de lo que estaba segura es que este auto era hermoso, costoso y que combinaba a la perfección con Val. Pues con solo verlo a un lado del vehículo, como si fuera magia transmitía elegancia, sofisticación y peligro un don que solo alguien como él podía lograr. Will le entregó las llaves a su jefe y abrió la puerta del copiloto para mi ¡Claro un auto de dos donde me veo obligada a ir a su lado siempre y no uno con una parte trasera donde posiblemente podría salir corriendo en cuánto el auto se viera afectado por el trafico, Val se introdujo en el lugar del conductor, y yo con desanimo y sometida a su mirada dominante decidí entrar al auto también. —Vaya con mucho cuidado señorita —dijo Will con una falsa sonrisa. Su repentino comentario no hizo más que asustarme, pues era una alarma extra al desorden que tenía en mi cabeza Recibir
Sali del consultorio poseída totalmente por la vergüenza y la humillación debida a esa bochornosa situación de la que acababa de ser víctima, estaba segura que todo este momentono tan asfixiante no podría olvidarlo nunca. Tanto teatro y pantomima para saber si podía causarle algún tipo de problema. Sujete aquellas hojas con fuerza, segura de que mi uñas las destruirán en cualquier momento. Me maldije internamente hasta que los insultos conocidos se terminaron. Val resulto ser todo lo contrario a lo que en un momento me había imaginado, ya no existía ni un apice de amabilidad, caballerosidad y protección. Me detuve de golpe, justo al centro de aquí desolado pasillo, estaba segura de que me mantenía bastante lejos de aquel consultorio y del bullicio de la gente en la zona de espera. —Deberas comenzar a tomar el anticonceptivos, no quiero problemas más adelante —No quiero—murmure tratando de buscar valentía dentro de mi .—No pienso seguir con este juego estupido —dije colocándome frent
—Nunca había conocido a una persona tan suicida como tu—dijo mirándome con furia —Yo te dije que ya no quiero hacer esto— respondí temerosa —Odio la gente hipócrita —respondio —¿De que carajo hablas?— pregunté confundida —No quieres hacerlo pero te mojas cada que te toco, solo fue necesario acariciar un poco y llegaste al límite y dices que no quieres esto —No lo quiero por qué no soy una puta, para ti esto es un juego, para ti es novedad por qué fuiste el primero por qué sabes dominar a las mujeres pero para mí no es algo tan sencillo —Ese no es mi problema si tú involucras algo más que solo sexo es un sentimiento con el que lucharas sola —Si piensas así entonces déjame, te lo dije antes y te lo digo ahora puedes estar con quién te de la gana, a mi házme a un lado —Lo haré niña, pero primero tu tienes que comprender mis reglas— finalizó tomándome con fuerza del brazo una vez mas Val me dirigió hacia el lado del copiloto, me soltó solo cuando la puerta se había ab
Pasaron los días desde aquella tétrica noche, sabía perfectamente que mi mente nunca borraría lo que había vivido en ese momento, aquel poderoso golpe logro dejarme una marca difícil de cubrir con maquillaje sin embargo lo dañado de mi rostro era lo de menos cuando imaginaba en lo que había pasado conmigo cuando perdí el conocimiento, cuando desperté estaba en mi cama y de Val no había ni un rastro. Y así fue desde entonces, ya casi se cumplían veinte días de lo sucedido y de Val jamás volvió a aparecer cerca de mi, ni mucho menos irrumpir en mi departamento, por mi parte me lleve todos esos días ideando como salir de Los Angeles, pero ningún plan me era suficiente bueno para lograrlo, no tenía recursos para un viaje hacia donde estaban mis padres o donde estaba mi hermana, mucho menos para adquirir un celular nuevo ya que el mío había desaparecido. Mi sueldo se había atrasado por unos problemas de sistemas y lo poco que tenía lo había utilizado en alimento, no conocía a nadie que pud
La velocidad que tuvieron aquellas mujeres para soltarme hicieron que no tuviera tiempo suficiente para reaccionar, mi cuerpo cayó de golpe contra el suelo, me dolía tanto el rostro que ya no podía distinguir que era real o que era parte de mi imaginación, escuchar la voz de Val como si fuera capaz de salvarme era algo que seguramente había creado ni mente víctima del pánico. Sin embargo no podía entender por qué mi mente lo primero que atraía como salvador era a él. Él quién se había convertido en mi verdugo desde hacía unas semanas, quien más daño me había causado ¿Por qué mi mente lo veía como una salvación? Prácticamente me arrastre para poderme levantar un poco, use ambas manos como apoyo contra el suelo, observé caer unas gotas de sangre proveniente de mi nariz y de nuevo el dolor cubrió todo mi rostro, escuché unos paso hacía mi y con una visión afectada y borrosa eleve mi vista y ahí estaba él, de pie frente a mi mirándome, sonreí al caer en cuenta que en verdad estaba alu
—Hannah...— Escuché que alguien me llamaba, pero a dónde mirara todo era oscuro.—Hannah... — Escuché de nuevo y noto que no es solo una voz es la voz de mi madre, de mi padre, de mi hermana, de Val.—¡Hannah! —Gritan prácticamente en mi rostro y abro los ojos a tope del miedo.Observo a mi alrededor, todo se estaba aclarando, aún me encuentro en el hospital, el monitor de signos vitales muestran trabaja con normalidad, observo mi lado derecho y me sorprende ver a Val sentado junto a mi, tenía recargada su cabeza sobre la cama y con sus brazos cubría su rostro.Estaba a punto de colocar mi mano sobre su hombro para despertarlo pero el se movió antes de que yo pudiera hacerlo, su rostro adormilado me miró por un segundo y cuando se percató que yo estaba despierta mirándolo se reincorporo con ese porte seguro que siempre tiene.—¿Como te sientes?— pregunto mientras me ayudaba a sentarme.—Creo que aún estoy un poco medicada porque mí cuerpo pesa— respondo sin dejar de mirarlo. Val bajo
No me sorprendió pero si me dolió bastante el saber que en todo el tiempo lejos de mis padres nunca recibí una llamada o un mensaje preguntando por mi bien, debía estar acostumbrada a eso pero aún seguía doliendo.Val no regreso en todo el resto del día, la enfermera por fin me confesó su nombre, Samantha, un nombre tan bonito como era ella misma.—¿Cuánto tiempo estaré aquí Sam?— pregunté cuando la enfermera tomo la charola de comida de mis piernas—Aun no lo sé preciosa, el Doctor Evans nos dijo que aún te faltaba un tiempo aquí con nosotros pero no dice una fecha exacta— Respondió la enfermera—Tengo mucho tiempo aquí y aunque me ayudas en limpiarme quiero darme un baño bien y quiero volver a casa— dije desanimada— Tranquila, déjame llevar esto y en un momento te ayudo para darte un baño, prepararé la tina y podrás relajarte un poco ¿Te parece bien?— dijo tan amable como siempre y yo acepte con una sonrisa.Samantha salió poco después con la charola de comida en las manos. Y yo de
Ya era de mañana, a próximamente las nueve y yo aún no sabía que debía llevar, mi extracción del hospital fue rápida y silenciosa y. después de aquella noche Val había desapreciado no sin antes dejarme una vez mas bien en claro que si no aceptaba ir con él las cosas se podrían peores. No tenía idea de a donde iríamos ni cuanto tiempo tardaríamos ahí, tampoco sabía cuándo o a que ahora nos iremos, tenía mi cama llena de ropa que posiblemente me llevaría, me estaba volviendo loca sin saber qué hacer; ese desgraciado solo se había ido sin mas, nada de información, nada de nadaMe tiré sobre mi cama entre la ropa, frustrada suspire mirando al techo, aun podía recordar a esa pobre mujer 《¿Que pasaría con ella? ¿Cómo estaría?》. Pensé en la idea de ir a buscarla, pedirle disculpas por no hacer nada positivo por ella, pero existía la posibilidad de que quisiera desquitarse conmigo. Caí en la conclusión de mejor dejarla tranquila, mi presencia ya la alteraba sin haberle hecho nada, por lo que