Catorce años atrás —¡No mami, no lo volveré a hacer perdóname por favor —grite desesperada mientras sentía sus uñas enterrarse con mas fuerza contra mi brazo Mi madre me tomaba del brazo con fuerza mientras me arrastraba hacia el sótano, ese lugar que siempre me llenaba de miedo. Tan oscuro y grande que me había imaginar las peores pesadillas. Abrió la puerta y sin permitirme explicar me arrastro escaleras abajo, donde la única iluminación era aquella lampara opaca en lo alto. —Te he dicho mil veces que a mi me debes respetar y como no entiendes esta es y sera la única manera en que te eduques —¡No mami, por favor no me dejes aquí!—Suplique con desesperación, estar encerrada allí era un infierno, me aterraba de maneras descomunales —Las cosas no se suplican, las cosas se luchan y se obtienen —dijo tajante para soltarme de golpe el brazo y volver hacia arriba. —¡Mama por favor!—grite una vez mas pero ella solo dio un azote a la puerta, escuche el accionar del seguro y
“La curiosidad me llevo hacia una pesadilla que termine disfrutando. No debía entrar en ese lugar, lo sé.Su juego es tan macabro como el mismo.Se que debo poner fin, Sé que es incorrecto, que es un acto suicida.Se que al final terminara mal, pero el terror y deseo que me provoca domina todos mis sentidos...Su voz, su aroma, su figura se ha convertido en mi debilidad.Su tacto sobre mí no me deja razonar. Estoy fuera de mí, yo no soy así, solo ya no puedo detenermeEs experto en controlarme, me tiene a su mandato...Tengo pánico a morir...”
Miraba a través de la enorme pared de cristal, deslizando aquel ceño fruncido de un lado a otro admirando lo que al frente se presentaba, el andar de los peatones a toda prisa dirigiéndose hacia sus destinos inciertos, el trafico interminable, movimiento tras movimiento, tanto que con solo verlo provocaba un sentimiento perturbador. Seguramente fuera de esas paredes el ruido ensordecedor de la ciudad rompería rápidamente con su paciencia, sin embargo nada de eso atraía verdaderamente su atención, solo era una vana distracción, pues su mente divagaba en todo lo que ya estaba destinado a pasar, estaba escrito y no existía absolutamente nada que pudiera evitarlo.En aquel escritorio de caoba oscura yacía justo al centro el sobre amarillo que hasta pocas horas antes su empleada entregó. Unos documentos esperando a ser leídos, un simple sobre que guardaba en su interior algo peor que una bomba, un simple sobre que desataría las atrocidades que solo una mente tan perturbada como la suya p
Odio tener que pasar tanto tiempo dentro de un auto, odio esa sucia carretera desolada que he observado desde hace más de tres horas, odio el cambio constante de mis padres de ciudad a ciudad, de país en país, sin explicación ni compasión, odio no ser mi hermana Jocelyn que sin problema se pasaba las reglas y peticiones de nuestros padres por el culo, logrando tener una vida llena de diversiones, momentos íntimos interminables, rodeada de hombres que con solo verla la deseaban, con miles de amigos que la ven como una diosa, que podía hacer lo que quisiera. Odio no ser ella que tiene al hombre que quiere con solo dirigirle una pícara mirada, que a pesar de su voz escandalosa y su conversaciones sin sentido puede lograrlo todo, que siempre me presume las incontables aventuras asombrosas que vive; odio no ser tan valiente y perfecta como ella porque es así como puede librarse de éste tormento, aunque según para madre el pretexto sea solo por estar apunto de terminar Universidad algo que
Mi vista se asombra, el primer piso se presentaba con un espacio enorme donde la luz iluminaba con fuerza, todo a nuestro alrededor era completamente blanco, las paredes, los suelos, el techo, los floreros e incluso las flores, camelias blancas y algunas otras plantas que resaltaban por su verde intenso, eran tan altas que solo hacían mas elegante este lugar. Estaban estrategicamente acomodadas por todo el lugar, y unos cuadros de formas extrañas, con colores llamativos eran el toque final de la decoración un aroma cítricos era lo segundo que te daba la bienvenida, al centro de aquel enorme lugar se encontraban varias zonas de estancia, echas de un sofá en forma de L color blanco con la madera de las patas y los respaldos de color madera clara, otros dos exactamente igual que el grande pero estos en una versión para solo una persona, al centro una mesa de cristal, así había mas de tres exhibiciones esparcidas por todo el lugar, sin interrumpir el andar de nadie y lo bastante alejadas u
—Es bastante joven... —murmuró mi madre Interesándose por primera vez en lo que pasaba a su alrededor, yo asentí con la cabeza aun perdida por aquel hombre —No lo subestimé —exigió la rubia —Tiene una inteligencia excepcional en cuanto tomo el mando de este lugar nos posiciono en el mejor la ciudad —¿Es tan increíble?—cuestione Claro que era increíble, con su presencia podía paralizar masas —Tiene un dominio de los negocios inigualable así como su trato con la gente entonces si, el es increíble —dijo la rubia con orgullo y finalizo también el tema, demuestra que le gusta La rubia continuó su camino delante de nosotras, por un suelo que estaba tapizado con una alfombra borgoña, estaba tan limpia, las paredes de color arena hacían un contraste hermoso y las lámparas colgantes en forma de cono dando una sutil ambientación amarilla, seguimos el camino que no era tan largo como imaginaba. La chica se detuvo hasta llegar a una puerta de roble oscuro, bastante hermosa a mi parec
Todo era perfecto, limpio, nuevo. Estaba fascinada con todo y sin perder el tiempo comencé a desempacar, lo primero que saque fue mi celular, lo conecte a las bocinas de la pantalla, y entonces comenzaría la verdadera aventura. Coldplay sonaba en lo alto, cantando Clocks procedí hacer de ese lugar mi hogar, retire los plásticos, acomode tanto como podía paso el tiempo y sin darme cuenta el sol se estaba poniendo. Mi estomago comenzó a crujir, llevaba horas sin comer y aun no tenia absolutamente nada para comer. Mi padre me había dejado dinero suficiente para abastecer mi cocina sin embargo no conocía nada ni a nadie. Rápidamente Ashley llego a mi mente, estaba segura de que si le preguntaba podría ayudarme. Tome mi bolso, apague la música y guarde mi celular, tome mis llaves y me decidí a salir del departamento. La puerta aun se resistía así que tuve que empujar y por el esfuerzo salí impactada hacia la salida choque contra algo que freno mi caída directo al suelo —Con cuidado —escuch
—¿Sigues nerviosa?— pregunto Val mientras me indicaba donde sentarme —Yo no mentí, estamos aquí para comer —Lo lamento, solo no me siento cómoda —conteste insegura —¿Que pasa? No te gusta la comida italiana—me pregunta regalándome una sonrisa, me extiende una el menú en forma de libro cubierto de tela roja —¿A quien no le gusta la comida italiana? —Bromeo —Supongo que a ti... —No es eso solo, no visto adecuadamente. Val sonríe con mas ganas y pasa su mirada alrededor de nosotros —¿Que es tan gracioso?—cuestiono molesta —Tenia otra idea en mi mente —confiesa —¿Como cual? —¿Listos para ordenar?—pregunto de pronto un mesero que apareció junto a nosotros. Val me miro esperando que hablara —Ah... Mire rápidamente el menú, tantos nombres extraños y costosos, encontré un nombre que se me hizo conocido —Este —dije señalando sobre el menú, el mesero se inclina para mirar —¿Ensalada Caprisse?—pregunto y mire que Val se cubria la boca, sus ojos brillaban y delataba