Solo tuvo que dar unas pocas ordenes y las sirvientas ya tenían todo montado, una pequeña mesa con bocadillos salados y dulces, jugos, te, café y vino, de ahí podría comer toda una familia, ahora lo se porque vivo en el pueblo, antes estaba acostumbrada a merendar así todas las mañanas.
El solo verlo me abre el apetito, no suelo comer mucho, por el estrés los días anteriores comí menos de lo normal
-Puede preguntarme lo que guste- me dice, pero por primera vez lo veo ligeramente incomodo, tal vez no le guste mucho salir, o le incomoda la silla, no muy apartado de nosotros esta su guardia – El es uno de tus guardias?- Se que la respuesta es obvia, pero me es muy extraño ver a alguien de ese color.
-Si así es, uno de ellos- Quiero preguntar como es que llego a ser guardia alguien no nacido en Irongold? Pero me da pena – Y es un hombre libre, se gano su puesto como todos los demás guardias en el palacio – Parece que me leyó la mente y me ahorro la pregunta.
-También puedes preguntar cualquier duda que tenga sobre mi- tomo un pequeño sorbo de jugo
-Gracias..-dice él y yo lo interrumpo – Y cuantos guardias tiene?-
-5- coloco el vaso de jugo en la mesa -solo 5?, por que tan pocos?-
-Me gusta conocer a los que estarán encargados de proteger mi vida- sus palabras suenan seguras – Tal vez es que no tiene presupuesto para más?... Porque como su futura esposa y estando adentro del castillo, al servicio del Rey, espero ciertos lujos, y no vivir en una casa del tamaño de su oficina-
-El dinero no creo que sea problema alguno - estira su mano para tomar una copa de vino blanco, ladea la cara un poco y hace más visible el lado de las cicatrices, me da un escalofrió – Tendrá una vida mejor de la que lleva actualmente, pero también será un poco diferente a la vida de niña que llevaba cuando residía en la mansión de los Establos-
Eso parece una amenaza, se los cuales son los deberes de una esposa, no me dejare asustar por tus palabras, por tu cara si me asusto, pero palabras ya no -Claro entiendo que ya no soy una niña, tengo 17 años, estoy próxima a convertirme en su mujer y perder mi apellido- estiro el cuello y lo miro de reojo.
-Así es, muy próxima, la boda será en 3 días – siento como un pinchazo en el pecho, me levanto de golpe de la silla, - ya tan solo faltan 3 días!!!- tengo que volverme a sentar y aparentar que eso que eso no paso, repaso en mi mente los días que estuve en cama agarrando valor para venirlo a visitar y la fecha que me dijo mi padre sobre mi boda, todo concuerda, pero sentía que faltaban semanas.
- Puedo llamarla simplemente Azhenty?- Mi mente regresa a mi cuerpo, solo para responder -si- yo quería llevar la conversación, pero no logro concentrarme en que decir, sigo en shock -puede llamarme solo Cius o como a usted considere mas apropiado- me siento mareada, solo 3 dias para la boda, 2 noches nada mas y luego tendré que dormir con este hombre, creo que se esta haciendo de noche, veo como todo se oscurece.
Ese rayo de sol que siempre me despierta – Ya despertó señor D’loforto- porque Emily esta gritando en mi cuarto, siento como vibran las ventanas de la casa por cada paso que da mi padre.
-Hija, te encuentras bien?- por que se mete mi padre a la platica que tengo con mi prometido, que pena!, reconozco este techo es el de mi casa -Que paso?- pregunto, siento dolor en el abdomen.
-Te trajo el Señor Foltorer, del castillo, dijo que vomitaste y luego te desmayaste- Que? Que? Como?, espera… eso no puede ser verdad – Que tomaras mucha agua y que te alimentaras bien, porque estas muy delgada, esas fueron sus palabras antes de irse- Tomo la jarra de agua que tenia a un lado de mi cama, y me la tomo toda de un solo golpe, deseo en lo mas profundo de mi corazón que todo sea un sueño.
Hoy es la boda, sigo en cama, parece que mi cuerpo me sabotea, porque eh seguido enferma, me cuesta levantarme, las piernas me tiemblan, no se que sucederá, mi padre a intentado comunicarse con Cius, pero no logro concretar una reunión con el.
-Emily, crees que cancelo el compromiso?- me tapo la cara con mi almohada
-Ya le dije que no lo creo, cuando la trajo se miraba muy preocupado por usted- Dice Emily que no se a apartado de mi lado en estos días
-Como lograste ver eso en su rostro? Yo solo le conozco la cara de enojado y la de enojado con cicatrices- Emily me mira enojada – No debe de ser así señorita, esos comentarios no dan risa y están muy fuera de lugar- Mantengo la mirada fija en los ojos de Emily -jajaja- expresa una pequeña carcajada y agrega – mirada enojada con cicatrices y llena de vomito – ahora soy yo la que suelta un pequeño y triste -jajaja-.
-Sabes que es lo peor de todo…- suelto un suspiro dramático, Emily mete los labios en su boca y asiente con un ruidito, mientras sigue remendando su uniforme, sentada en su silla a un lado mío, ella sabe que lo que diré, me Conoce demasiado bien – Me dijo que el dinero no era problema, pensaba pedirle la boda más grande y glamurosa que el reino presenciará, que hasta los hijos del rey batallaran en lograr una así de elegante- solo recibí un -mmmm- de su parte, pero no dejo que su respuesta poco expresiva me desaliente – y ahora no se si sigo comprometida o no, se movió la fecha?..- Odio que no me pongan atención -.. Emily!! ¡¡Consuélame!! Para eso te paga mi papá-
Emily coloca su mano en mi pelo todo enredado y me da unas palmaditas – No así no, no soy un perro!!- ella retira la mano rápido, parece que si la asuste sin querer, no puedo ser tan mala siempre, tengo que agradecerle – Gracias por estar conmigo, eres lo mas parecido a una amiga - y no puedo evitar poner una cara de puchero.
-Un momento- me interrumpe, se levanta y se asoma por la ventana – Ese carruaje que se estaciono fuera de la casa tiene el símbolo del clero en su puerta –
-Carruaje del Clero?- no entiendo que quiere decir Emily.
- Creo que ese es el carruaje del señor Foltorer… si es el, se esta bajando y se dirige a la puerta con 5 guardas, lo acompaña un Ministro del Clero-
-Déjame ver!-
Los golpes en la puerta se escuchan hasta mi cuarto en la segunda planta – Rápido Emily, ve a ver que pasa!- Parece que a mi corazón no le gusta estar en mi cuerpo, lleva toda la semana queriéndose salir.
La veo salir del cuarto, escucho la puerta de la entrada abrirse y un gran numero de pisadas, igual el golpe de un baston, están platicando, no logro escuchar, debería salir del cuarto y acercarme a las escaleras para escuchar, pero solo tengo un camisón blanco puesto y conociendo mi suerte las piernas no me van responder cuando lo necesite, no puedo arriesgarme que me descubran así, me moriría de la pena… o vomitaría de nuevo.
Los minutos parecieron horas, solo escuchando susurros del piso de abajo, realmente no se cuanto tiempo mas van a seguir platicando, no e escuchado ni un grito, tal ve mi padre y Cius se están poniendo de acuerdo para ir a platicar con el Rey y cambiar la fecha de matrimonio.
Escucho movimiento, pisadas, el bastón de nuevo, ya se van, todo parece estar resuelto, suspiro al sentir un poco de alivio, si no hubo discusión es que todo esta bien… los paso no se van, están subiendo la escalera!! El golpe del bastón en el suelo se escucha afuera de mi cuarto!!!
Golpean la puerta, me hago la muerta?, golpean de nuevo – Hija voy a pasar-
-Noooo!!- grito, veo la puerta que se empieza a abrir, salto por la ventana?
-Permíteme explicarte rápidamente- escucho a mi padre decir, no lo veo, estoy sentada en el centro de mi cama tapada completamente con mis sabanas.
-no- repito, pero mi padre continua – Todos estamos preocupamos por tu salud, tendremos que celebrar tu boda aquí y ahorita-
Quiero decir que no, que los dos vayan a hablar con el Rey, o el que sea, para que cambie la fecha, que escriba otro carta y cambie la fecha -NNiig- eso es lo único que salió de mi boca, porque escucho mas pasos y el golpeteo del baston entrar a mi cuarto, no quiero ver, no quiero que me vean.
-Te vas a casar con un fantasma?- Reconozco esa voz, es lenta y con sueño, es la del guardia personal de Cius -jajaja- alguien se rio de su comentario, quiero saber quien es el tonto que se rie de ese chiste.
Mi padre continua diciendo -Solo falta tu firma, y las palabras del Ministro para hacer formal este matrimonio- No pienso responder -Por favor, el tiempo del Ministro y del señor Foltorer es muy preciado- No pienso responder.
Las lagrimas no dejan de salir, no lo puedo creer, esta es mi boda, yo quería algo grande, fanfarroneé con Emily durante estos días sobre eso – Pásame el papel- la voz se me quiebra, el corazón se me unde en el pecho, siempre fue mi sueño, una gran boda, fue lo ultimo que platique con mi madre antes de que falleciera.
Me deslizo en la cama hasta llegar a la orilla, sin quitarme la sabana de encima, como puedo logro sacar una mano, alguien me entrega el papel, un papel pesado, grueso, quiero leer que tiene escrito pero las lagrimas me lo impiden, saco de nuevo la mano para que me entreguen la pluma y firmo… no quiero que sea así mi boda… aviento todo al piso, escucho que alguien lo levanta.
-En el nombre de la Diosa de la unión, Con aprobación del Rey, Este matrimonio queda forjado por las leyes de los mortales y de los dioses-
Todos se retiran, los escucho bajar las escaleras… me derrumbo, me quitan el sueño mas grande que tiene toda Doncella, toda niña.
-Nooooooo!!! Así no!!!- grito, y siento un peso de un abrazo a través de las sabanas.
Gracias Emily eres lo mas cercanos que tengo a una hermana.
Intento hacer mis maletas -Ya le dije que el señor Foltorer va a mandar a alguien para lleve todas sus cosas a su nueva casa- me comenta Emily por cuarta vez – No me importa lo que diga, yo tengo que llevarme lo básico –Con una expresión de no estar muy convencida Emily termina de ayudarme para empacar mi pequeña maleta y la intenta cargar– Lo básico? Esta maleta pesa como 20 kg – Hago caso omiso de sus comentarios, entre las dos llevamos la maleta a cuestas por las escaleras.La cara de mi padre solo puedo ser descrita como el nerviosismo en persona, intentando darle cumplimiento a Cius, ahora su yerno, que se encuentra sentado en la sala sujetando su bastón negro con decoraciones doradas, con su única expresión, la cara de pocos amigos.-Estas lista? – se levanta con dificultad de la silla utilizando su bastón – Si, muchas gracias por el tiempo que dedico a esperarme – acompaño ese comentario con una cara de desagrado, no tengo ganas de nada ahorita, igual tengo los ojos hinchados
Ese rayo de luz que se alcanza a colar entre las cortinas de la ventana, solo para recordarme lo pequeño que es mi cuarto ahora. ¿La luz, el sol, ya es de mañana? Ya es tarde. – ¡Ya es tarde!, Emily, ya es muy tarde!- me levanto con un gritoLa cantidad de fuerza que tienen mis pulmones debió sorprender a los vecinos, pero no es mi culpa que estas casitas sean tan chicas.La puerta de mi habitación se abre de golpe seguida por Emily la única sirvienta que pudo conservar mi padre después de mudarnos aquí ya hace dos años, sus ojos se veían mas abiertos por lo levantada que tiene la cejas -Tarde? Tarde para que señorita Azhenty?- su pregunta hace que me moleste, no puedo creer que lo olvidara – Te dije que me despertaras temprano, por que hoy es el día en que pienso visitarlo y aclarar todo- La pupila de mi sirvienta hizo un arco grande como si revisara y buscara en toda la habitación la respuesta, su expresión se fue transformando de la sorpresa a la duda y al por fin entendió a lo
-Buen día guardia, Soy Azhenty D’loforto…- Mi intención es demostrar seguridad pero con esta pausa me hace tartamudear -… vengo a ver a mi prometido, el Señor Cius Foltorer-El guardia que es demasiado ancho como para entrar de frente en una puerta, podría intimidar a cualquiera, pero su mirada cansada con ojeras como si tuviera un sueño acumulado – Claro Señorita D’loforto, mi jefe la esta esperando – su voz baja y suave, logra perder toda intimidación que su tamaño le puede dar, al terminar su frase me indica que puedo pasar con un ademan de su mano, no lleva armas, Donde esta su espada? Es el encargado de la seguridad de mi prometido, también seria el encargado de mi seguridad, porque solo uno? esto no se ve bien.Ahí esta el, parado detrás de un escritorio muy organizado con muchos papeles y tintas, es muy alto y delgado, toda su ropa es negra, la poca luz que entra por la ventana que se encuentra detrás del el no me deja distinguir si esta usando ropa de algún diseñador o de pueb
Ya se a lo que me voy a enfrentar, eso me llena de confianza, me levante temprano enfrente de la puerta del castillo, me veo mas espectacular que ayer, tengo puesto un vestido de color durazno con adornos de color rosa, pelo suelto y ondulado, en una palabra glamorosa. – Buenos días señorita – El guardia estaba esperando que llegara?, no eso no puede ser – El carruaje tardara un poco en llegar por usted- me dice el guardia Todo esto esta muy sospechoso, yo se que el carruaje debe de estar disponible en todo momento para los visitantes que llegan al castillo.Escucho un susurro entre los guardas, no logro entender que dicen, pero esto me da mala espina…El zanahoria fea me va meter al calabozo?... no creo que su corazón sea tan feo como su cara…Un hombre se acerca trotando sin yelmo, acompañado de uno de los guardias que se estaban susurrando – Señorita… - me dice el hombre sin armadura, se detiene en frente de mi, hace una reverencia – tendremos que caminar un poco para llegar al