Intento hacer mis maletas -Ya le dije que el señor Foltorer va a mandar a alguien para lleve todas sus cosas a su nueva casa- me comenta Emily por cuarta vez – No me importa lo que diga, yo tengo que llevarme lo básico –
Con una expresión de no estar muy convencida Emily termina de ayudarme para empacar mi pequeña maleta y la intenta cargar– Lo básico? Esta maleta pesa como 20 kg – Hago caso omiso de sus comentarios, entre las dos llevamos la maleta a cuestas por las escaleras.
La cara de mi padre solo puedo ser descrita como el nerviosismo en persona, intentando darle cumplimiento a Cius, ahora su yerno, que se encuentra sentado en la sala sujetando su bastón negro con decoraciones doradas, con su única expresión, la cara de pocos amigos.
-Estas lista? – se levanta con dificultad de la silla utilizando su bastón – Si, muchas gracias por el tiempo que dedico a esperarme – acompaño ese comentario con una cara de desagrado, no tengo ganas de nada ahorita, igual tengo los ojos hinchados de tanto llorar, de fondo mi padre cambia de color por mi comentario.
-Un placer y muchas gracias Señor D’loforto-
-El placer es mío, y no sea tan formal, ahora somos familia- Siento un poco de lastima por el comentario de mi papá, no tanto por el comentario, mas bien por el temblor en su mirada y el sudor frio que no logra disimular.
Realmente es un hombre de temer, si logra hacer que un ex general tenga miedo de su presencia
Me asusto al sentir que una mano toma mi maleta, es el soldado de los ojos cansados se encontraba atrás de mí, se dirige a la puerta con mi maleta, siento también como se coloca a mi lado Cius.
-Adiós padre- un abrazo que le haga saber que no estoy muy contenta con lo que paso hoy en la tarde.
-Adiós, Emily, vendré en la semana a visitarte- Mi efusiva despedida que le doy a Emily hace de broche final para que mi padre entienda cuanto es mi enojo.
-Gracias- Con esas palabras dichas por Cius, salimos de la casa y nos subimos al carruaje.
Ya es de noche y estamos adentro del carruaje los dos, el guardia esta por fuera en la parte de atrás y el conductor no nos escucha.
No le pienso dirigir la palabra, también quiero que se de cuenta que estoy enojada con el – Quiero que sepas que estoy muy enojada contigo!!!- creo que mi ley de hielo duro muy poco – Porque no fuiste con el rey a cambiar la fecha de la boda –
-Porque…- no lo dejo terminar de hablar, no pienso dejar que me dé una excusa falsa – Tú tienes el favor del Rey, no sé porque te aprecia o porque todos le tienen miedo a un cojo que usa bastón!- El coraje sigue creciendo, quiero decirle más cosas.
-No cambie la fecha, porque se que tengo competencia – Siento que mis ojos se abren mas de lo que deberían, su respuesta realmente me tomo desprevenida, se refiere a Brazik, Tiene celos?, obviamente tiene celos, como pude dudar de eso, cualquier hombre tendría miedo de perder a una prometida como yo.
Sin pensarlo dos segundos, saco el abanico que previamente empaque en mi maleta, “lo básico?” recuerdo la pregunta que me hizo Emily cuando intento cargar mi maleta, quisiera decirle unas cosas ahorita, pero… no es momento para pensar en eso.
Escondo mi sonrisa detrás del abanico, lo bueno del carruaje es que solo veo la mitad de su rostro, la mitad buena, realmente no es un hombre feo…
-Celos?- jijiji, susurro lo suficientemente fuerte para saber que me escucho, como esperaba no hay respuesta de su parte, el trayecto se convirtió en una marcha triunfal.
Llena de confianza espero que el guardia me abra la puerta para admirar mi nuevo hogar.
-Bienvenida Señora De Foltorer- Por fuera es un edificio más, igual a todos los que se encuentran adentro del castillo, casi tan grande como era la mansión de los Establos, nada mal, espero con enfrente de la puerta a que el guarda la abra y poder entrar.
Por dentro es muy grande y realmente vacío, no cuenta con adornos, ni cuadros, ni alfombras, esto me preocupa un poco, vamos a verlo como algo positivo y me va tocar escoger los muebles y decorar todo este salón principal.
Una mujer sale de unos de los pasillos – Que bueno que ya llegaste Cius, la cena aun está caliente- Solo Cius, que sirvienta más igualada, entre más se acerca a nosotros noto que tiene unas curvas vulgares, iguales a las prostitutas que llegue a ver en una ocasión en el pueblo, tiene la cintura pequeña! Y no usa corse, demasiado pecho, un escote demasiado vulgar, parece que se le va a salir un ceno, su pelo negro corto y su piel morena de baja cuna, tengo 5 segundos de verla y ya la odio.
Siento sus ojos juzgándome y se que los míos también la juzgan, como se atreve esta criada a no saludarme -Ciel, ella es la nueva señora de la casa, mi esposa Azhenty De Fotorer- Como pudiste contratar a alguien así, ese es el tipo de mujeres que te gustan.
-Un placer conocerla, Señora Azhenty, soy Ciel, la única sirvienta de Cius- Huuuuyyy! Porque no se refiere a mi esposo como “Señor”! la sangre me hierve!
Sujeto a mi esposo del brazo – Un gusto, no se te olvide llevar mi maleta nuestra habitación- muevo a mi esposo unos pasos adelante sin saber a dónde dirigirme – Su cuarto es la primera puerta a la izquierda- Escucho su voz atrás de mí, creo que tiene un toque de sarcasmo, ya vera quien soy, voy a dejar bien en claro que soy la señora de esta casa y todo se va hacer como yo quiera.
La puesta se cierra y estamos solos en la que será nuestra habitación “Cuando me case con tu padre, yo no lo amaba, pero con el tiempo el llego a ser el hombre de mi vida” el recuerdo de mi madre diciéndome esas palabras pasa por mi mente, estoy paralizada al lado de la cama y él se encuentra atrás de mí, no me atrevo a voltear, creo que sigue parado al lado de la puerta.
-Dame un momento- no sé qué hacer, no tengo mi ropa, estúpida criada por que no me trae mis cosas… creo que no empaque nada para lo que viene, que bueno que le estoy dando la espalda, siento que irradio luz de lo roja que estoy.
-Por favor date la vuelta- tartamudeo un poco – Esta bien- escucho paso, miro de rápidamente y de reojo, para ver que el me esta dando la espalda y sigue a un lado de la puerta del cuarto.
Con velocidad y la torpeza que los nervios provocan me quieto el vestido y quedo en puro fondo. Es demasiado corto y traslucido, me veo toda, realmente toda, porque no planee esto antes, veo su espalda y me hace sentir chiquita.
Me meto a la cama y me tapo, hasta el cuello con las sábanas, esta cama huele a hombre, es un olor intenso parecido a la madera mojada, tabaco, cuero… este es su olor, realmente solo platicamos 3 veces y solo la ultima termino mas o menos bien, confesando sus celos.
Me doy cuenta de que el sigue dándome la espalda, me perdí en mis pensamientos, tengo que inhalar profundo para soltar las palabras – Ya te puedes voltear- Estoy tapada hasta la nariz, le miro el rostro y logro notar una pequeña sonrisa, le da risa que este tapada? Podría mi corazón estar mas de unas horas sin quererse salir de mi pecho?, el se esta acercando cada vez más, como puede verse tan grande? Y si me hago la desmayada? Es algo que ya paso, tal vez me crea.
-No puedo, estoy indispuesta- Él se detiene a un lado de la cama, no aparta la mirada de mis ojos, tiene una mirada muy intimidante, gran parte por las cicatrices que acompañan.
Y si no se detiene, si él quiere seguir, no voy a puedo detenerlo, él va a querer consumar el matrimonio.
-Buenas noches- Realmente se detuvo, y se da la media vuelta para dirigirse a la puerta, no me quiero quedar sola, no quiero que se vaya con la sirvienta -Podrías quedarte un poco más, no quiero estar sola- quisiera decirle que me tuviera paciencia por favor, todo va muy rápido para mi – Podemos platicar un momento, realmente quiero conocerte un poco mas, el se detiene y se sienta en una de las cillas que se encuentra a un lado de la habitación.
-Tienes miedo? - Su voz suena profunda, creo que no puedo vivir peleándome con el y tengo que empezar a ser sincera, como el lo fue cuando admitió tener celos, por algo se empieza una relación – Si mucho-
-Ya no eres una niña, sabes lo que se tiene que hacer- Me esta presionando? No se que decir… El continua y no me deja responder -Tomate tu tiempo para conocerme, puedes preguntarme lo que gustes-
-Que edad tienes? - Pregunto – 27…-
-Pensé que eras mayor, creía que tenías más de 30- El no me hace preguntas -Tú sabes cuantos años tengo?-
-Si-
- Tu sabes todo de mi?, me investigaste?-
-Si-
- Estas contento con todo esto? O simplemente sigues las ordenes del rey?-
-…- No hay respuesta, en esta ocasión el silencio me hace daño – Eres una señorita que sabe bien que su belleza no pasa desapercibida por nadie-
-Que quieres decir con eso?-
- Cualquier hombre de la corte desearía tenerte como esposa, incluyéndome-
Entones si le gusto, no le deje tan mala impresión – Tu también tienes un lado bueno – alcanzó a percibir una sonrisa y se toca con la yema de los dedos el lado lleno de cicatrices – No me refería a eso!! – Que pena, parece que todo lo que digo lo toma como un ataque.
Es el quien rompe el silencio incomodo -Mañana podrás descansar y conocer la casa, estaré fuera unos días, tengo que ir a ciudad PuenteLargo-
-PuenteLargo es una ciudad muy hermosa, me gustaría ir contigo-
-No voy por gusto, es para aclarar un mal entendido- No quieres que te acompañe? Pero yo ya decidí que voy a ir.
-No puedo quedarme sola un día después de nuestro matrimonio, sabes los rumores que puede ocasionar eso?-
-No me importa los rumores…- Si no te convencí con eso, que tal con eso
-Por favor! No quiero quedarme sola en esta casa que no conozco, no te estorbare en tu trabajo- y pongo carita de puchero.
-Sabes usar tu belleza a tu favor- Ja! Me dijo bonita! Por su puesto que se. Tu mismo lo dijiste antes.
-Te gusto mucho… verdad?- Quero provocar una reacción en el, pero el solo responde – Prepara tus cosas para mañana, ahora descansa –
Tengo sueño, el sigue sentado a un lado de la habitación, hoy fue un día muy loco, de estar en cama a casarme, llorar, cambiarme de casa y dormir en la cama de mi nuevo marido, mientras el esta sentado vigilándome. Que día!
Despierto en una nueva cama, en una nueva casa, adentro del castillo, con un nuevo nombre, parece que ahora ya estoy viviendo otra vida, pero no me siento diferente.No veo a Cius en el sillón, se que no durmió a mi lado, me levanto sin encontrar mi maleta ni mis cosas, por que esa sirvienta tan vulgar no me trajo mis cosas?, tengo que hacer mis maletas porque hoy me toca viajar a PuenteLargo.Me pongo el mismo vestido de ayer y salgo de la habitación, no recuerdo el nombre de la sirvienta – Sirvienta?!- Alzo la voz-En la cocina, señora- Escucho la voz de ella venir del fondo del pasillo, por que no viene a recibirme? me dirijo hacia donde escuche salir la voz, al entrar esta cocina inmensamente grande. Cius esta sentado desayunando en lo que podría decir que es la mesa principal de la casa.-Porque comen en la cocina? --Buenos días- La sirvienta me contesta -y buen probecho- me vuelve a decir la sirvienta para recalcar mi falta de modales -Puede sentarse, ahorita le sirvo el desay
-Puentelargo es muy conocido por sus telas- Sigo intentando mantener la conversación fluida.-La importancia de Puentelargo no son las telas, ellas son solo un interés para la alta sociedad, lo que importa recae que es la vía más rápida para cruzar el rio- Aclara la importancia militar de la ciudad, realmente ese tema a mí no me importa, pero pongo tengo que mostrar interés, para que la conversación continue.Realmente no es un tema que pueda mantener, no sé nada de cosas militares, tengo que cambiar el tema.-Cuando sales a ciudades importantes, te diviertes? – Espero que muerda el anzuelo, no puedo ir a Puentelargo y no conocer Marshmout.-Por diversión te refieres a hacer a visitar tiendas de moda? - Su respuesta me hace pensar si él ya sabía que para esa dirección pensaba llevar la plática.No tiene caso pensar mucho sobre ese tema, solo teng
-Azhenty, Azhenty, despierta ya llegamos al castillo- Creo que me dormí, espero no haber babeado, ir de compras siempre es agotador.-Solo cerré los ojos un momento- Miento descaradamente-límpiate la boca- Cius extiende un pañuelo, entonces si babee, que pena, las mejillas se me incendian de lo roja que estoy, estiro la mano para tomar el pañuelo – mentí, no tienes nada en la cara-Me toma un momento entender que Cius me hizo una broma – Sabes hacer bromas?- y exagero mi cara de sorpresa.-No muchas- y así vuelve su tonalidad seria que ya me estoy acostumbrando, me extiende el brazo para ayudarme a bajar del carruaje, en ese mismo momento estamos escoltados por sus guardias y los guardas del castillo de Puentelargo, el castillo es muy pequeño, realmente todos los castillos se vería pequeños al lado del castillo del rey en Irongold.Mientras caminamos a la habitación, Cius se quedaba atrás, tenia que detenerme para que el me alcanzara, su cojera se veía mas marcada de lo normal, vién
Recapitulando, anoche al llegar a nuestro cuarto Cius se quedó dormido inmediatamente, se miraba profundamente cansado, me dio tiempo de acomodar todo y escoger que me voy a poner hoy para la reunión con lord gobernador, no entiendo por que no tenemos otra sirvienta para que organice el cochinero que deje de ropa, sumando la ropa nueva que me compre.Cius se levantó mucho más temprano que yo, no note el momento en que se salió del cuarto, ahora también me doy cuenta que no tiene nada de ropa en este cuarto, supongo que tengo un esposo de gustos muy sencillos en la ropa, toda de negro.Ya me encuentro lista casual y hermosa para la reunión, solo tengo que esperar a que se me informe que ya empezó, creo que tengo un poco de tiempo para dar una vuelta al castillo.Me asomo por la puerta para encontrarme dos guardias reales, mucha seguridad, es que soy muy importante-Lady Azhenty, buenos días- Mi asombro es grande al darme cuenta que uno de los guardas era el sobrino del rey Brazik.-Que
El carruaje empieza a toda marcha inmediatamente después de que Cius se sube, el parece serio, más de lo normal, tiene una mirada de preocupación.-Estas bien? - Realmente debería preguntar si el pobre hombre que perdió el dedo está bien.-Si- Responde con la frialdad que ya estoy entendiendo-Pero… que a paso ahí? Porque…- Soy interrumpida por su respuesta -Fueron órdenes del Rey, sin juicio solo la sentencia--Sin juicio? ¿Te refieres que ese hombre fue condenado a muerte? --Si- Me tomo un momento entender realmente que estuve en una ejecución.-No puede ser que el Rey o tu estén por encima de la ley!, todo hombre debe de tener un juicio…- El movimiento brusco del carruaje me avienta hacia un lado, solo aprete el cuerpo para recibir el golpe que me voy a dar contra la puerta, siento como Cius me abrazo y como me sostiene deteniendo mi movimiento y evita que me golpee.-Sujétate bien- Su abrazo solo se intensifica.-Porque vamos tan rápido? ¿Por qué salimos de la ciudad? - Por la ven
Estoy deprimida, ya pasaron dos días desde que regresamos de Puentelargo y de todas las tragedias y el dedo volando en la reunión y el ataque a él carruaje y el ruido que hizo ese bandido cuando Cius le hundió la garganta con su bastón... no pienses más en eso… Todo eso me hace sentir decaída, tengo un cuarto grande lleno de vestidos y accesorios, creo que podría ponerme un vestido diferente, un perfume y accesorios al día y tardaría más de un año en repetir alguno de ellos… Pero eso perdió importancia.Tal vez por vivir en la pobreza madure un poco, y ya no se me hace tan importante la ropa ni nada de eso.No he visto a Cius, tampoco es como si quisiera verlo, sigo enojada con él por ponerme en esa situación…No creo que sea su culpa… pero estoy triste… y eso si es su cumpla… porque, no se… pero es su culpa.Se que Cius ha estado en cama desde que se puso todo raro y sangro por todas las cicatrices, nomás de pensarlo se me pone la piel erizada, sé que él está bien porque la sirvienta
Nunca me imaginé que tocar una puerta sería tan difícil, estoy parada enfrente del cuarto de Cius, quiero platicar con él, quiero disculparme por no venir a verlo antes, quiero explicarle como me sentí, porque mis sentimientos son muy importantes.Tengo la mano levantada con un solo movimiento del puño golpearía la puerta.Suspiro -Porque es tan difícil! --Que es difícil? Interesadita--Ay!- un pequeño grito al ver a la sirvienta parada al otro lado de la puerta.El momento de silencio entre nosotras se prolonga cada vez más, estoy esperando que me diga algo y creo que ella está esperando lo mismo.El silencio continuo, quiero ver por a Cius, lo busco por sobre su hombro, sé que ella noto mi intención, porque dio un paso afuera de la habitación y cierra la puerta.-Cius se encuentra bien- la voz, el tono de su voz, se siente como si quisiera cortar de tajo mis intenciones de ver a Cius.Pasa por mi mente responderle como lo hice en los días anteriores “Me alegra que se esté recuperand
¡Mi primer beso!Me doy cuenta de que me encuentro yo solita bailando y saltando de la emoción, tengo mucho espacio para dar vueltas porque estoy en lo que podríamos decir que es el recibidor, no hay ni un solo mueble, es una casa muy basia.-Ahora que conseguiste? Interesadita-Al darme cuenta de que no estoy sola me detengo de golpe y recobro la compostura, intentando aparentar, puedo jurar de que el color rojo de mis mejillas da mas luz que las lámparas de la casa.-Nada, solo platique con mi esposo--Lo dudo, seguramente quieres un poni rosa o algo así--Ji ji- Esa idea ya había cruzado por mi mente muchas ocasiones, me veía montada en un poni rosa recorriendo los jardines -No para nada- soy tan trasparente ante sus ojos? o como supo que si quería uno de niña.No, todo tiene que ser una coincidencia.La mirada inquisidora de Ciel, refuerza esa sensación de que me está leyendo la mente, me hace pensar realmente si ella sabe que yo si quería un poni rosa.-Bueno, tu cena está en la