-Puentelargo es muy conocido por sus telas- Sigo intentando mantener la conversación fluida.
-La importancia de Puentelargo no son las telas, ellas son solo un interés para la alta sociedad, lo que importa recae que es la vía más rápida para cruzar el rio- Aclara la importancia militar de la ciudad, realmente ese tema a mí no me importa, pero pongo tengo que mostrar interés, para que la conversación continue.
Realmente no es un tema que pueda mantener, no sé nada de cosas militares, tengo que cambiar el tema.
-Cuando sales a ciudades importantes, te diviertes? – Espero que muerda el anzuelo, no puedo ir a Puentelargo y no conocer Marshmout.
-Por diversión te refieres a hacer a visitar tiendas de moda? - Su respuesta me hace pensar si él ya sabía que para esa dirección pensaba llevar la plática.
No tiene caso pensar mucho sobre ese tema, solo tengo que responde….-Si-
- Quieres visitar alguna tienda? - Esa pregunta me emociona, esto está siendo demasiado fácil pensé que no tendría oportunidad – Por supuesto que si!- realmente soy muy buena en eso de convencerlo.
-A cuál te gustaría? - Es ovia la respuesta, pero no se la daré directamente – Realmente no sé, nunca he visitado Puentelargo, solo sé lo que me contaron mis amigas-
- Sera una visita corta, antes de llegar al castillo- Lo tengo totalmente controlado.
-Espero que no muy corta…- Pongo carita de emoción, y ya estamos más cerca de llegar a la ciudad.
Entramos al Puentelargo, igual que Irongold, las afueras de la ciudad pueden algo grises, donde se concentra la pobreza, pero ya entrando al área central del pueblo, puedo apreciar la bella apariencia de sus vestidos.
El carruaje se detiene, con un gesto de su mano a uno de los guardias, él se acerca -Avisa que nos desviaremos un poco, que ellos continúen hacia el castillo- El guardia se retira corriendo-Conductor diríjase hacia Marshmout-
Un pequeño -Siii- se me escapa de la boca, Marshmout es la esquina más a la moda, de todas las provincias de Irongold.
-No lo puedo creer! - Me encuentro en la puerta de la famosa tienda Algodón de oro, se sabe que solo deja entrar a la familia real y a comerciantes igual de acaudalados, todo es como una lluvia de colores, vestidos, telas, atuendos, sombreros.
En toda mi colección de vestidos que me consiguió mi padre solo logre tener uno de esta tienda.
-Escoge lo que gustes- Escucho el susurro de mi marido a un lado mío, creo que nunca lo vi más guapo y hermoso, también ayuda que estoy viendo su lado sin cicatrices, pero no puedo ser tan interesada, como me dijo la tonta sirvienta escote vulgar.
-Seguro? No quiero parecer interesada… - pero tampoco puedo perder esta oportunidad -… solo me llevare dos o tres cositas, talvez cuatro, pero nada más- Él se ríe al escucharme y empieza a caminar a mi lado por la tienda, ¡no puedo ocultar mi emoción por llevarme todo!
-Creo que cuando entraste a esta tienda te volviste más guapo! - Le digo una pequeña broma, espero que lo tome como tal, me adelanto un poco para verlo de frente, sonríe de nuevo, mi encanto funciona.
El siempre con ropas negras, su bastón, como una sombra que te puede devorar, su exterior realmente intimida, pero siempre ha estado pendiente de mi en todo momento.
Lo perdí de vista hace creo que una hora, realmente no sé cuánto tiempo llevo en la tienda escogiendo ropa, creo que ya me pasé de las cuatro prendas, más o menos por unas quince preñadas más…
Por toda la emoción no me di cuenta de que tenía a mi lado a la persona que más odiaba en las clases de señorita y modales que tenía en los establos.
Era Azucena, no pienso mencionar su apellido, realmente la odio, hija del general del establo número 1, mi archi enemiga, siempre competimos en todo y ella siempre me intento hacer quedar mal, con sus bromas y comentarios, ella y su sequito de amigas.
-Hola Azhenty, cuanto tiempo sin verte – Siento como el color abandona mis ya pálidas mejillas, se por dónde vendrán sus golpes – Hola... -
Me interrumpe – Si, no te veía desde que le quitaron el cargo a tu padre y se fueron a vivir a la parte pobre del pueblo – No vivía en la parte pobre, pero no es lo que quiero responder.
-Mi padre demitió, por voluntad propia-
-Jaja!, pequeños detalles. ¡Felicidades! veo que conseguiste trabajo para alguien importante, y le estas llevando su pedido de ropa- Nunca me había quedado callada antes sus insultos, hoy no tengo la agilidad de palabra que ocupo en este momento, debe de ser porque esta semana ha sido demasiado intensa.
-No, estoy..- Me vuelve a interrumpir, sin dejarme terminar – Realmente estoy muy contenta por ti, dejemos atrás nuestros viejos conflictos y si alguna vez ocupas trabajo, con lo torpe que eres seguramente lo ocuparas pronto, puedes buscarme en la mansión Khori…- Ahora me toca a mi interrumpir.
-No estoy aquí por trabajo- Pero no parece prestarme atención y continúo diciendo.
-Creo que no supiste, porque ya te habías mudado a tu casita en el pueblo, pero me case con Kosui Khori, ahora soy la señora de la casa Khori- vuelvo a intentar interrumpirla.
-Yo también me case, ahora soy la señora de Foltorer- De nuevo no me presta atención y sigue con su monologo – Como sabes la familia Khori es famosa por traer fragancias de las tierras rojas, cruzando el mar circular, te lo vuelvo a explicar, porque se lo tontita que eres-
Quiero responderle mil cosas, pero ni una me viene a la cabeza, donde está mi lengua afilada, me siento un poco apaleada por sus palabras, los ojos se me empiezan a humedecer, pero nunca le pienso dar la satisfacción de verme llorar.
Con el rabo del ojo alcanzo a ver a Cius al otro lado de la habitación, por su altura y su vestimenta de negro es fácil verlo entre tanto color, me tranquiliza saber que está platicando con alguien, así sé que no se acercara a ver que está pasando.
-Te casaste con el cojo!!!- Esa frase me hace regresar la mirada hacia los ojos de Azucen, no pensé que lo conociera, pero estos dos años que pasare fuera de los establos, se hizo muy famoso o realmente ya no conozco los chismes de los establos, los del castillo y la sociedad que oscila alrededor de la realeza.
¿Es bueno que ella sepa quién es Cius o es malo? – Jaja, te queda totalmente ser esposa del cojo loco del castillo- ahí está mi respuesta, parece que es malo.
-Él trabaja bajo las órdenes del mismo rey, no es un loco…- Por toda la conmoción, no me di cuenta de que un hombre se nos acercó y tomo del brazo a Azucena.
-Un placer conocerla señora de Foltorer- Era un hombre pequeño comparado con Cius, moreno y con una vestimenta totalmente a la moda, desprendía un olor intenso a perfume, pero sin ser molesto, se mira claramente asustado y con un sudor frio en su frente – Soy Lord Khori, y me disculpo por las palabras de mi mujer-
-Pero..- Es lo único que alcanza a decir Azucena antes de que el señor Khori le apriete el brazo y la haga hacer una reverencia, ambos hicieron una reverencia.
Estoy un poco confundida, escucho el golpe del bastón de Cius a un lado mío, volteo para confirmar con la mirada, él tiene una expresión muy seria, y ahora caigo en cuenta que era con Lord Khori el hombre con el que platicaba al fondo de la tienda.
Al terminar la reverencia y levantar la cara, la expresión del señor khori se pone más pálida aun, si es posible, al ver a mi lado a Cius – Si mis palabras no son suficiente disculpa, permítame cubrir por completo las compras que haga en la tienda –
Mis ojos se abrieron mucho, pero no tanto como los de Azucena que parecían ocupar más espacio en su rostro, de lo que naturalmente era posible.
-Pero..- Azucena intento reprochar, pero un nuevo apretón su brazo por parte de Lord Khori la detuvo al momento – Un placer conocerlos, Felicidades por su matrimonio – Justamente al terminar de decirlo, se dio media vuelta con su esposa y se retiraron de la tienda sin mirar atrás ni dar un paso innecesario hacia la salida.
-Creo que ahora si puedes llevar lo que gustes- Ahora si puedo ver la ya conocida pequeña sonrisa de Cius.
-Creo que eres más famoso de lo que pensé- y agarro una bufanda, no es invierno pero que importa, la cuenta ya está pagada, y se la entregó a la señorita de la tienda y que la agregue a las cosas que ya tenían apartadas para mí.
-Para bien y para mal- Me le quedo viendo, le quiero dar un abrazo, realmente él fue el que me salvo de esta pequeña tunda que me estaba poniendo Azucena, pero por dudar si darle el abrazo o no, Cius se da la vuelta – Te esperare a un lado de la puerta-
-Azhenty, Azhenty, despierta ya llegamos al castillo- Creo que me dormí, espero no haber babeado, ir de compras siempre es agotador.-Solo cerré los ojos un momento- Miento descaradamente-límpiate la boca- Cius extiende un pañuelo, entonces si babee, que pena, las mejillas se me incendian de lo roja que estoy, estiro la mano para tomar el pañuelo – mentí, no tienes nada en la cara-Me toma un momento entender que Cius me hizo una broma – Sabes hacer bromas?- y exagero mi cara de sorpresa.-No muchas- y así vuelve su tonalidad seria que ya me estoy acostumbrando, me extiende el brazo para ayudarme a bajar del carruaje, en ese mismo momento estamos escoltados por sus guardias y los guardas del castillo de Puentelargo, el castillo es muy pequeño, realmente todos los castillos se vería pequeños al lado del castillo del rey en Irongold.Mientras caminamos a la habitación, Cius se quedaba atrás, tenia que detenerme para que el me alcanzara, su cojera se veía mas marcada de lo normal, vién
Recapitulando, anoche al llegar a nuestro cuarto Cius se quedó dormido inmediatamente, se miraba profundamente cansado, me dio tiempo de acomodar todo y escoger que me voy a poner hoy para la reunión con lord gobernador, no entiendo por que no tenemos otra sirvienta para que organice el cochinero que deje de ropa, sumando la ropa nueva que me compre.Cius se levantó mucho más temprano que yo, no note el momento en que se salió del cuarto, ahora también me doy cuenta que no tiene nada de ropa en este cuarto, supongo que tengo un esposo de gustos muy sencillos en la ropa, toda de negro.Ya me encuentro lista casual y hermosa para la reunión, solo tengo que esperar a que se me informe que ya empezó, creo que tengo un poco de tiempo para dar una vuelta al castillo.Me asomo por la puerta para encontrarme dos guardias reales, mucha seguridad, es que soy muy importante-Lady Azhenty, buenos días- Mi asombro es grande al darme cuenta que uno de los guardas era el sobrino del rey Brazik.-Que
El carruaje empieza a toda marcha inmediatamente después de que Cius se sube, el parece serio, más de lo normal, tiene una mirada de preocupación.-Estas bien? - Realmente debería preguntar si el pobre hombre que perdió el dedo está bien.-Si- Responde con la frialdad que ya estoy entendiendo-Pero… que a paso ahí? Porque…- Soy interrumpida por su respuesta -Fueron órdenes del Rey, sin juicio solo la sentencia--Sin juicio? ¿Te refieres que ese hombre fue condenado a muerte? --Si- Me tomo un momento entender realmente que estuve en una ejecución.-No puede ser que el Rey o tu estén por encima de la ley!, todo hombre debe de tener un juicio…- El movimiento brusco del carruaje me avienta hacia un lado, solo aprete el cuerpo para recibir el golpe que me voy a dar contra la puerta, siento como Cius me abrazo y como me sostiene deteniendo mi movimiento y evita que me golpee.-Sujétate bien- Su abrazo solo se intensifica.-Porque vamos tan rápido? ¿Por qué salimos de la ciudad? - Por la ven
Estoy deprimida, ya pasaron dos días desde que regresamos de Puentelargo y de todas las tragedias y el dedo volando en la reunión y el ataque a él carruaje y el ruido que hizo ese bandido cuando Cius le hundió la garganta con su bastón... no pienses más en eso… Todo eso me hace sentir decaída, tengo un cuarto grande lleno de vestidos y accesorios, creo que podría ponerme un vestido diferente, un perfume y accesorios al día y tardaría más de un año en repetir alguno de ellos… Pero eso perdió importancia.Tal vez por vivir en la pobreza madure un poco, y ya no se me hace tan importante la ropa ni nada de eso.No he visto a Cius, tampoco es como si quisiera verlo, sigo enojada con él por ponerme en esa situación…No creo que sea su culpa… pero estoy triste… y eso si es su cumpla… porque, no se… pero es su culpa.Se que Cius ha estado en cama desde que se puso todo raro y sangro por todas las cicatrices, nomás de pensarlo se me pone la piel erizada, sé que él está bien porque la sirvienta
Nunca me imaginé que tocar una puerta sería tan difícil, estoy parada enfrente del cuarto de Cius, quiero platicar con él, quiero disculparme por no venir a verlo antes, quiero explicarle como me sentí, porque mis sentimientos son muy importantes.Tengo la mano levantada con un solo movimiento del puño golpearía la puerta.Suspiro -Porque es tan difícil! --Que es difícil? Interesadita--Ay!- un pequeño grito al ver a la sirvienta parada al otro lado de la puerta.El momento de silencio entre nosotras se prolonga cada vez más, estoy esperando que me diga algo y creo que ella está esperando lo mismo.El silencio continuo, quiero ver por a Cius, lo busco por sobre su hombro, sé que ella noto mi intención, porque dio un paso afuera de la habitación y cierra la puerta.-Cius se encuentra bien- la voz, el tono de su voz, se siente como si quisiera cortar de tajo mis intenciones de ver a Cius.Pasa por mi mente responderle como lo hice en los días anteriores “Me alegra que se esté recuperand
¡Mi primer beso!Me doy cuenta de que me encuentro yo solita bailando y saltando de la emoción, tengo mucho espacio para dar vueltas porque estoy en lo que podríamos decir que es el recibidor, no hay ni un solo mueble, es una casa muy basia.-Ahora que conseguiste? Interesadita-Al darme cuenta de que no estoy sola me detengo de golpe y recobro la compostura, intentando aparentar, puedo jurar de que el color rojo de mis mejillas da mas luz que las lámparas de la casa.-Nada, solo platique con mi esposo--Lo dudo, seguramente quieres un poni rosa o algo así--Ji ji- Esa idea ya había cruzado por mi mente muchas ocasiones, me veía montada en un poni rosa recorriendo los jardines -No para nada- soy tan trasparente ante sus ojos? o como supo que si quería uno de niña.No, todo tiene que ser una coincidencia.La mirada inquisidora de Ciel, refuerza esa sensación de que me está leyendo la mente, me hace pensar realmente si ella sabe que yo si quería un poni rosa.-Bueno, tu cena está en la
Veo la puerta donde acaba de entrar Ciel, donde esta Cius descansando, aun tengo que interrogar a un par de personas para averiguar más sobre Cius.La siguiente persona que tengo en mente ya se dónde se encuentra.Camino por la casa hacia la puerta principal, cruzando su umbral se encuentra el.-Hola!--Buenos días lady Azhenty- Contesta rápidamente el guardia que tendrían asignado para mí el día de hoy, es el segundo guardia más alto de los que están bajo el mando de Cius, pero no es con el quien quiero hablar ahorita.-Buenos días, mi señora- Con su voz gruesa y llena de pereza, sus ojos que puedes confundir con cansados o tristes, y su cuerpo ancho como una puerta.-Me di cuenta hoy, que no les e preguntado su nombre, me podían decir como se llaman- El guardia alto es al que se le nota la duda en su rostro, pero igual es el primero en responder.-Albertho Borsiolo, hoy estaré a cargo de su protección en el castillo--Panzer Tank, señora--Un gusto! - que estarán pensado ahora que es
En estos días estuve ayudando a Ciel a cuidar de Cius, no sería tan cansado si Cius cooperara más, pero no deja que lo ayuden y siempre está pensando en el trabajo.También me entere que la “medicina” que toma, una tal Rais de un árbol, lo hace estar más platicador y abierto, a veces se pasa de cursi, pero me gusta.Por las tardes lo acompaño a dar paseos, aprovechamos de platicar un poco sin que Ciel este presente, es un buen cambio de aires.-Espérame!- Le digo a Cius que ya está en la puerta – Nomas me hago una trenza y ya-Sigo batallando con mi cabello, siento que no me queda como quiero, especialmente porque no hay ni un espejo en todo el primer piso de la casa.-Ciel! ¡Ayúdame! Cius me espera! --Como eres llorona niña- Con casi la misma agilidad que Emily, me hace una trenza perfecta.-Gracias! Siempre tan linda! - No somos las mejores amigas aun, pero creo que ya no me odia y ni yo a ella.-Simple- Me responde y se retira para continuar con sus deberes.-Lista! - Cius no ha di