2 meses después…
Era momento de casarnos nuevamente, pero esta vez, en el jardín de la villa, con el resplandeciente Mediterráneo como testigo.
—¿Estás lista? —inquirió Brendan, quien había venido desde Londres para acompañarme.
—Más que nunca —respondí, tomando su brazo y caminando el recorrido de hierbas que me llevaría hasta mi demonio personal.
Había escogido un vestido sencillo de seda color crema, que se ajustaba a mi cuerpo y me caía sobre los tobillos.
Dejé mi cabellera color fuego suelta, extendida sobre mi espalda, cuyo único adorno era una corona de flores amarillas. No llevaba joyas, salvo los pendientes de esmeraldas que mi futuro marido —por segunda vez— me había regalado el día de mi cumpleaños.
Cuando me acerqué a &eac
PRÓXIMAMENTE SINOPSIS Un juramento de revancha, una propuesta del pasado, un resultado escandaloso. Cuando Luciana abandonó a Julián para casarse con otro hombre, él se juró que encontraría el modo de hacerle pagar por aquella traición. Años después, Luciana estaba desesperada por resolver un problema ocasionado por su difunto esposo y que podría llevar a su familia a la ruina. Sin embargo, nadie estaba dispuesto a tenderle la mano a una empresa que prácticamente era un caso perdido. En ese preciso instante, Julián Ricci, aparece de nuevo en su vida, dispuesto a ayudarla a cambio de un alto precio que él sabía heriría profundamente su orgullo: ella debía entregarse a él y servirlo en la cama durante un periodo establecido. Sin embargo, las cosas no eran precisamente ni como Julián pensaba ocurrió en el pasado, ni como Luciana creía eran en ese momento. Un exquisito juego cruzado de venganza y
Me habían llamado desde el Royal London Hospital para darme la noticia más amarga que podría recibir en toda mi vida: mi hermana menor, Valentina, estaba muerta y necesitaban que fuera a identificar su cadáver.Me había quedado petrificado al oír aquellas palabras tan frías y crueles que hasta pensé se trataba de una enfermiza broma. Sin embargo, me colgaron en la cara con la frase rotunda de que esperarían por mí esa misma noche.Con el cuerpo frío y temblando por el terror de que no se tratara de una simple confusión, cogí una muda de ropa deportiva para reemplazar el pantalón de chándal con el que dormía siempre.Mis manos se aferraron con violencia al volante del coche, mientras conducía en dirección a la morgue del hospital.«¡MALDICIÓN!»Grité con furia golpeando el mando por aq
Dos semanas después del accidente…LEILARecogía las cosas de John despacio, mientras intentaba recordar el momento preciso en el que se había perdido por entero. Me sentía culpable por no haberlo detenido aquella noche y evitar que la vida de aquella muchacha se apagara sin remedio, arrastrada por él.Suspiré hondo y cerré las maletas.Mañana regresaría a Cork, en donde vivía con mis padres, laboraba en una pequeña oficina local y cursaba el último año de la maestría. Había venido a Londres con la intención de pasar unas vacaciones de verano apacibles y tratar de persuadir a mi hermano de que regresara a casa conmigo. Sin embargo, me llevaría sus cenizas junto con unos simples trapos que tenían aun su olor para que mi madre al menos conservara algo de él.Exhausta y o
LEILACompletamente decepcionada, a pesar de saber que había sido lo mejor, recogí mis cosas de la barra y me coloqué la chaqueta negra gastada de pana. Había tenido la esperanza de que la noche siguiera con la compañía de Luca, pero era tonto de mi parte esperar que alguien como él quisiera más que tontear con una chica como yo.Guardé en mi cartera el móvil y me crucé el lazo por los hombros para irme de una vez por todas. Quería despedirme de Brendan, pero no lo veía por ninguna parte. Resignada a marcharme sin siquiera poder despedirme de mi amigo, suspiré y giré sobre mis talones, chocando con algo duro que me hizo tambalear. De inmediato unas palmas firmes me sostuvieron de la cintura y mis manos asieron los anchos hombros de mi salvador.—No te marches sin beber una última copa conmigo —pronunció con su gruesa
LEILAMe sorprendí gratamente cuando Luca tomó mi mano y la aferró con fuerza, mientras su coche aparecía, pero conducido por un chofer.Él abrió la puerta trasera para mí y me ayudó a montarme, haciendo lo mismo luego de darle una propina al valet parking. En tono demandante, pidió que nos llevaran al The River´s Hotel; uno de los más lujosos de la ciudad.Durante el trayecto, moría de los nervios al sentir la profunda mirada de Luca posarse sobre ella sin darme tregua a que volteara a comprobar que me estaba escrutando.Tenía mis manos presionando con fuerza a mi bolso sobre mis piernas. Sentía como una fina gota de sudor se deslizaba desde mi nuca por mi espina dorsal. Las rodillas me temblaban tanto que si no fuera porque estaba sentada, me desplomaría sin remedio.Suspiré profundo y ese pequeño gesto e
LEILACuando percibí su cuerpo tumbarse a mi lado, sentí un deseo aun mayor recorriéndome y logrando que todo mi ser vibrara del deseo.Apenas unos instantes atrás me había quedado adormecida luego de experimentar el primer orgasmo de mi vida, creyendo que no se podía sentir algo más placentero. Sin embargo, ahora el deseo volvía a quemar mis entrañas y a envolverme en un fuego aún más intenso, porque intuía que lo que había experimentado al calor de sus dedos, no sería nada equiparado con lo que estaba a punto de probar… aún con la ferviente duda de si podría tolerar a su enorme miembro en mi interior, haciéndome vivir una experiencia mucho más profunda e intensa de lo que acababa de conocer.Abrí mis ojos por completo cuando su caliente mano reposó sobre mi cuerpo, comenzando a recorrer cada curvatu
LEILASentí mi cuerpo deliciosamente cansado y perezoso. Estaba abriendo los párpados lentamente mientras aun el aturdimiento de lo que había sentido me nublaba el cerebro como una droga, por el repentino frío que me envolvió cuando concebí que ya no estaba envuelta por el cuerpo de Luca.Sonreí feliz, rememorando todo lo que ocurrió anoche sin siquiera imaginar que las cosas fueran de ese modo. Extendí mi mano hacia el lado del lecho donde él debía encontrarse, pero el lugar estaba vacío.Abrí de golpe los ojos que los volví a cerrar en el instante por la fuerte luz que entraba por una de las ventanas desprovista de cortinas. Miré para los lados, cubriendo con mi mano parcialmente mi rostro para que los rayos no me impidieran ver con claridad. No estaba.Con el corazón galopante, me incorporé y senté despacio al b
LEILADublín, IrlandaDos meses después…Intenté disimular mi expresión de decepción y desesperación cuando de nuevo, por enésima vez, fracasaba en mi entrevista de trabajo.El hombre que se encargaba de la evaluación curricular, estaba sentado frente a mí. Se quitó las gafas y se cruzó de manos para hablarme con aparente pesar.—Lo siento mucho, señorita O ‘Kelly, pero no es lo que estamos buscando en estos momentos. Me temo que no tiene la experiencia que la compañía necesita.Suspiré resignada, conteniendo las ganas de llorar porque necesitaba más que nunca un trabajo. Sin embargo, en cada entrevista las esperanzas de no tener que recurrir a él para que me ayudara, se desvanecía.Con una sonrisa forzada, tomé mi bo