Durante la madrugada Elizabeth intentó levantarse, pero el dolor que sentía en todo su cuerpo fue tal que se arrastró hasta la ducha. Sentada abrazando sus piernas lloró inconsolablemente, mientras el agua caía sobre ella. Cerró la llave y se quedó ahí llorando hasta que entró Dorita a dejar el desayuno. Al entrar vio la escena en donde Elizabeth sufrió a manos de su verdugo.Dorita corrió al baño y la vio, sentada, desnuda y con rastros de sangre a su alrededor mientras Elizabeth lloraba sin parar; Dorita la bañó y cambió. Curó un golpe con herida profunda en la parte de atrás de su cabeza y revisó los hematomas que tenía por todo su cuerpo. Dorita la abrazó y le dijo: - No llores mi niña. -Me siento sucia, humillada, quisiera morirme, dijo Elizabeth con dificultad.Dorita se encargó de limpiar su cama, el respaldo con sangre y ordenar su habitación. Al salir de la habitación de Elizabeth se dirigió a la habitación de Juan Pablo: -Patrón la Sra. está muy mal, permita que su nana
Fernando llegó rápido a la casa nueva y preguntó: - ¿Dónde está la paciente?-Sígame niño Fernando, está en la habitación del niño Juanpi, contestó Dorita con calma.Dorita tocó la puerta y abrió sin esperar respuesta, Fernando entró y le preguntó a su primo: - ¿Cuéntame, diste algo para la hemorragia? Preguntando mientras se acerca a la chica para revisarla.-Sí, le apliqué en el catéter para evitar que continuara el sangrado.Fernando tocó caderas, pelvis de la chica y con solo tocar, hizo un gesto de intriga.- ¿Qué le pasó? Por las condiciones parece que la abusaron. Tengo que revisar si el sangrado es por un desgarre - Dijo como un tono muy serio.- ¿Juan Pablo forzaste a esta chica? contestó molestó haciendo reproche a su primo quien estaba muy preocupado.Juan Pablo exasperado se sentó al pie de la cama, se frotó la cien y comenzó a llorar de arrepentimiento. Fernando quién nunca había visto a Juan Pablo en esas condiciones y circunstancias, quedó atónito. -Te pediré que salga
Elizabeth estaba reaccionando a la medicación, al despertar completamente, vio a Juan Pablo quien yacía dormido sentado en el suelo, con su cabeza recostada en la cama mientras sostenía la mano de Elizabeth El miedo y rechazo que sentía por él la hizo apartar su mano y sintiendo vergüenza le dijo: -Podría irme a la habitación de antes.Juan Pablo despertó y con una sonrisa le preguntó: - ¿Cómo te sientes?Elizabeth no quiso mirarlo y desvió su mirada, contestó con la pregunta inicial: -Podría irme a la habitación de antes.Juan Pablo observó que la Elizabeth que él conoció, estaba lejos de ser la misma mujer que estaba en su habitación evitándolo a toda costa.-Sí por supuesto, solo te traje aquí para cuidarte. Dijo el con una mirada arrepentida sintiendo que el corazón se le estrujaba cada vez más.-Elizabeth, perdóname por lo que hice... Yo solo... No sé qué decir. En realidad, te amo y en un momento de ira hice todo malElizabeth no respondió y aún con dolor en todo su cuerpo solo
Juan Pablo dejando todo en orden en la empresa familiar, pasó por una florería y compró un hermoso ramo de rosas que deseaba entregarle a Elizabeth.Tan pronto llegó a la casa nueva, caminó dando pasos largos, su corazón casi salía de su pecho y al estar afuera de su puerta, cuando se disponía a abrir. Escuchó la conversación de Elizabeth y Susan-Nana no soporto más, me siento sucia, siento aún su asqueroso olor en mí. Odio con todo mi ser a Juan Pablo Montenegro Juan Pablo llevaba un enorme y hermoso ramos de rosas rojas como la sangre, sintió que taladraron esas palabras en su cabeza y optó por retirarse.En su mente sólo pasaban las palabras de odio que escuchó, estaba dispuesto a dejarla ir. Sintió una amargura en su pecho y se resignó a qué por su acto de cobardía perdió a la mujer que ama. Estaba en su despacho pensando en cómo hacer para liberarla y Dorita tocó la puerta de su despacho y al no obtener respuesta decidió entrar.-Niño Juanpi, su hermano está aquí Juan Pablo s
Elizabeth quien estaba en una enorme depresión, el hombre que creía amar la engañó, estaba encerrada, la abusaron y golpearon; era una cadena de acontecimientos con los que ella no podía lidiar completamente. Ella estaba sola en la habitación, recostada en el sofá admirando los rosales, dedicándoles pensamientos. Marco estaba frente a la piscina recostado bronceándose, tomando unas vacaciones en la lujosa casa de su hermano y vio a una hermosa chica en la ventana.Su rostro se iluminaba con la luz del sol y su hermoso rostro se le hacía familiar. ¿Será qué estoy soñándote de nuevo? Se levantó y enfocó su mirada para ver si estaba viendo una alucinación. ¿Será qué es ella? ¿Qué hace aquí?Él vio que era la segunda habitación, así que corrió, entró a la casa y justo era la habitación que escoltaban. Marco se acercó y le dijo a Samuel: -Entraré, mi hermano mandó a decirle algo importante.Samuel despreocupado porque se trataba del hermano del jefe solo asintió y abrió.Marcó entró y
Marco dio un recorrido a toda la casa, viendo todas las alternativas de escapes que tenía la casa. Haciendo el recorrido, se encontró con Juan Pablo que al mismo tiempo estaba en la búsqueda de su hermano.-Hermanito, he estado buscándote. Abrazando con emoción a Marco-Juan, perdón estaba viendo la estructura de la casa. Me encanta, ¿a quién quieres impresionar? Dijo el con una mirada de desdén -Qué bien me conoces, en realidad se construyó sin ningún porqué, pero, la decoración la solicité pensando en el amor de mi vida. Dio un suspiro y dio una palmada en el hombro a su hermano.- ¿Tienes novia? o me hablas de Rebeca. -No, jamás me enredaría con ella, después de todo. Es una mujer hermosa, me enamoré a primera vista y luego coincidimos en el Hospital. Marco sintió el impulso de golpearlo en la cara y preguntarle ¿Por qué si la amas, la lastimas? pero debo controlarme.-Espero conocerla entonces Juanpi-Sí, muy pronto la conocerás. Bienvenido hermano, está es tu casa así que inst
Elizabeth se colocó unos jeans vaqueros color negro, camiseta negra, sudadera del mismo color y unos tenis cómodos para correr. Al llegar la hora, Marcó tocó la ventana con mucha sutileza para evitar que el personal de seguridad se diera cuenta.Elizabeth abrió la venta y se subió al sillón que está junto a la ventana, Marco quien estaba del lado de afuera, le ayudó a saltar. Ambos corrieron a los arbustos, Marco le dijo: - Súbete a mis hombros, yo te impulsaré para que puedas saltar.- ¿Y tú? ¿Cómo saltarás? dijo preocupada - No te preocupes, yo me impulsaré, confía en mí.Todo iba según lo planeado, sin embargo, Marco no contempló que Santos lo vio tocándole la ventana a Elizabeth.En ese momento, él observó toda la escena y por el radio solicitó que los hombres interceptaran a la camioneta tan pronto salieran en ella. Santos, personalmente se dirigió a la habitación de Juan Pablo, tocó la puerta y entró de inmediato.- Jefe, despierte. Tocando su hombro- ¿Qué pasa hombre? dijo
- Salgan todos por favor. Dijo Juan Pablo con un tono desafiante.Salieron los hombres dejando a Marco tirado inconsciente en el lugar. Elizabeth estaba temblando de miedo y derramando lagrimas no esperaba que Juan Pablo hiciera algo por ella.- Juan Pablo te lo suplico, Marco y yo somos amigos desde hace muchos años, él solo hizo lo que le pedí. Haré lo que me pidas con tal de salvarle la vida.- ¿Estás segura? dijo él tomándola fuerte de los brazos y mirándola directamente a los ojos. - Sí, soltando las lágrimas que aún se resistían en salir.- Estarás conmigo tres noches, sin oponerte, estarás a mi lado y debe ser tu mejor actuación. Finge que te gusto, aunque sea un poco. Dijo él con una mirada fría y seguro que solo eso obtendría de ella.Elizabeth derramando lágrimas de dolor y decepción, le dijo: - Te odio demasiado pero por salvar la vida de tu hermano, acepto. Juan Pablo salió del sótano y las indicaciones. Mandar a su hermano confinado a Europa y atendieran sus heridas.