Despierto sobresaltada por un ruido de la puerta, en el umbral de esta, hay una persona a la cual no puedo ver porque esa zona está oscura, pero si puedo distinguir su silueta y defino que es mujer.

- Hola, querida- me tenso de pies a cabeza con su voz. No por favor, no otra vez.

No me puede pasar dos veces, no pudo perder a dos personas a la misma vez, no cuando son tan importantes para mí.

La persona que me saludo sale de su escondite y para mí decepción y desesperación es la mismísima dueña de esa voz.

-Erica- digo con un hilo de voz.

- La misma- dice y se ríe como si se acordase de algo gracioso- a qué no te lo esperabas ¿he?.

No puedo hablar así que me limito a mover mi cabeza.

-¿Porque? -Es lo único que sale de mi boca

-¿Porque? No tengo ganas de explicarte eso ahora mismo y la verdad no me importa lo que pienses. Solo te voy a decir que todo lo que Matt te haga; te lo mereces.- dice y me mira como si fuera una cucaracha. Me encojo del dolor o del miedo no estoy segura, eso s