-Lo siento, hoy tampoco voy a poder ir al hotel. Debo llevar a Sofi a la ginecóloga- exclamó el magnate al teléfono. Se encontraba en el jardín de su casa, para que su amada no lo escuche.

-No se preocupe señor, tómese el tiempo que sea necesario, aquí está todo en orden- exclamó la gerente de atención al público, quien se estaba encargando de los pendientes del Hotel.

Lucas suspiró cansado, aunque no hubiese estado trabajando en el hotel con todo el papeleo que eso implicaba, había estado haciendo el doble en la casa, intentando con todas sus fuerzas que su amada poco a poco volviese a tener una vida normal.

-Gracias por tomarte el tiempo de cancelar mis reuniones, te debo una-

-No hay de qué, no fue difícil

-Si llega a surgir algún problema por favor mantenme al tanto.

-Sí señor, mis saludos a Sofi.

-Se los daré- exclamó y cortó la llamada.

Había pasado una semana desde el suceso con Víctor y el aborto espontáneo, aunque para Lucas no había sido espontaneo sino intencional, y Sofía