Lucas siguió por detrás a su padre quien llevaba agarrada de su brazo a Victoria como si fueran dos grandes amigos.La joven rubia se contoneaba sensualmente delante de él, como si lo provocara.Pero lo que menos hizo el magnate fue ver la figura esbelta de Victoria de 1.70, cintura estrecha, caderas prominentes y largas piernas, solo podía mirar sus propios pies mientras avanzaba hacia el jardín trasero de la casa.Llegaron a una mesa de madera de roble con tres sillas y una sombrilla que los cubría del sol.Su padre corrió la silla, en donde se iba a sentar la joven, caballerosamente. Lucas agradeció a sus adentros que lo hiciera su padre, porque él no pensaba hacerlo, cuanto más lejos se mantuviera de esa mujer, mejor.No tenía idea de qué carajos hacía en casa de su padre y porque había vuelto de su país luego de tantos meses separados.Las cosas habían terminado confusas entre ellos dos, el magnate no podía negarlo.Luego de que se enteró que Victoria estaba metida con uno polít
Lucas salió de casa de su padre abatido, como si le hubieran dado la paliza de su vida. Subió a su coche y no manejó hacia su casa donde seguramente lo estaba esperando el amor de su vida, sino que condujo hacia el lado contrario.No podía caer en casa con la cara hasta el suelo, tenía que fingir que no estaba a punto de ser padre de un bebé que no era de ella, por lo menos hasta que lo confirmara con los análisis.Manejó hasta un bar lúgubre de la parte más lejana de la ciudad, uno de esos en los que a la gente no le importaba quien fueras y que solo querían beber su alcohol y nada más, no era momento para ser atrapado por las cámaras. No es que estuviera mal salir a beber solo, pero esos malditos amarillistas siempre inventaban historias donde no las había.Mientras bebía su cerveza barata contra la barra sus manos no dejaban de temblar, como si fuera una persona en abstinencia a punto de volverse loco.-Usted no es de por aquí- exclamó el camarero, un hombre mayor que limpiaba un v
La vida de Lucas durante la semana siguiente pasó delante de sí como si fuera un fantasma en un limbo eterno sin poder salir.Trataba de mantenerse normal por fuera, sonriendo cada vez que alguien le hablaba y fingiendo frente a Sofía que en unas horas no iría a la clínica a hacerse el análisis de paternidad junto a Victoria y a su padre.Porque así habían acordado, o por lo menos ellos dos, porque al magnate solo le mandaron un mensaje de que se encontraban en la puerta de la clínica a las 6 de la tarde. La única condición del joven era que no se aparecieran en el hotel, era lo único que pedía.El magnate salió de su oficina y se dirigió hacia la de su amada, se había sentido una mierda por haber estado tan distante los últimos días, por lo menos le avisaría que tenía una reunión importante luego del trabajo, aunque era una gran mentira que en cualquier momento explotaría en la cara de ambos.Tocó la puerta, nervioso.-Adelante- exclamó la joven del otro lado de la puerta.El rubio s
Sofía se sentó en una de las mesas del comedor de la clínica junto a la ventana, contempló la hermosa vista que tenía del fondo de la clínica, que daba directamente a un bosque con un lago, pero no se sentía capaz de disfrutar el panorama.Se quedó ahí, absorta en sus pensamientos, mientras revolvía la ensalada de un lado al otro. Había vuelto a perder el apetito, estaba tan nerviosa que su estómago se había cerrado.Suspiró pesadamente y aguardó sentada hasta que fuera la hora de encontrarse con su obstetra.La médica miró los resultados del análisis de la castaña y enarcó una ceja, luego levantó su mirada marrón hacia su paciente con una mirada dura que hizo sentir incómoda a la castaña.Sabía lo que le iba a decir, esa misma mujer había sido quien le advirtió que no intentara volver a quedar embarazada por un largo tiempo porque era peligroso, pero ahí estaba, tan solo unas semanas después de su clara advertencia, con un análisis que decía que efectivamente estaba nuevamente embara
“Todo se acabó” Pensó Lucas mientras avanzaba como un zombie hacia la salida de la clínica.Su padre y Victoria caminaban delante suyo, hablando muy entusiasmados sobre el embarazo y todo lo que había que hacer, ya no intentaban incluirlo, como si ellos supieran que él no tenía ni voz ni voto en eso.Tampoco pensaba hacer nada, dejaría que ellos se encarguen de todo, de todas maneras, solo era el jodido padre.-Debemos venir a los controles en dos semanas- exclamó la rubia, conversando con su suegro.-Sí, deberías agendarlo Lucas, así no se te pasa- indicó su padre sin siquiera darse vuelta hacia su hijo, sabiendo que el magnate los seguía por detrás en silencio.-¡Ay! ¡No puedo esperar! Ya quiero que pasen los 6 meses que faltan.-Querida nuerita, disfruta tu embarazo, es lo más lindo, una experiencia hermosa.Lucas quiso burlarse de las palabras de su padre. No recordaba a su progenitor entusiasmado por pasar tiempo con él cuando era tan solo un niño y realmente había necesitado la
Inconscientemente y a mitad de la noche, sus cuerpos se pegaron como imanes.Más allá de que las cosas hayan quedado raras antes de irse a dormir, ninguno de los dos podía evitar estar cerca del otro y en la inconsciencia y en la oscuridad volvieron a encontrarse.Ambos se dieron vuelta hacia el otro lado y las puntas de sus narices se chocaron en la oscuridad de la noche.Sofía pudo sentir en su rostro la respiración pesada y profunda de su amado, y si hubiese podido verlo, se hubiese dado cuenta que los ojos celestes de Lucas ahora estaban negros de deseo por ella.La castaña no necesitó que el magnate le dijera que la deseara esa noche, podía sentirlo dentro suyo, como si su cuerpo supiera y sintiera el llamado del cuerpo de Lucas, como una conexión más allá de la comprensión.Ella misma sintió su excitación crecer poco a poco mientras los segundos pasaban, y todo explotó cuando la mano de Lucas de repente se posó en su mejilla, acariciándola con suavidad, como si necesitara la apr
Lucas y Sofía se encontraban enredados entre las sábanas, muy pegados el uno al otro y todavía en los brazos del Dios del sueño.Lucas estaba acostado boca arriba, con sofría durmiendo contra su desnudo y fornido pecho, mientras él la envolvía con los brazos como si temiera perderla mientras dormía.Ambos gimieron por lo bajo, sintiendo el sol entrar por las rendijas de la ventana gritándoles que ya había amanecido y era hora de prepararse para empezar un nuevo día de trabajo.Sofía intentó, aún entre sueños, soltarse del agarre de Lucas para levantarse e iniciar su larga rutina diaria por la mañana.-No…- gruñó el magnate, apretando con más fuerza a Sofía para que no escapara.-Tengo que… ducharme- protestó la castaña contra el pecho de Lucas.-No te voy a dejar salir, estás presa, ahora eres mi prisionera- exclamó aún con los ojos cerrados.Sofía se rió divertida e intentó forcejear con el hombre, sabiendo de antemano que perdería.-Vamos Lucas, hay que ir a trabajar.-No quierooo-
Apenas Lucas abandonó el hotel para ir tras su padre, Melisa cambió su rostro a una expresión de preocupación y se dio media vuelta hacia la recepción. Sabía que sus compañeras habían escuchado toda la conversación.-Me voy a ausentar un rato, necesito hablar con la señorita Sofía- exclamó a sus compañeras quienes no protestaron por esto, si había algo que unía a todos los empleados del hotel, era Sofía. Todos velaban por la seguridad y salud de la mujer. Era su prioridad.Melisa caminó nerviosa por los pasillos, sabía que tenía que guardar el secreto, el magnate se lo había pedido, pero sentía que a la larga algo malo iba a suceder, que no sabía exactamente qué. Solo esperaba que Sofía no saliera lastimada en el proceso.“Espero que el señor Montenegro pueda solucionarlo” Pensó preocupada.Llegó a la puerta de la oficina de Sofía y tocó la puerta.-¿Si?- escuchó la débil voz de su jefa del otro lado.-Permiso señorita, soy Melisa.-Oh si, pasa querida- exclamó.Melisa entró y se enco