A Sofía le costaba admitir que realmente estaba disfrutando de sus primeras vacaciones largas en toda su vida, sabía que se acercaba el momento de regresar al trabajo y quería llorar por eso. La había pasado tan bien junto con su amado que no quería el golpe de realidad.Lo había pensado durante toda la tarde y finalmente lo había decidido.-Cariño…- comenzó a decir jugando con sus manos nerviosa.-¿Qué sucede?- exclamó el joven, quien miraba una película que pasaba por un canal del cable de la ciudad costera.-Estaba pensando que… bueno, sabes que se acerca el año nuevo en unos días.-Es cierto- dijo mirando a la castaña con las cejas levantadas- El hotel debe ser un caos con los preparativos.-Oh… ¿Hacen festejo? No sabía.-Hay gente que le gusta pasar las fiestas en el hotel, siempre hay buffet y bandas en vivo, tú sabes pura fiesta.-Oh bueno, está bien- exclamó desilusionada.-¿Qué pasó?- dijo preocupado el joven- Ibas a decirme algo…-¡Ya está no importa!- gritó cubriéndose el
-Ahora que volvimos a casa, me doy cuenta que necesita una remodelación- exclamó Sofía mientras dejaba su valija en el suelo del hall y observaba el lugar con ojos de decoradora.-Lo que tú quieras cariño, destrúyela y hazla de vuelta si eso es lo que quieres. – ronroneó el joven abrazándola por detrás.Luego de las vacaciones se sentían más unidos que nunca.Sofía rió por la exageración de su amado y se dejó besar en el cuello mientras disfrutaba de sus labios cálidos contra su piel.-¿Qué tal si..?- Lucas estuvo a punto de decir algo, cuando fue interrumpido por el sonido del tono de llamada de su celular- Discúlpame- le dijo a Sofía mientras la soltaba y se alejaba tomando el teléfono.-Está bien- dijo desilusionada de que interrumpieran su momento íntimo. -Hola Melisa… Sí, ya estamos en la ciudad ¿Está todo bien por allá?- La castaña pudo ver como la sonrisa del rostro de Lucas se borrada dando paso a una expresión seria, por un segundo sus ojos celestes miraron a la joven, pero
-Buenas tardes señor Montenegro, tanto tiempo sin vernos.- La voz de la mujer sonó dulce, sensual y llena de confianza.-¿Victoria?- exclamó el hombre levantándose de un salto de su asiento y caminando hasta la mujer, que sonreía ampliamente- ¡Querida! ¡Tanto tiempo sin verte!- dijo el dueño de la casa con una sonrisa que no era propia de él y que muy pocos habían visto.El padre de Lucas la tomó de los brazos y besó cada mejilla efusivamente.-Pensé que te habías vuelto a tu país, luego de que el idiota de mi hijo te cambiara por esa mujerzuela.- exclamó avergonzado de su propio hijo.La platinada rió divertida.-Sí, me fui por un tiempo, no voy a mentirle, su hijo me rompió el corazón- exclamó dolida desviando su mirada hacia el suelo- Pero ya he vuelto y más fuerte que nunca.Los ojos viejos y opacos del hombre brillaron de esperanza.“Esta es la última esperanza que estaba buscando” Pensó el hombre.-Ven siéntate- dijo llevando a la joven hacia el sillón de forma servicial. Si fue
-Señor Montenegro ¿Me buscaba?-Oh sí, señora vicepresidenta, pase por favor.Sofía entró a la oficina de Lucas contoneando sus caderas. Corrió los papeles que el magnate estaba revisando y se sentó sobre el escritorio con las piernas cruzadas. -¿Me llamó para una reunión privada?- Ronroneó, levantando su falda lentamente mostrando un poco más los muslos y la liga de su media color negra.Lucas miró la escena hipnotizado.-Aunque su propuesta es tentadora señorita, debo rechazarla- exclamó el magnate, fingiendo ser un profesional- Verá, aunque no parezca, estoy casado.-Oh, no me diga eso señor Montenegro- dijo la castaña, haciendo un puchero, como si estuviera a punto de llorar.-Me temo que sí, así que por favor baje su falda, que no quiero ser tentado por su hermosa figura.Sofía sonrió sensualmente y se inclinó sobre su escritorio, muy cerca del rostro de Lucas, quien fingía sufrir por la seducción de su vicepresidenta, alejándose hacia atrás. Pero la castaña fue más rápida y lo
El padre de Lucas les había ordenado a sus empleados que le preparasen lo antes posible la habitación más grande de la casa para Victoria y su nieto que estaba en camino.Y con rápido se refería a ese mismo día, no quería que la joven durmiera en ningún otro lado.-Oh señor, no hace falta que hoy mismo esté listo mi cuarto, puedo usar uno de los que son para los invitados- exclamó con modestia la rubia, fingiendo que realmente no le importaba, aunque sí.-Para nada Victoria ¡Para eso están! ¡Para eso les pago! Hoy mismo vas a tener tu cuarto querida.Victoria tomó las manos del hombre e inclinó la cabeza en agradecimiento.-Es usted un gran hombre, señor Montenegro.-Por favor preciosa, dime suegro o suegrito, me gusta más- rió divertido.-Está bien, suegrito. Usted dígame nuera o nuerita.Ambos rieron a carcajadas, cualquiera que no los conociera diría que eran padre e hija o muy grandes amigos, porque ambos eran tal para cual, cortados por la misma tijera.Más de una semana había pa
Sofía escuchó los golpes en la puerta del baño como si fueran martillazos en su cráneo, que la hicieron salir de su shock.-¿Hola? ¿Hay alguien ahí? - exclamó un empleado del otro lado de la puerta, quien intentaba abrirla sin éxito, forcejeando con el picaporte.-¡Estoy ocupada por favor utiliza otro baño!- gritó desde uno de los cubículos. No supo cómo había logrado que las palabras salieran de su boca sin trabarse y que sonara tranquila.-¡Oh! ¡Señora Sofía ¡Lo siento! ¡No sabía que era usted!- exclamó la persona antes de irse corriendo de allí, temiendo haber molestado a su jefa. Pero la castaña ni había pensado en eso, volvió a mirar sus manos, que aún sostenían la prueba del embarazo.Había estado sentada sobre el inodoro más de 40 minutos mirando el test, al punto en que sus piernas se habían entumecido, si no fuera por los golpes en la puerta, seguramente la declararían como desaparecida, porque era incapaz de reaccionar.Nuevamente esas dos rayas rojas que significaban “Pos
Lucas siguió por detrás a su padre quien llevaba agarrada de su brazo a Victoria como si fueran dos grandes amigos.La joven rubia se contoneaba sensualmente delante de él, como si lo provocara.Pero lo que menos hizo el magnate fue ver la figura esbelta de Victoria de 1.70, cintura estrecha, caderas prominentes y largas piernas, solo podía mirar sus propios pies mientras avanzaba hacia el jardín trasero de la casa.Llegaron a una mesa de madera de roble con tres sillas y una sombrilla que los cubría del sol.Su padre corrió la silla, en donde se iba a sentar la joven, caballerosamente. Lucas agradeció a sus adentros que lo hiciera su padre, porque él no pensaba hacerlo, cuanto más lejos se mantuviera de esa mujer, mejor.No tenía idea de qué carajos hacía en casa de su padre y porque había vuelto de su país luego de tantos meses separados.Las cosas habían terminado confusas entre ellos dos, el magnate no podía negarlo.Luego de que se enteró que Victoria estaba metida con uno polít
Lucas salió de casa de su padre abatido, como si le hubieran dado la paliza de su vida. Subió a su coche y no manejó hacia su casa donde seguramente lo estaba esperando el amor de su vida, sino que condujo hacia el lado contrario.No podía caer en casa con la cara hasta el suelo, tenía que fingir que no estaba a punto de ser padre de un bebé que no era de ella, por lo menos hasta que lo confirmara con los análisis.Manejó hasta un bar lúgubre de la parte más lejana de la ciudad, uno de esos en los que a la gente no le importaba quien fueras y que solo querían beber su alcohol y nada más, no era momento para ser atrapado por las cámaras. No es que estuviera mal salir a beber solo, pero esos malditos amarillistas siempre inventaban historias donde no las había.Mientras bebía su cerveza barata contra la barra sus manos no dejaban de temblar, como si fuera una persona en abstinencia a punto de volverse loco.-Usted no es de por aquí- exclamó el camarero, un hombre mayor que limpiaba un v