Sofía comió rápidamente las tostadas quemadas y tomó un sorbo del té desabrido que le había preparado Kate, no podía soportar estar un segundo más frente a ese televisor que repetía una y otra vez la fotografía de ella junto con Lucas, no solo porque temía que quien había sido su amiga notara que era ella la del escándalo de la semana, sino porque le dolía ver esa vida que había durado tan solo un suspiro y había creído que sería su salvación. Tomó su bolso y se despidió de la pareja, que ni siquiera se dignaron a devolverle el saludo. Mientras caminaba hasta su lugar de trabajo, ya que su billetera estaba vacía como para pagar el transporte público, la castaña no podía dejar de retarse a ella misma al haber ido a pedirle ayuda a su ex amiga, había sido ingenua al pensar en que ella le abriría las puertas de su casa con alegría y seguirían siendo las amigas inseparables de hace años. Había estado tan equivocada… Pedirles ayuda a sus padres ahora no parecía tan descabellado. Entró
Lucas cometió un grave grave error, y lo supo cuando, al volver a su mansión junto con Victoria, su celular se había llenado de mensajes de sus conocidos y de su asistente.15 llamadas perdidas de él, más mensajes de voz que no tenía pensado escuchar.Porque ya imaginaba lo que decían:“¿Cómo se te ocurre volver con Victoria cuando tú mismo la dejaste?”“¿Te das cuenta de lo peligroso que es todo esto para tu reputación que hemos construido todos estos años?”“¡Deja de actuar como un adolescente caprichoso!”Y cosas así que seguro diría su asistente.Y no lo culpaba, esta vez la había cagado enserio.En las redes sociales circulaban las fotos infraganti de él junto con Victoria en el café.“Juro que si encuentro al idiota que sacó esas fotos lo haré pedazos” Pensó enfurecido, apretando con fuerza el teléfono.Hasta ella misma había reposteado las imágenes en su propio muro y había escrito una declaración polémica:“Feliz de estar nuevamente a tu lado @LucasmontenegroOk Te amo, nuestro
-¿Realmente creíste que íbamos a ser amigas de vuelta como en los viejos tiempos? Maldita arrastrada, ¡Tú me dejaste de lado por ese idiota bueno para nada! Ahora bancate las consecuencias…. Sofía se sintió apresada entre la puerta que la separaba de los amarillistas y su amiga que estaba enfrente suyo con una sonrisa tétrica y burlona, disfrutando del miedo que le provocaba a su ex amiga. -¿Qué vas a hacer eh? Si no quieres que te entreguemos será mejor que nos pagues ya mismo- amenazó borrando la grotesca sonrisa para dar paso a una expresión terrorífica que le hizo helar la sangre a la castaña.-¿O prefieres pagar de otra forma?- gruño de forma lasciva el esposo de Kate.Sofía miró con desconcierto a su amiga, quien no parecía importarle que su esposo se le insinuara en sus narices.-¿Vas a dejar que me hable así? ¿Cómo puedes permitir eso?Kate rió divertida.-No creas que mi amorcito está muerto por ti muñeca, él solo quiere que pagues lo que debes y me parece que tu cuerpo e
Lucas salió echando humo de la casa de ese idiota, si se quedaba tan solo un segundo más lo mataría ahí mismo.Entró a su vehículo y una pesada angustia lo abrumó. Miró sus nudillos manchados de sangre ajena y gritó, gritó como nunca antes lo había hecho, golpeando con fuerza el volante. Había sido todo mentira, se había dejado engañar por un mail anónimo, había caído en la trampa como un principiante y había tratado mal a Sofía, la había despreciado, destruyendo su confianza.-Soy un idiota- exclamó apoyando su rostro en la bocina, haciéndola sonar de forma escandalosa.- Tengo que encontrarla antes de que sea demasiado tarde- Se dijo a sí mismo en voz alta.No era momento de llorar, él no merecía eso, Sofía era la que en realidad estaba sufriendo.Tomó su teléfono para buscar en el mapa la dirección que Víctor le había dado a fuerza de golpes, justo en el momento en que vio la noticia del momento.Los paparazzis habían descubierto el escondite de la castaña antes que él, acercó la
-¿Quién era corazón?- preguntó su madre cuando su hija volvió rápidamente al living, sentándose tan tiesa como un bloque de hielo. -Nadie… equivocado- respondió arrastrando las palabras. Sofía tomó su taza de café y se ocultó detrás del objeto. ¿Qué hacía en casa de sus padres? ¿Cómo la había encontrado? Sin duda todos sus planes de pasar desapercibida como una donnadie estaban en riesgo con la presencia de Lucas, no había nadie peor que él en ese momento, seguramente estuvieron siguiendo su rastro y no faltaría mucho para que los paparazzis aparecieran también en su puerta. Su madre se moriría si se enterase de su doble vida. La castaña rogó para sus adentros que Lucas entendiera la indirecta directa de que no lo quería ahí, había sido cruel al cerrarle la puerta en la cara, pero un poco merecido lo tenía luego de su encuentro en el bar. El timbre volvió a sonar y Sofía sintió que se desmayaría ahí mismo. Sus padres la miraron esperando una explicación. -Debe estar confundi
-Déjala, ya se le va a pasar- habló a sus espaldas el padre de Sofía.Lucas apretó con fuerza sus puños que temblaron de la ira.-Sofía tenía razón cuando dijo que ustedes no la conocen- habló aún dándole la espalda a los padres.-¿Perdón? ¿Quién te crees que eres para hablarme así dentro de mi propia casa?-Cariño por favor…Lucas se dio vuelta, dispuesto a enfrentar al padre de la joven.-Alguien quien ama a su hija de verdad, quien daría todo porque sea feliz.-¿Cómo?¿Qué dices muchacho? Nuestra hija ya está casada.- Se escandalizó la madre. -Así que fuiste tú quien rompió su matrimonio.- gruñó el hombre.-Se equivoca señor, yo solo la ayudé cuando su esposo la había tirado a la calle cuando ella más lo necesitaba.La pareja se alborotó al escuchar lo que Víctor le había hecho a Sofía.-Deberían abrir los ojos y darse cuenta de la verdad, a quien deben apoyar es a su hija, no al idiota de su yerno y del qué dirán de las demás personas- sentenció dándose vuelta hacia la puerta- Y
El sol había bajado en medio de la carretera, podía verse el hermoso horizonte de colores anaranjados dignos de una postal, todo parecía de ensueño, cuando el coche de Lucas comenzó a hacer ruidos extraños.-Eso no suena bien- sentenció preocupada la castaña.-Tranquila, es último modelo, no va a pasar nada-Apenas el magnate terminó de decir la frase los ruidos se hicieron más intensos y un fuerte humo salió desde el motor.-¿Pero qué?-¡Estaciona estaciona!- gritó Sofía colocándose el cinturón de seguridad, temiendo lo peor.El magnate salió de la ruta, frenando a un costado, ambos se miraron preocupados.-Quédate aquí- ordenó el joven, saliendo al exterior.La joven lo miró desde el parabrisas y quiso reír cuando Lucas intentó abrir la tapa del motor con las manos desnudas, quemándose con el caliente metal, sonrió divertida, recordando aquel día en que lo había conocido y que no sabía cambiar ni una rueda.Salió del auto, y se acercó con un pañuelo hasta al lado del magnate.-A ver
Lucas fue veloz al apagar la alarma que había programado, evitando que Sofía se despertara.La almohada que dividía la cama en dos había volado al suelo en algún momento de la noche, y el joven quiso reír, porque la culpable de eso había sido la muchacha, quien no se había quedado quieta en toda la noche, girando de un lado al otro, pasando sus brazos y sus piernas encima del magnate, invadiendo su espacio personal.Habían dormido toda la noche en un cuarto del colchón, y al magnate no le podía molestar menos, disfrutando los abrazos de la joven, imaginando que eran una pareja de años de casados.Cuando miró la hora y que ya era el nuevo día quiso llorar y hacer berrinche como un niño chiquito, no quería volver a sus responsabilidades de adulto, quería quedarse ahí por siempre junto a Sofía.Lentamente y con mucho cuidado, quitó el brazo de la castaña de encima de su pecho y lo depositó con suavidad en el colchón, ella ni se inmutó, aún roncaba como un motor.Lucas la admiró en silenc