-¿Realmente creíste que íbamos a ser amigas de vuelta como en los viejos tiempos? Maldita arrastrada, ¡Tú me dejaste de lado por ese idiota bueno para nada! Ahora bancate las consecuencias…. Sofía se sintió apresada entre la puerta que la separaba de los amarillistas y su amiga que estaba enfrente suyo con una sonrisa tétrica y burlona, disfrutando del miedo que le provocaba a su ex amiga. -¿Qué vas a hacer eh? Si no quieres que te entreguemos será mejor que nos pagues ya mismo- amenazó borrando la grotesca sonrisa para dar paso a una expresión terrorífica que le hizo helar la sangre a la castaña.-¿O prefieres pagar de otra forma?- gruño de forma lasciva el esposo de Kate.Sofía miró con desconcierto a su amiga, quien no parecía importarle que su esposo se le insinuara en sus narices.-¿Vas a dejar que me hable así? ¿Cómo puedes permitir eso?Kate rió divertida.-No creas que mi amorcito está muerto por ti muñeca, él solo quiere que pagues lo que debes y me parece que tu cuerpo e
Lucas salió echando humo de la casa de ese idiota, si se quedaba tan solo un segundo más lo mataría ahí mismo.Entró a su vehículo y una pesada angustia lo abrumó. Miró sus nudillos manchados de sangre ajena y gritó, gritó como nunca antes lo había hecho, golpeando con fuerza el volante. Había sido todo mentira, se había dejado engañar por un mail anónimo, había caído en la trampa como un principiante y había tratado mal a Sofía, la había despreciado, destruyendo su confianza.-Soy un idiota- exclamó apoyando su rostro en la bocina, haciéndola sonar de forma escandalosa.- Tengo que encontrarla antes de que sea demasiado tarde- Se dijo a sí mismo en voz alta.No era momento de llorar, él no merecía eso, Sofía era la que en realidad estaba sufriendo.Tomó su teléfono para buscar en el mapa la dirección que Víctor le había dado a fuerza de golpes, justo en el momento en que vio la noticia del momento.Los paparazzis habían descubierto el escondite de la castaña antes que él, acercó la
-¿Quién era corazón?- preguntó su madre cuando su hija volvió rápidamente al living, sentándose tan tiesa como un bloque de hielo. -Nadie… equivocado- respondió arrastrando las palabras. Sofía tomó su taza de café y se ocultó detrás del objeto. ¿Qué hacía en casa de sus padres? ¿Cómo la había encontrado? Sin duda todos sus planes de pasar desapercibida como una donnadie estaban en riesgo con la presencia de Lucas, no había nadie peor que él en ese momento, seguramente estuvieron siguiendo su rastro y no faltaría mucho para que los paparazzis aparecieran también en su puerta. Su madre se moriría si se enterase de su doble vida. La castaña rogó para sus adentros que Lucas entendiera la indirecta directa de que no lo quería ahí, había sido cruel al cerrarle la puerta en la cara, pero un poco merecido lo tenía luego de su encuentro en el bar. El timbre volvió a sonar y Sofía sintió que se desmayaría ahí mismo. Sus padres la miraron esperando una explicación. -Debe estar confundi
-Déjala, ya se le va a pasar- habló a sus espaldas el padre de Sofía.Lucas apretó con fuerza sus puños que temblaron de la ira.-Sofía tenía razón cuando dijo que ustedes no la conocen- habló aún dándole la espalda a los padres.-¿Perdón? ¿Quién te crees que eres para hablarme así dentro de mi propia casa?-Cariño por favor…Lucas se dio vuelta, dispuesto a enfrentar al padre de la joven.-Alguien quien ama a su hija de verdad, quien daría todo porque sea feliz.-¿Cómo?¿Qué dices muchacho? Nuestra hija ya está casada.- Se escandalizó la madre. -Así que fuiste tú quien rompió su matrimonio.- gruñó el hombre.-Se equivoca señor, yo solo la ayudé cuando su esposo la había tirado a la calle cuando ella más lo necesitaba.La pareja se alborotó al escuchar lo que Víctor le había hecho a Sofía.-Deberían abrir los ojos y darse cuenta de la verdad, a quien deben apoyar es a su hija, no al idiota de su yerno y del qué dirán de las demás personas- sentenció dándose vuelta hacia la puerta- Y
El sol había bajado en medio de la carretera, podía verse el hermoso horizonte de colores anaranjados dignos de una postal, todo parecía de ensueño, cuando el coche de Lucas comenzó a hacer ruidos extraños.-Eso no suena bien- sentenció preocupada la castaña.-Tranquila, es último modelo, no va a pasar nada-Apenas el magnate terminó de decir la frase los ruidos se hicieron más intensos y un fuerte humo salió desde el motor.-¿Pero qué?-¡Estaciona estaciona!- gritó Sofía colocándose el cinturón de seguridad, temiendo lo peor.El magnate salió de la ruta, frenando a un costado, ambos se miraron preocupados.-Quédate aquí- ordenó el joven, saliendo al exterior.La joven lo miró desde el parabrisas y quiso reír cuando Lucas intentó abrir la tapa del motor con las manos desnudas, quemándose con el caliente metal, sonrió divertida, recordando aquel día en que lo había conocido y que no sabía cambiar ni una rueda.Salió del auto, y se acercó con un pañuelo hasta al lado del magnate.-A ver
Lucas fue veloz al apagar la alarma que había programado, evitando que Sofía se despertara.La almohada que dividía la cama en dos había volado al suelo en algún momento de la noche, y el joven quiso reír, porque la culpable de eso había sido la muchacha, quien no se había quedado quieta en toda la noche, girando de un lado al otro, pasando sus brazos y sus piernas encima del magnate, invadiendo su espacio personal.Habían dormido toda la noche en un cuarto del colchón, y al magnate no le podía molestar menos, disfrutando los abrazos de la joven, imaginando que eran una pareja de años de casados.Cuando miró la hora y que ya era el nuevo día quiso llorar y hacer berrinche como un niño chiquito, no quería volver a sus responsabilidades de adulto, quería quedarse ahí por siempre junto a Sofía.Lentamente y con mucho cuidado, quitó el brazo de la castaña de encima de su pecho y lo depositó con suavidad en el colchón, ella ni se inmutó, aún roncaba como un motor.Lucas la admiró en silenc
Sofía tomó la mano del magnate, sus cabellos danzaron al viento que provocó la hélice del helicóptero, al igual que el sobretodo de Lucas, que se movía en el viento en cámara lenta desde la mirada de la joven, que lo observaba con fascinación, el joven sonrió mostrando sus brillantes dientes contagiando su emoción a la joven. Cerró su mano alrededor de la suya y la ayudó a subir al helicóptero. El corazón de la castañean latía con fuerza cuando ambos ya estaban dentro y la puerta se había cerrado, cuando el helicóptero comenzó a alejarse del suelo, la muchacha tomó con fuerza la mano del magnate, sin dejar de ver desde la ventana cómo el motel se hacía más y más pequeño debajo de ellos. El magnate miró las manos entrelazadas con sorpresa y luego miró el perfil de Sofía, tenía una expresión de asombro, admirando el hermoso paisaje. Se sintió feliz al ver la ilusión en la joven, se veía tan inocente admirando algo que él ya estaba acostumbrado y que ya no le daba tanta importancia, la
-Espera un segundo aquí- le indicó a la joven, acercándose a su secretario.Sofía los miró con curiosidad, preguntándose de qué estaban hablando.-Escucha…- murmuró al oído de su asistente- ¿Hiciste lo que te pedí? Dime que sí lo hiciste. - suplicó-Si- respondió seriamente el hombre.-¿Cómo te fue con eso?- susurró.-No ha sido fácil, me aseguró que se iba a vengar.Lucas quiso reír, pero se contuvo.-No esperaba menos.-Yo no me lo tomaría a la ligera, sabes de lo que es capaz…-Por ahora no es mi problema- sentenció volviendo hasta donde estaba la castaña, que lo miró con preocupación, pero el magnate la calmó con una amplia sonrisa.-¿Vamos a casa?- exclamó acercando su brazo para que Sofía lo tomara.Sofía sonrió más segura que antes.-Vamos.-Prepara el helicóptero- bromeó el joven a su asistente.-¡Basta de helicópteros!- gritó nervioso- Toma uno de los coches que tienes en el estacionamiento.La pareja se fue riendo, debía admitir que molestar al secretario comenzaba a diverti